La Generación Beta está en camino, y sus miembros no solo cambiarán el curso de la historia, sino que podrían ser los que den forma al siglo XXII. Nacidos entre 2025 y 2039, los Bebés Beta serán testigos de una era dominada por la inteligencia artificial, la automatización y avances tecnológicos que hoy solo vemos en películas de ciencia ficción. Se estima que, para 2035, representarán el 16% de la población mundial y el 19% de la fuerza laboral global.
¿Quiénes son estos futuros líderes del mundo?
Enfrentarán desafíos que generaciones anteriores nunca imaginaron: el cambio climático, la urbanización sin precedentes y una creciente dependencia de la tecnología. Pero, al mismo tiempo, vivirán rodeados de soluciones innovadoras como vehículos autónomos, dispositivos médicos portátiles y sistemas basados en inteligencia artificial. Un mundo tan distinto al actual que parece salido de una novela futurista, pero que será su nueva realidad.
A diferencia de generaciones pasadas, tendrán como padres a Generación Z y, en menor medida, a los primeros miembros de la Generación Alpha. Padres que crecieron con la tecnología como un pilar en sus vidas y que, ahora, aplicarán esa misma perspectiva a la crianza. Pero con un enfoque distinto. Se espera que estas nuevas familias apuesten por un balance entre adaptabilidad, sostenibilidad y bienestar emocional. Será esencial enseñarles a gestionar su tiempo frente a las pantallas y a cuestionar la constante presencia de las redes sociales.
“Hoy estamos moldeando el futuro de un mundo incierto, pero sabemos que la clave está en la resiliencia”,dice Mark McCrindle, demógrafo. Y es que, a pesar de los retos, la Generación Beta tendrá herramientas únicas para prosperar: una visión crítica de la tecnología, una fuerte conciencia ambiental y una capacidad de adaptación sin igual.
A medida que el mundo se acelera y cambia, los Bebés Beta serán la próxima generación de soñadores y creadores, listos para redefinir el mañana. Así que, aunque aún no hayan dado sus primeros pasos, ya están dejando huella.