Holanda ha dado un paso más allá en la fusión entre arte, tecnología y sostenibilidad con la creación de una ciclovía única en su tipo: un sendero iluminado que brilla en la oscuridad, inspirado en la icónica pintura “La noche estrellada” de Vincent van Gogh. Si alguna vez soñaste con pedalear bajo un cielo de estrellas, ahora es posible hacerlo gracias a este impresionante homenaje.

La ruta para ciclistas Van Gogh-Roosegaarde, inaugurada el 13 de noviembre en Eindhoven, no solo rinde tributo a uno de los pintores más famosos del mundo, sino que también es un ejemplo de innovación. El sendero, de un kilómetro de longitud, está iluminado por miles de piedras luminosas que absorben la energía solar durante el día y la emiten en forma de un brillo sutil durante la noche. A esto se le suman luces LED que complementan la iluminación, creando un paisaje mágico.

Daan Roosegaarde, el artista detrás de este proyecto, explicó que su objetivo era crear “un lugar que las personas experimenten de manera especial”. Para él, esta combinación de tecnología y experiencia sensorial es lo que llama “tecno-poesía“, un concepto que invita a mezclar lo técnico con lo emocional para ofrecer una experiencia única a quienes recorren la ciclovía.

Este proyecto no solo es un tributo al arte de Van Gogh, sino también una muestra de cómo la tecnología puede integrarse de manera armoniosa con el entorno. Roosegaarde trabajó en colaboración con Heijmans Infraestructure, una constructora que también había colaborado previamente en las llamadas “Autopistas inteligentes”, que adaptan la señalización y la iluminación a las condiciones del tráfico.

La ciclovía Van Gogh-Roosegaarde es solo el inicio de Van Gogh 2015, un año de eventos culturales que conmemora el 125 aniversario de la muerte del pintor. Además, es parte de una ruta ciclista más extensa de 335 kilómetros, conocida como la “Ruta Van Gogh“, que conecta varios lugares importantes en la vida del artista, en la provincia de Brabante, donde nació.

Si eres amante del arte, la tecnología o simplemente buscas una experiencia de ciclismo fuera de lo común, esta ruta te ofrece la oportunidad de recorrer la misma tierra que inspiró a Van Gogh, pero bajo un cielo de estrellas que él mismo podría haber pintado.