En el trajín diario de las calles, millones de personas confían en los bastones guía para navegar por un mundo que, para algunos, se percibe en tonos de oscuridad. Sin embargo, la diversidad de estas herramientas va más allá del blanco comúnmente asociado. Es fundamental comprender el código cromático que revela no solo la discapacidad visual, sino también la auditiva, en un esfuerzo por mejorar la asistencia y comprensión hacia aquellos que los portan.

El bastón blanco, el más extendido y reconocido, indica que su usuario enfrenta una pérdida total de visión. Este instrumento, respaldado por la Organización Nacional de Ciegos Españoles, no solo es una guía práctica sino también un símbolo de la lucha diaria de las personas ciegas. En honor a este bastón, cada 15 de octubre se celebra el Día de la Seguridad del Bastón Blanco, recordándonos la importancia de la conciencia y el respeto.

Sin embargo, una historia menos conocida se revela en el bastón rojo y blanco. Designado por la Federación Mundial de Sordociegos, este bastón específico indica una doble lucha: la pérdida de la vista y la audición. La alternancia entre rojo y blanco en la parte inferior de este bastón no solo ofrece una identificación clara, sino que también destaca la necesidad de una comunicación más consciente y compasiva.

En el año 2016, este bastón rojo y blanco llegó a España, marcando un hito crucial para las personas sordociegas que, anteriormente, utilizaban el bastón blanco. Esta transición no solo simplificó la identificación, sino que también abrió las puertas a una comprensión más profunda de las necesidades específicas de aquellos que enfrentan la oscuridad visual y auditiva.

El bastón verde, menos común pero igualmente esencial, señala una baja visión. Aquellos que lo utilizan pueden ver, pero enfrentan limitaciones significativas en entornos específicos. Identificar a los usuarios del bastón verde es crucial para ofrecer asistencia cuando sea necesario, reconociendo la importancia de la inclusión y la empatía hacia aquellos que no están completamente ciegos pero enfrentan desafíos visuales considerables.

Finalmente, el bastón amarillo, aunque menos frecuente en España, reemplaza a los bastones blanco y verde en otros países. Este color alternativo destaca la diversidad en la identificación de discapacidades visuales, ofreciendo una paleta variada para reflejar las experiencias únicas de cada individuo.

En un mundo donde la empatía y la comprensión son fundamentales, conocer el significado detrás de los colores de los bastones guía es un paso vital hacia la construcción de un entorno más inclusivo. Más allá de las estadísticas y las declaraciones, está la realidad de quienes dependen de estos instrumentos para navegar por la vida. Cada color cuenta una historia única de resiliencia y determinación, recordándonos la importancia de ver más allá de la superficie y reconocer la diversidad en todas sus formas. Es importante que estas formas de vida de inclusión sean no sólo en España sino en el mundo entero.