Un árbol de 32 metros de altura, apodado “El Árbol Andante,” ha sorprendido a Nueva Zelanda y al mundo entero. Este coloso natural, conocido científicamente como Metrosideros robusta, ganó el premio al Árbol del Año 2024 con el 42% de los votos, cautivando a miles por su peculiar estructura que recuerda a los míticos ents de El Señor de los Anillos. “Es como ver a un guardián de la Tierra Media,” comentó Richie Hill, presidente de la Asociación Arborícola de Nueva Zelanda.
Ubicado en un prado cercano a un antiguo cementerio en la costa oeste de la Isla Sur, el ‘árbol andante’ parece casi vivo, como si caminara lentamente hacia el horizonte. Su estructura imponente, con troncos que semejan largas piernas, ha ganado la atención de miles en redes sociales y en medios locales. “Simplemente tomó la delantera desde el principio”, declaró Brad Cadwallader, organizador del certamen, quien ha sido uno de los principales impulsores de este curioso concurso.
Este no solo destaca por su apariencia; es un verdadero sobreviviente. Hace aproximadamente 150 años, todo el bosque que lo rodeaba fue talado, pero los agricultores de la época decidieron dejarlo en pie. “Debieron de haberlo visto como algo especial”, señaló Cadwallader, resaltando la historia de respeto que envuelve a este árbol milenario.
El Árbol Andante creció de una manera única: su vida comenzó como una epífita, una planta que se alimenta del agua de lluvia y la humedad del aire. Sus raíces se desarrollaron sobre otro árbol, el cual probablemente murió y se desintegró, permitiendo que el rātā se estableciera y adquiriera su particular apariencia de caminante. Ahora, esta estructura natural es todo un símbolo de resistencia, no solo frente al tiempo, sino también contra las amenazas ambientales que afectan a su especie.
Aunque alguna vez fueron comunes en los bosques neozelandeses, ahora están clasificados como vulnerables. Las zarigüeyas invasoras, que comen sus hojas y dañan sus raíces, y la deforestación han reducido considerablemente su población. Este Árbol Andante es un recordatorio de la belleza y fragilidad de la naturaleza.