En un sorprendente hallazgo, un equipo internacional de científicos, liderado por investigadores del Instituto de Recursos Naturales de Groenlandia y la Universidad de Copenhague, ha descubierto una nueva variedad de foca anillada en el remoto fiordo helado de Ilulissat, en el oeste de Groenlandia. Este descubrimiento, recientemente publicado en Nature Ecology, revela que estas focas, llamadas Kangiat por los cazadores locales, han estado aisladas genéticamente del resto de sus parientes anillados durante más de 100,000 años.

Las focas del fiordo helado de Ilulissat presentan características notables que las distinguen de otras focas anilladas. Son más grandes, exhiben una coloración única y un patrón de pelaje distintivo que ha intrigado a los habitantes locales durante generaciones. Este descubrimiento, realizado utilizando telemetría, reconocimientos aéreos y análisis genómicos de última generación, se ha convertido en un hito en la comprensión de la diversidad en el Ártico.

Los datos recopilados mediante revelan que las focas anilladas de Kangia desafían el patrón de migración típico de las focas anilladas del Ártico. Mientras estas últimas suelen tener poblaciones más grandes y móviles, dispersándose a lo largo de miles de kilómetros en migraciones estacionales en busca de alimento, las Kangiat prefieren las altas densidades y la relativa estabilidad del fiordo.

Aunque este descubrimiento es un avance significativo en nuestra comprensión de la diversidad en el Ártico, aún persisten misterios sobre cómo y dónde las focas anilladas de Kangia se aislaron inicialmente y adquirieron estas características biológicas únicas. El estudio deja la puerta abierta a la posibilidad de que otros fiordos en el Ártico alberguen otras variedades especiales de focas anilladas, sugiriendo que este descubrimiento podría ser solo la punta del iceberg.

Este hallazgo resalta la importancia de estudiar y comprender la diversidad de los organismos en el Ártico y cómo se adaptan a los cambios climáticos y las actividades humanas. Este conocimiento no solo es crucial para guiar los esfuerzos de conservación y gestión en el Ártico, protegiendo poblaciones y recursos únicos, sino que también tiene implicaciones más amplias para nuestra comprensión de los sistemas naturales y la diversidad marina global aún no descrita científicamente.

Según lo explicado por la Organización de la Naciones Unidas, si se mantienen las políticas actuales, la capa de ozono podría restablecerse. Esto se ha convertido en una posibilidad palpable, pues se ha encontrado una disminución de hasta 99% de sustancias químicas en la atmósfera desde 1989.

El nivel de progresión sería según lo prospectado por científicos de manera gradual y por regiones. eso significa que en la Antártida la recuperación podría suceder en el año 2066, en el Ártico se producirá por 2045, mientras que en el resto del mundo será en 2040.

Además de esto, la estratosfera superior también se ha recuperado de forma notable y ha disminuido la exposición de las personas a la radiación ultravioleta.

Esta noticia que sin duda emociona, ha provocado que el propio secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, declarará que las medidas adoptadas en relación con el ozono, son un procedente para la acción climática.

Además Meg Seki, es decir la secretaria ejecutiva del Secretariado del Ozono del Programa del Medio Ambiente de la ONU, calificó las conclusiones de los científicos como “una noticia fantástica” y añadió que. en los últimos 35 años se ha trabajado en la protección de la capa de ozono, mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial del consumo de sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas por completo y que lo seguirá haciendo, por muchos años más.

Según el panel científico del Protocolo, la eliminación del uso de hidrofluorocarburos (HFC) reducirá el calentamiento global entre 0,3 y 0,5 grados centígrados de aquí al 2100.

¿Cómo contribuir?

Muchas medidas podemos tomar como individuos para apoyar al planeta, entre ellos:

  • Usar bicicleta o transporte publico en medida de lo posible.
  • Dejar de lado los sprays o aerosoles que estén compuestos por CFC´s (cloro flúor y carbono)
  • Usar focos ahorradores.
  • Desconectar las tomas de corriente cuando no las estés usando.
  • Dejar de usar pinturas que contengan solventes.

La ruta está trazada para que el globo terráqueo pueda recuperarse.