¿Alguna vez imaginaste que un perro podría ser la clave para hacer las visitas al dentista menos aterradoras? 

En Quito, Ecuador, un labrador retriever llamado Aldo ha revolucionado la odontología pediátrica al convertirse en el primer perro asistente dental del país. Con su mirada tierna y su naturaleza calmada, Aldo no necesita herramientas ni conocimientos médicos: su presencia es suficiente para cambiar la experiencia de los niños que temen el sillón dental.

En el Centro de Odontología Infantil Parque Dental, Aldo trabaja tres días a la semana, acompañando a pequeños pacientes que enfrentan su miedo al dentista. “Es increíble cómo mi hijo ahora quiere venir al dentista solo para ver a Aldo”, comenta una madre emocionada. Este “dogtor” ha demostrado que el apoyo emocional puede ser tan importante como la tecnología más avanzada.

El secreto de Aldo está en su entrenamiento especializado. Durante dos años, aprendió a calmar y confortar a los niños en entornos estresantes. Mientras los pequeños pacientes reciben tratamiento, Aldo se queda a su lado, listo para ser acariciado o simplemente brindar compañía silenciosa. Para muchos, la ansiedad se disipa con un simple movimiento de su cola.

Los beneficios son notables. Los niños que antes temían ir al dentista ahora se sienten más relajados confiados. Incluso los padres han notado la diferencia: menos lágrimas, menos resistencia y más sonrisas.

El éxito de este adorable asistente dental ha inspirado a otros consultorios en Ecuador a considerar la inclusión de perros de asistencia. Además, este modelo innovador podría extenderse a hospitales pediátricos y clínicas de salud mental, demostrando que los perros no solo son el mejor amigo del hombre, sino también aliados en la salud emocional.

Así que, si alguna vez te encuentras en Quito, no olvides pasar por el consultorio donde trabaja Aldo, el “dogtor” que está conquistando corazones y borrando miedos.