Johnny Depp no solo es conocido por ser un actor talentoso, sino también por su generosidad. Su última sorpresa fue el pasado mes de septiembre de 2024 en San Sebastián, España, donde, con motivo de la presentación de su película como director en el Festival de Cine, se convirtió en el Capitán Jack Sparrow para alegrar el día de los niños hospitalizados en el Hospital Universitario Donostia.

Este gesto no solo hizo sonreír a los pequeños, sino que dejó una huella emocional que será recordada durante mucho tiempo. Vestido con su característico atuendo de pirata, Depp recorrió la planta infantil y de oncología del hospital, protagonizando una escena que parecía sacada directamente de las películas de Piratas del Caribe. Con sus bromas, guiños y pedorretas, el actor se mostró espontáneo y cercano, causando asombro y risas entre los niños y su familias. Uno de los momentos más divertidos fue cuando un niño le preguntó dónde había dejado su barco. Depp, fiel a su personaje, respondió: “Tuve que venderlo para comprarme el diente que me faltaba”, provocando risas entre los presentes.

Pero lo que realmente marcó la diferencia fue el calor humano de Johnny Depp. En un gesto que reflejó su conexión genuina con los pequeños, un niño pidió repetir el choque de palmas que había hecho con el actor, hasta que la mano de Depp quedó roja por la fuerza con la que el pequeño golpeaba. “Gracias, amigo”, le dijo Depp en perfecto castellano, dejando una sonrisa en el rostro del niño y en el de todos los presentes.

Este acto de generosidad es solo un ejemplo de las visitas que Depp ha hecho a hospitales alrededor del mundo, demostrando que su corazón es tan grande como su talento. Aunque su aparición no fue parte de una película ni estuvo rodeada de cámaras, para esos niños, fue una verdadera escena de cine.