“El lugar donde todos somos iguales” es el slogan de Cuastecomates, una playa donde los turistas con algún tipo de discapacidad son bienvenidos, pues el lugar cuenta con rampas especiales, sillas de ruedas, baños adaptados y espacios donde las personas logran desplazarse con toda comodidad.

Ubicada en el municipio de Cihuatlán, Jalisco, esta playa del Pacífico mexicano se ostenta como la primer playa y pueblo, diseñada especialmente para turistas que requieren apoyo debido a su situación de discapacidad.

La inversión para lograr que Cuastecomates se convirtiera en una playa incluyente, fue superior a los 50 millones de pesos, dinero que se ocupo para rediseñar la estructura en todo el pueblo y para crear espacios con accesibilidad.

Dentro del equipo que se ofrece al público con discapacidad, están los equipos anfibios, que son sillas especiales, con las cuales las personas que no tienen movilidad, pueden entrar al mar sin ningún peligro, ni dificultad y así tener la oportunidad de sumergirse en las aguas tibias del Pacífico, muchas, por primera vez en su vida.

Pero esta playa no sólo está pensada para las personas con discapacidad motriz, sino también para las personas con debilidad visual, ya que los mapas, las cartas de comida, los hostales tienen la obligación de tener su información escrita también en braile.

Cuastecomates está anclada dentro del corredor turístico Costa Alegre (Específicamente en Bahía de Navidad) y su playa tiene un oleaje tranquilo y la poca profundidad de sus aguas a lo largo de 150 metros caminando “mar adentro” sin que se rebase las rodillas de una persona adulta, es lo que ha permitido a la zona ser ideal para el proyecto.

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