¿Alguna vez imaginaste que un hongo podría ser tan pequeño como la punta de tu dedo?

Pues, en Taiwán, un diminuto hongo recién descubierto está causando revuelo en la comunidad científica. Conocido como Micena subcyanocephala, este peculiar hongo, que apenas mide un milímetro de alto, ha sorprendido a todos con su asombroso color azul, el cual se desvanece a medida que madura.

Eric Cho, un joven farmacéutico de 32 años, es el afortunado descubridor de esta seta única. Todo comenzó cuando su novia le señaló un extraño hongo en un trozo de madera cerca de Ch’shan Road, en el distrito Shilin de Taipei. Intrigado por el hallazgo, Cho decidió investigar más a fondo, llevándose el hongo a casa.

“Al principio, estaba decepcionado,” confesó Cho, refiriéndose al momento en que el vibrante azul del hongo se transformó en un blanco grisáceo mientras maduraba. Sin embargo, su determinación lo llevó a cuidar del hongo diariamente, rociándolo con agua para mantenerlo húmedo. Después de más de tres meses, su paciencia fue recompensada cuando apareció un nuevo ejemplar con un espectacular color azul.

El Micena subcyanocephala es un verdadero tesoro para la ciencia. Su color azul proviene de pigmentos específicos que le permiten absorber luz en ciertas longitudes de onda, un fenómeno que ha despertado el interés de los investigadores. Aunque su tamaño es minúsculo, este hongo tiene la capacidad de retener una gran cantidad de humedad, lo que le permite sobrevivir en las condiciones subtropicales de Taiwán.

Este hongo fue hallado el 17 de noviembre de 2022, y se ha observado solo ocho veces en las zonas tropicales de Taiwán. Es un miembro de la familia Mycenaceae, conocida por su capacidad fluorescente, aunque este hongo en particular no es comestible.

“Lo fascinante de la Micena subcyanocephala no es solo su color, sino su habilidad para camuflarse con su entorno,” explica un experto en micología. Su nombre, que significa “cabeza azul”, es un reflejo de su impresionante coloración en las primeras etapas de desarrollo.

Este descubrimiento no solo resalta la belleza y complejidad de la naturaleza, sino que también abre nuevas puertas para el estudio del reino fungi. Quién diría que algo tan pequeño podría esconder un mundo de misterios y maravillas. Así que la próxima vez que veas un hongo, tal vez te encuentres frente a otro tesoro natural aún por descubrir.