Nestlé México marcó un hito en el camino hacia la sostenibilidad al celebrar el Primer Foro de Agricultura y Ganadería Regenerativa, un evento donde innovación y compromiso ambiental se unieron para transformar la producción de alimentos.

En colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Nestlé reunió a líderes del sector para compartir técnicas revolucionarias como el uso de biofertilizantes derivados de estiércol y la optimización de dietas ganaderas para reducir emisiones de carbono.

“La agricultura regenerativa no es solo una tendencia, es el futuro que necesitamos construir juntos”, declaró Jorge Mario Ortega, Director Agropecuario de Nestlé México, destacando la importancia de estas prácticas para combatir el cambio climático.

El foro también fue un espacio para aplaudir el esfuerzo de los productores agrícolas y ganaderos que han adoptado métodos regenerativos en sus procesos. Los reconocimientos entregados celebraron su papel como agentes de cambio en sus comunidades. “Son nuestros mejores aliados para regenerar el suelo, el agua y el aire”, afirmó Ana Cristina Tovalin, Gerente de Sostenibilidad de Nestlé México.

Entre los logros destacados se encuentran los ensayos en agricultura regenerativa realizados en 2023, los cuales han demostrado que es posible mejorar la calidad de los productos mientras se protege el medio ambiente. “Este foro es solo el principio de una transformación en la cadena alimentaria”, enfatizó Enrique González, Gerente de Agricultura Regenerativa de Nestlé.

Con iniciativas como esta, Nestlé México refuerza su compromiso con un futuro más sostenible, demostrando que la innovación y el respeto por la naturaleza pueden ir de la mano. Cada elección cuenta, y los héroes del campo están liderando la revolución verde.

En una iniciativa histórica, los Everglades de Florida están siendo testigos de lo que se ha denominado “el proyecto de restauración ambiental más grande en la historia de la humanidad”. Este monumental esfuerzo busca revertir décadas de daño ambiental causado por la desconexión del lago Okeechobee del ecosistema de los Everglades, una intervención que afectó gravemente la calidad y cantidad del agua en la región.

El plan, con un presupuesto colosal de 20 mil millones de dólares, comprende más de 60 proyectos de infraestructura diseñados para restaurar el flujo natural del agua. Este ambicioso programa es comparable a una serie de “cirugías de bypass cardíaco” aplicadas a la vasta red de humedales, y solo el presupuesto del año fiscal 2024 de Florida incluyó una asignación de 740 millones de dólares para estos esfuerzos vitales.

Históricamente, el lago Okeechobee alimentaba gradualmente el extenso “río de pasto” de 300 millas de ancho que constituyen los Everglades. Sin embargo, el proyecto Drain the Everglades desconectó esta crucial fuente de agua, provocando una cascada de problemas ambientales. La pérdida de esta conexión ha llevado a la extinción de pastos marinos, el agravamiento de la marea roja, incendios forestales y la proliferación de algas verdiazules.

Reconectar el “corazón que late” del ecosistema, o el lago, con las millones de hectáreas que su agua refresca es el objetivo central de este esfuerzo de restauración moderno. El primer gran paso ha sido la construcción de un enorme embalse al sur del lago, que ya está parcialmente completado. El siguiente paso crucial será levantar la carretera Tamiami, un desvío de este a oeste que actualmente obstruye un importante flujo de agua hacia el sur de los Everglades.

Las plantaciones de azúcar de Florida representan un desafío significativo para los trabajos de restauración. El escurrimiento de los campos agrícolas contamina los Everglades, pero el estado ha respondido con la construcción del humedal artificial más grande del mundo, de 63.000 hectáreas, diseñado para capturar este escurrimiento. Este ingenioso proyecto ha sido financiado en parte por un impuesto a la contaminación que grava especialmente a las grandes plantaciones de azúcar.

Se estima que el embalse estará completado en 2036, y los expertos creen que no será hasta dentro de 15 años cuando el paisaje y la gente del sur de Florida comiencen a experimentar los beneficios tangibles de estos proyectos. Sin embargo, estos son pasos incrementales necesarios en un proyecto que, aunque no busca mover el cielo, ciertamente está moviendo la tierra para devolver la vida a este ecosistema único en el mundo.

Este esfuerzo de restauración no solo es una hazaña de ingeniería y planificación ambiental sin precedentes, sino también una promesa de esperanza para el futuro de los Everglades y las comunidades que dependen de ellos. Al devolver el flujo natural del agua, se espera que los humedales vuelvan a prosperar, proporcionando hábitats esenciales para la vida silvestre y beneficios ecológicos incalculables para la región.

Los Everglades, conocidos como el “río de pasto”, son un ecosistema incomparable en tamaño y complejidad. Esta restauración es un testimonio del compromiso humano para corregir los errores del pasado y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras. 

Las jóvenes científicas Jeanny Yao y Miranda Wang desarrollaron una bacteria capaz de transformar el plástico en CO2 y agua. Su objetivo inicial es limpiar las playas y océanos y también producir materia prima para prendas de vestir.

“Hoy en día, es prácticamente imposible dejar de utilizar plástico. Creemos que todo debería ser biodegradable”, afirmó Wang.

De acuerdo con estudios recientes, la previsión para 2050 la cantidad de plástico en los océanos superará a la de peces. La Buena Noticia es que hay personas preocupadas por la contaminación marina, como las estudiantes Yao y Wang, que han desarrollado una bacteria capaz de convertir el plástico en CO2 y agua como lo mencionamos anteriormente, pero ¿cómo sucedió?

Las estudiantes prodigio de Canadá de tan sólo 20 y 21 años, comenzaron su investigación en la escuela y ahora cuentan con dos patentes, una empresa y aproximadamente 400.000 dólares de inversión;  el financiamiento necesario para llevar adelante este proyecto, que vienen desarrollando desde la escuela.

Reconocidas con cinco premios, se convirtieron en las más jóvenes en recibir el Perlman Science Award en el Wharton Business Plan 2016 que constó en una suma de dinero de 30 mil dólares, gracias a su innovador prototipo utilizado tanto en la limpieza de playas como en la producción de materias primas para tejidos, ofreciendo una solución al creciente desafío del uso del plástico.

Su objetivo es equipar estaciones móviles de limpieza con esta tecnología, por ejemplo, buques flotantes para limpiar los mares con 150,000 litros de biodigestores a bordo. La tripulación podrá cargar los tanques con poliestireno y esperar que los residuos se degraden. Wang y Yao han formado la empresa BioCellection, con la cual quieren mejorar la eficiencia del sistema para eliminar nueve gramos de plástico por litro de bacteria. De este modo se pueden limpiar 150,000 litros con bacterias por unos $20,000.

Wang y Yao no tienen mucho tiempo para dormir, pero BioCellection parece una buena excusa para perder horas de sueño, “Necesitamos urgentemente maneras de descomponer todo el plástico que hay en nuestras aguas y hasta el momento, ésta parece la mejor fórmula posible”, enfatizaron con emoción.

Con este invento para disminuir la contaminación en los océanos, la transformación se produce en dos etapas en tan solo 24 horas. En una primera instancia, el plástico es disuelto y las enzimas lo catalizan, permitiendo que se convierte en fragmentos maleables. Luego, se colocan en una estación biodigestora, donde se finaliza el proceso.

La bacteria puede transformar los ftalatos, que son una toxina peligrosa usada en los plásticos, en productos finales como dióxido de carbono o agua; sin duda se trata de una novedosa tecnología para romper el material plástico y así volverlo biodegradable y un gran avance para luchar contra un material, el plástico, que (casi) nunca muere.

La ciudad de Estambul, en Turquía, es una de las metrópolis más grandes del mundo, al contar con aproximadamente 14 millones de habitantes. Eso trae con consigo algunos problemas como el que viven cerca de 150,000 gatos y perros callejeros, que lucha diariamente por sobrevivir.

La Buena Noticias es que Pudgeon, una compañía turca, buscando ayudar a resolver este problema, ha colocado de manera ingeniosas máquinas expendedoras alrededor de la ciudad que libera agua y alimento para los animales a cambio de botellas de plástico. 

Instaladas por toda la ciudad, estas máquinas dan comida para los animalitos callejeros de la ciudad cuando sus ciudadanos a modo de pago con las botellas de plástico que ya no les sirven, las introducen y estas liberan en la parte inferior de la máquina el alimento.

Esto no tiene ningún costo para la ciudad, ni para la persona que lleva las botellas, ya que la empresa Pudgeon cubre los gastos de la comida para los perros y gatos con lo que saca de ellas. Es decir, el dinero obtenido de las botellas recicladas es reinvertido para mantener las máquinas y abastecerlas.

Las máquinas no sólo fomentan el reciclaje sino que también mantienen las calles limpias y crean conciencia sobre el problema de los animales callejeros con la esperanza de que se obtenga una solución a largo plazo. La máquina expendedora ayuda a que estos animales tengan una vida mejor y al promover el reciclaje en la ciudad que los humanos también la tengan. ¡Ojalá esta idea se replique en la CDMX!

Sólo quienes viven el problema, son quienes pueden crear verdaderas soluciones a los estos. Así es como han nacido los grandes inventos de la historia, otros por casualidades y por intentos para mejorar el mundo. 

Carlos Erquizio Salazar y Fernando de Silva Hernandez, son dos jóvenes estudiantes de Sonora que conocen las problemática camaronera del estado y presentaron un proyecto en conjunto con el que se podría ahorrar hasta 95% del uso de agua en las granjas camaronícolas en Sonora.

Con este obtuvieron el reconocimiento People’s Choice Award 2023, uno de los galardones entregados durante el Stockholm Junior Water Prize (Premio Junior del Agua de Estocolmo), reconocida como la competencia científica más importante en materia de agua.

Los jóvenes confirmaron que en septiembre tendrán una visita a una granja camaronícola para avanzar con su proyecto.

Los mexicanos galardonador fueron reconocidos por su proyecto “Shrimply the best: Understanding the interaction between shrimp production and water resources based on a source-to-sea approach” (“Shrimply the best: Comprender la interacción entre la producción de camarón y los recursos hídricos basándose en un enfoque desde la fuente hasta el mar), cuyo objetivo es ahorrar hasta 95% del uso de agua en las granjas camaronícolas en el estado de Sonora.

LINK: https://youtu.be/U_T7bd58aEs?si=gzOMsjEDajXyqZaz

El objetivo es reducir el impacto de la contaminación producida por las granjas camaronícolas en la Bahía de Kino mediante la transferencia de la tecnología del biofloc bajo el enfoque de la fuente al mar. A largo plazo, esta propuesta podría impactar significativamente en la sostenibilidad del Golfo de California.

¿Qué es el Premio Junior del Agua de Estocolmo?

El Premio Junior del Agua de Estocolmo es un concurso para estudiantes que han desarrollado proyectos de investigación que pueden ayudar a resolver los principales desafíos relacionados con el agua. La competencia atrae a decenas de miles de participantes de más de 40 países.

El premio está dirigido a jóvenes de entre 15 y 20 años de todo el país, quienes presentan propuestas de solución a los problemas del agua. Los proyectos de los jóvenes buscan aliviar una situación en la que alrededor de 2.2 mil millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a agua potable segura y más de 4.2 mil millones no tienen servicios de saneamiento básico adecuados.

La ceremonia del Premio Junior del Agua de Estocolmo se lleva a cabo anualmente desde 1997, convirtiéndose en una parte popular de la Semana Mundial del Agua. El premio es otorgado a los ganadores por la patrocinadora del Premio, la princesa heredera Victoria de Suecia.

¿Cómo es que obtienen el premio?

El premio People’s Choice Award es resultado de los votos emitidos por decenas de miles de personas alrededor del mundo para distinguir al proyecto con mayor impacto ambiental y social. Entre más de 30 propuestas de diversos países, Carlos y Fernando resultaron ganadores. El Premio Nacional Juvenil del Agua es convocado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de la Red del Agua UNAM, el Centro Regional de Seguridad Hídrica (CERSHI) bajo los auspicios de UNESCO y la Embajada de Suecia en México. En este año recibieron 360 proyectos provenientes de los 32 estados, representados en ocho regiones. 

Carlos Erquizio Salazar y Fernando de Silva Hernandez, de la mano de investigadores de la Red del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Centro Regional de Seguridad Hídrica, demostraron que la innovación es una condición necesaria para lograr la seguridad hídrica de cuencas y océanos. 

La embaja de Suecia en México enfatiza que este tipo de logros se alcanzan entre la colaboración de la academia, la industria y los organismos gubernamentales y son esenciales para alcanzar un desarrollo sostenible.

Desde el pasado mes de mayo, el gobierno de Filipinas estableció una nueva ley que dicta que todos los jóvenes estudiantes que quieran  graduarse de secundaria, preparatoria y universidad tendrán la obligación de plantar al menos 10 árboles cada uno, si es que de verdad quieren su certificado de graduación.

Con esta medida, se tiene planeado plantar 175 millones de árboles cada año, con el objetivo de recuperar la extensión forestal del país, que se redujo del 70 al 20 por ciento en el último siglo, por culpa de la tala ilegal.

Estos nuevos árboles, serán plantados con una guía específica, es decir, que lo alumnos no tienen elección de donde sembrarlos, sino que el gobierno de Filipinas ha hecho ya un estudio y ha seleccionado los lugares idóneos para que los diferentes tipos de árboles tengan las mejores oportunidades de sobrevivir sin causar un desastre en la tierra.