La aclamada actriz Kate Winslet, conocida por su inolvidable papel como Rose en Titanic, ha revelado un secreto peculiar sobre su hogar: guarda su preciado Oscar en el baño. Pero esta decisión va más allá de la simple exhibición; para Kate, su Oscar es más que un trofeo, es una oportunidad para crear momentos divertidos y emotivos con sus invitados.

En una entrevista para WJS Magazine, Kate explicó su peculiar elección: “El baño es el lugar perfecto para que todos mis invitados puedan conocer y tocar mi Oscar. Pero lo más divertido es lo que sucede después: los invito a simular discursos de aceptación frente al espejo”.

Con su característico sentido del humor, Kate describe cómo los invitados se ven tentados a tomar el Oscar y pronunciar sus propios agradecimientos, lo que resulta en risas y sonrojos. “Puedes notar cuando alguien lo ha hecho, salen un poco más sonrojados. Es realmente hilarante”, compartió la actriz.

Esta idea poco convencional refleja el espíritu juguetón y acogedor de Kate, quien busca crear un ambiente donde todos se sientan cómodos y puedan compartir momentos de alegría y celebración. Su Oscar se convierte así en un catalizador para la diversión y la conexión humana en su hogar.

Además de su ingeniosa anécdota sobre el Oscar en el baño, Kate también compartió detalles íntimos sobre su vida personal, incluyendo sus dos matrimonios fallidos y su actual relación con el empresario Ned Rocknroll. Con sinceridad, Kate reflexionó sobre las dificultades que ha enfrentado en el amor, pero también expresó su gratitud por haber encontrado en Ned un compañero que la apoya y la hace reír.

“Yo no decidí que fuera así, no ha sido fácil”, confesó Kate sobre sus experiencias matrimoniales. “Pero agradezco mucho por esos silencios. Y agradezco a Dios por Ned, es increíble y divertido, sobre todo es un gran apoyo. Él es todo para mí”.

La historia de Kate Winslet y su Oscar en el baño nos recuerda la importancia de encontrar alegría y conexión en los pequeños detalles de la vida. Su hogar se convierte en un reflejo de su personalidad cálida y auténtica, donde la risa y el amor son siempre bienvenidos.