!Qué maravillosa es la tecnología! Resulta que ahora antes de que se haga visible el mal de Parkinson existe un reloj inteligente que podría ayudar a los médicos a predecir la enfermedad con anticipación.

¿Cómo? La investigación se hizo con miles de personas que llevaban relojes inteligentes en sus muñecas.

Los pacientes que lo padecerán empiezan a escribir cada vez con letra más pequeña. Aún antes de que ellos mismos lo perciban, mantienen pulsadas las teclas del móvil más tiempo cuando envían un mensaje y varios años antes del diagnóstico, se producen los primeros trastornos en el movimiento. 

Para cuando el médico lo diagnostica, el 60% o más de las neuronas que producen la dopamina han dejado de hacerlo, haciendo tremendamente evidente el temblor, la rigidez muscular, la depresión.

Desde 2006 se puso en marcha un estudio en el que las autoridades sanitarias de Reino Unido siguen la evolución de la salud de medio millón de personas que entonces tenían más de 40 años (UK Biobank). Una década más tarde, a 103.712 de ellos se les dio relojes inteligentes para registrar su actividad durante una semana. Dichos datos sirvieron a un grupo de científicos para indagar un marcador objetivo del párkinson que serviría para su detección precoz. 

Ya cuando les pusieron los relojes, había 273 con diagnóstico clínico de párkinson. Y desde entonces se le había diagnosticado a otros 196. Los datos de estos dos grupos han sido claves para detectar la señal anómala que indica que algo va mal en la sustancia negra, la parte del cerebro que degenera a medida que avanza la enfermedad.

Ya que los acelerómetros, magnetómetros y giroscópicos que llevan las pulseras de actividad o los smartwatches no se les escapa los síntomas de las personas afectadas que experimentan como lentitud de movimientos, rigidez, dificultades de coordinación y temblores.

Una de las debilidades de esta investigación es que el registro de la actividad con los relojes solo duró una semana, pero sí se aplicara en un entorno real, la acumulación de datos a lo largo del tiempo podría afinar la señal de alerta. 

Antes del actual trabajo de Sandor, un grupo de científicos de Estados Unidos ya se había usado la inteligencia artificial para detectar patrones en los datos de los relojes inteligentes.

Además, “si le añadimos todas las demás características prodrómicas que están surgiendo relacionadas con el párkinson (anosmia, alteración del sueño REM, depresión, etc.), los algoritmos predictivos en nuestro nuevo mundo de IA se volverán muy poderosos”.

Recordemos que el párkinson es un trastorno neurodegenerativo del movimiento que se caracteriza por una progresión lenta de la enfermedad, definió la investigadora de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y coautora del estudio, Cynthia Sandor.