Russell O’Grady, un nombre que se ha convertido en sinónimo de perseverancia y dedicación, se retira tras 32 años de trabajo en McDonald’s, donde no solo sirvió comida, sino también sonrisas y esperanza. Su historia comenzó en 1986, cuando, a los 18 años, entró por primera vez a la sucursal de Northmead McDonald’s en Sydney con un uniforme nuevo y un sueño por cumplir.

En una época en que a las personas con Síndrome de Down rara vez se les daba la oportunidad de trabajar, O’Grady desafió las expectativas y cambió la percepción social. Con el apoyo de Jobsupport, una iniciativa del gobierno australiano que ayuda a personas con discapacidad intelectual a encontrar empleo remunerado, Russell comenzó su carrera en McDonald’s. Su trabajo abarcó desde empacar cajas hasta limpiar, servir y cocinar, convirtiéndose rápidamente en una figura querida y respetada tanto por sus compañeros como por los clientes.

Russell se convirtió en un ícono local y un símbolo de inclusión. Personas de todas partes visitaban la tienda de Northmead solo para conocerlo. Su carácter afable y su actitud positiva hicieron de cada visita una experiencia especial para los clientes. Su hermano, Lindsey, compartió con The Daily Telegraph lo orgulloso que está de los logros de Russell. “Está un poco cansado al respecto, pero ama mucho su trabajo. A veces es bastante descarado. Es mi hermano mayor y me mantiene en línea”, comentó Lindsey.

Su padre, Geoff O’Grady, destacó cómo la carrera de Russell cambió la vida de toda la familia. “Alguien le preguntó una vez si era discapacitado y él respondió: ‘Solía ser cuando fui a la escuela, pero ahora trabajo en McDonald’s’”, recordó Geoff. Estas palabras reflejan la autoconfianza y el orgullo que Russell desarrolló a lo largo de los años, desafiando estereotipos y demostrando que las personas con discapacidades pueden tener vidas significativas y productivas.

En diciembre de 2018, después de más de tres décadas de trabajo, Russell decidió retirarse. Su gerente, Courtney Purcell, expresó el sentir de todo el equipo y los clientes habituales: “Tenemos clientes que vienen a ver a Russell los jueves y viernes, y el personal lo cuida, por lo que lo vamos a extrañar”. Esta despedida no solo marca el final de una era para el restaurante, sino también un momento emotivo para todos los que tuvieron la suerte de conocer a Russell.

Ahora, a los 52 años, Russell tiene planes emocionantes para su jubilación. Con más tiempo libre, planea dedicarse a una de sus pasiones: el boliche. Este nuevo capítulo en su vida le permitirá disfrutar de sus hobbies y pasar más tiempo con su familia y amigos, quienes han sido su mayor apoyo a lo largo de su carrera.

La historia de Russell O’Grady es un testimonio de la capacidad humana para superar barreras y desafiar expectativas. Su dedicación y trabajo duro no solo lo hicieron exitoso en su empleo, sino que también inspiraron a muchas personas con discapacidades y a sus familias, demostrando que todos merecen una oportunidad para mostrar su potencial.

En una sociedad donde la inclusión laboral de personas con discapacidades aún enfrenta desafíos, el legado de Russell O’Grady perdura como un faro de esperanza y un recordatorio de que con apoyo y determinación, todos podemos alcanzar nuestros sueños. Su jubilación es un merecido descanso después de 32 años de servicio ejemplar, dejando una huella imborrable en la comunidad de Northmead y más allá.

Hechos con avena y otros cereales, han llegado estos recipientes que te podrás comer al mismo tiempo que portan tu bebida caliente favorita.

Se trata de un emprendimiento llamado #GoodEdi y nació en Australia. Estas tazas están elaboradas con productos 100% naturales y su diseño está pensado para que tu puedas estar seguro de que, el contenido al interior, no se saldrá en ningún momento, pues la estructura es fuerte, aunque al mismo tiempo, crujiente y deliciosa durante un tiempo promedio de 45 minutos.

Por supuesto, la intención de sus creadores es luchar contra los millones de vasos de cartón desechables y de un solo uso que son vendidas por marcas de fama internacional o los vasos de unicel que se usan de manera indiscriminada y que, en muchas ocasiones, terminan en vertederos, en ríos y en océanos, generando un doloroso impacto en el medio ambiente y convirtiéndose en el alimento de animales acuáticos o marinos.

Las tazas de #GoodEdi, ya se venden en algunas ciudades australianas, tienen un costo de 1,25 dólares y aunque pareciera un costo elevado, no lo es tanto si piensas que la tacita es en si, es una galleta, por lo tanto, tienes el postre y tu bebida en una presentación súper diferente. Además y por si fuera poco, sabrás que tu bebida favorita estará siendo amigable con nuestro planeta.

Así que, un café, un té, un chocolate caliente pueden ser bebidos sin ningún miedo en estas tazas, cuyo diseño, además, es muy bonito.

Acá te dejamos su Instagram, para que se te antoje un poquito.

https://www.instagram.com/good_edi/

El chef mexicano, Indra Carrillo, fue reconocido con una estrella Michellin, que es uno de los máximos premios en el mundo de la gastronomía.

La estrella le fue otorgada, luego de que su trabajo en el restaurante “La Condesa” ubicado en Paris, Francia, fuera calificado como uno de los mejores del 2019.

Los jurados descubrieron que, desde su llegada en el año 2017, el chef Carrillo, le ha dado un sello característico a la cocina de este local parisino, que ofrece platillos donde se fusiona la cocina francesa con las sazones del mundo.

Indra nació hace 31 años en Cancún, estudió en Arte culinario y Management de Restauración y Hostelería en el Instituto Paul Bocuse de Lyon y tuvo la oportunidad de compartir mesa de trabajo con el también mexicano Enrique Olvera, en el prestigiado restaurante “Pujol”, para luego viajar al viejo continente y sumarse a las cocinas del “Ritz”en Londres, “Enoteca Pinchiorri” en Florencia y en Japón en el restaurante “Ginza Kojyu”

Esta por supuesto, no es la primera vez que el chef mexicano ha sido reconocido por su trabajo, si no que en años anteriores, fue ganador de premios como: “Young chef Award” en el 2016, “Revelation and Best New Chef” de la Guía Culinaria Pudlo 2018.

Soul Kitchen, es el nombre de la cadena de restaurantes, donde la gente sin recursos económicos, puede comer a cambio de lavar trastes.

Los comensales tienen dos opciones: Pueden hacer una donación significativa por sus alimentos o pueden pagar su comida, prestando sus servicios en la cocina. Una hora de trabajo, les da acceso a una comida de tres platos.

Esta iniciativa, es del famoso cantante Jon Bon Jovi, quien inauguró en el año 2011 la primera sucursal en Nueva Jersey, Estados Unidos y 2 años más tarde, abrió su segundo restaurante de beneficencia, situado muy cerca de Toms River, también en el país estadounidense.

Lo que busca esta leyenda del rock, es que el mundo entero, se de cuenta de lo fácil que es poder ayudar a una persona y demostrar que todos juntos podemos acabar con el hambre, un día a la vez.

Hasta la fecha, Soul Kitchen ha servido 91,300 comidas, de estás, el 49% han sido pagadas con trabajo voluntario y el 51% pagado con donativos.

El manifiesto de Soul Kitchen es: “Todos son bienvenidos en nuestra mesa”

Soul Fundation, es la fundación de Jon Bon Jovi, la cual tiene también un centro que aconseja a las personas sobre temas de salud, un banco de alimentos y una escuela para niños en situación de riesgo.

Chiles en nogada, mole, pozole, sopes, birria, barbacoa, son solo algunos de los platillos estrella, que se estarán presentando en el museo que llegará a la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos el próximo año, 2019.

El museo que tendrá por nombre “ La Plaza Cocina” busca hacer un recorrido por la cultura y la gastronomía mexicana y en su afán de entender como se relaciona de manera directa con nuestra identidad actual, nos llevará de paseo por las cocinas de antaño, aunque también mostrará la alta especialidad del día de hoy.

Pero este museo, quiere también que sus visitantes se lleven toda una experiencia. Es por ello que existirán diferentes talleres, clases de cocina, conferencias, clases magistrales y festivales culinarios para vivir la gastronomía mexicana desde el conocimiento, la preparación y la degustación.

La fecha de inauguración aún no se confirma, pero, lo que si sabemos, es que entre los participantes estarán: Maite Gomez-Rejón de ArtBite, Oscar Ochoa de El Machete, vinos de Baja, Todo Verde, Balam Mexican Kitchen, Pez Cantina, El Pirate D’Cordoba y Hard Frescos Brewing Co, entre muchos más.

México, una vez más, dando de que hablar en los Estados Unidos… Y sí, de que hablar, para bien.

Sí te tocó cocinar la cena navideña este 24 de diciembre, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) será entonces tu aliada, ya que, hasta el próximo 16 de diciembre, venderán pavos (Sí, leíste bien),  mismos que fueron criados por 150 alumnos de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM, de la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia (MVZ) del Centro de Enseñanza Agropecuaria, se encargaron de criar, cuidar, alimentar a las aves bajo los más estrictos estándares de calidad.

Alimentados con cacahuate molido y productos de la más alta calidad,  los estudiantes puma se encargaron de que estos guajolotes, tuvieran una dieta rica en proteína y energía, según lo que aseguró Valentino Villalobos, jefe de dicho Centro de Enseñanza.

El objetivo en la UNAM es que los estudiantes puedan acercarse a la investigación a través de la crianza de estos animales, ya que la gran mayoría de los alumnos,vienen de ciudades urbanizadas, con poca cercanía a las aves de corral.

Luego de este objetivo educativo, decidieron apoyar a la economía de varias docenas de familias mexicanas y fue por ello que decidieron poner a la venta, los pavos navideños a través de un módulo de venta, en el campo 4 de la FES.

El costo por kilo del ave oscila entre los 80 y 85 pesos, por lo que, si esta navidad pretendes cenar pavo, la máxima casa de estudios UNAM, también ha pensado en resolver ese tema, este diciembre.

¡Grande UNAM!