La neurodegeneración es uno de los efectos clave del Alzhéimer. Es la pérdida gradual de la función neuronal, la cual no afecta a todo el cerebro por igual, no obstante sí al cuerpo mamilar o hipotálamo, una de las primeras áreas en mostrar la neurodegeneración producida por el Alzhéimer.

En el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), EUA, un equipo de investigadores han conseguido identificar las neuronas que pueden llegar a contribuir a que se produzcan los primeros síntomas del Alzhéimer. Se trata de las células que son especialmente vulnerables al Alzhéimer, y son el objetivo de nuevos fármacos que podrían usarse para frenar esta enfermedad. Ese fármaco lleva por nombre Levetiracetam y reduce la hiperactividad neuronal, mejorando las tareas de memoria.

A su vez, el Laboratorio de Tsai está trabajando para definir de forma más efectiva cómo se conectan las neuronas laterales del cuerpo mamilar con otras áreas del cerebro. De esta forma, podrían llegar a averiguar cómo funcionan los circuitos de memoria.

Pero ¿cómo imaginar un diagnóstico así?

Patricia que ahora tiene más de 90 años al saber su enfermedad escribió un diario que fue descubierto por su hija como evidencia de que la enfermedad empezó a afectarla más de dos décadas antes de que fuera diagnosticada oficialmente con mal de Alzheimer.

“Mi mente está llena de agujeros” es el conmovedor diario de la mujer que plasmó el avance del su enfermedad durante 20 años.

“Escribo esto porque tengo miedo de que pueda tener Alzhéimer…”. Así empieza la primera entrada del diario de la británica Patricia Latto, que después de cumplir los 60 empezó a preocuparse por su deterioro mental el 12 de mayo de 1990.

“Y ahora acabé en una especie de tierra de nadie, no, en un limbo en el que no puedo recordar y lo que me causa aún más impacto: desde el que no puedo escribir con claridad”, sigue la entrada de hace 27 años.

Para algunos podría ser traumático o deprimente, no obstante es una lección de vida parsa aprender. Es un ejemplo de valentía y fortaleza.