De la mezcla de residuos de plástico fundido con arena, se logra un material tan fuerte y duro como el hormigón. Luego y con la ayuda de maquinaria especializada, la mezcla se corta, se deja secar y es así, como se obtienen ladrillos comprometidos con el medio ambiente.

Ésta innovadora idea, ha nacido de la mente de Nzambi Matee, que es fundadora de una empresa llamada Gienge Makers, (por cierto, Gienge, es una palabra suajili que significa “constrúyete a ti mismo“) en Nairobi.

Lo primero para la construcción de estos ladrillos que buscan reducir el plástico, es hacer una separación, es decir los plásticos blandos de los duros, mismos que son triturados en una maquina especial. Luego de ello, la mezcla seca es amontonada y colocada en otra maquina encargada de calentar, ablandar y moldear la masa lograda. En este punto, se agrega la arena, quedando así una mezcla pegajosa. Lo que sigue, es darle forma.

Cada nuevo ladrillo debe pesar 1 kilo con 300 gramos y para saber que el gramaje es exacto, el trabajo se hace de manera artesanal. Por ahora, esta empresa está creando un total de 1,500 ladrillos por día, pero lo que buscan es lograr una producción mayor.

En el año 2022 Gienge Makers, logró reciclar 50 toneladas métricas de residuos y la labor de Nzambi ha sido tan importante, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la ha reconocido con el premio: Joven Campeona de la Tierra por desarrollar materiales de construcción alternativos y sostenibles, así como por promover la cultura del reciclaje en Kenia y África. Además la premiaron con 10,000 dólares.

Pero eso no es todo, pues además de los ladrillos, esta empresa está buscando crear también tapas de alcantarillas, canales de drenaje y tejas.

Sin duda, el mundo de la construcción tiene, gracias a la mente creativa de ésta talentosa mujer keniana, la posibilidad de reciclar en cada una de sus edificaciones.

No, no es mentira. La Fundación Marroquí para la Ciencia Avanzada, la Innovación y la Investigación, (MASciR) ha estado desarrollando pruebas desde 2010, con el objetivo de diagnosticar cáncer de mama y leucemia. De funcionar, estarían disponibles para su comercialización en unos meses. ¿El objetivo? Provocar que se reduzcan costos y tiempos de espera para los pacientes de todo el continente.

Según un miembro de la junta ejecutiva de la fundación, estas pruebas ya han sido utilizadas en Marruecos, por un universo de 400 personas.

Hasta este día la mayor cantidad de muestras para análisis, deben ser enviadas a Europa o EE.UU para su estudio y luego mandadas de regreso, lo cual retrasa de manera verdaderamente importante el arranque del tratamiento, la promesa de estos kits de prueba fabricados localmente es que los resultados se pueden obtener en cuestión de horas. De lograrse, las mujeres beneficiadas se podrían contar por cientos, pues el cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en el continente africano.