… Y a las colillas de los cigarros ¡También!

¡Buenas noticias para el planeta! Con el objetivo de ayudar a limpiar los océanos, la Unión Europea aprobó una legislación que prohíbe el uso de plásticos de un solo uso a partir de 2021 y estableció también la meta de recolectar y reciclar el 90 por ciento de las botellas de plástico para el 2029.

Los artículos de plástico desechables como platos, cubiertos, cotonetes y popotes en los países que integran el bloque serán los que no podrán volver a ser comprados, usados y por ende desechados, buscando con ello reducir el impacto que generan en el medio ambiente.

Según el Consejo Europeo, este tipo de plásticos y productos representan más del 70 por ciento de la basura marina, cuyos residuos son ingeridos la mayoría de las veces por especies como las tortugas, ballenas, peces y aves, provocándoles la muerte.

Pero esta iniciativa en pro del planeta, no se quedará solo en plásticos, sino que la industria tabacalera tendrá que sumarse, ya que de acuerdo con la nueva legislación aprobada y bajo el principio: “Quien contamina paga” las industrias dedicadas a la producción de cigarros tendrán que cubrir los costes de recogida y reciclado de los filtros restantes, filtros que según estudios, ocupan el primer lugar en contaminantes del planeta.

Sin lugar a dudas es un gran reto, pero un desafío que le dará un respiro al planeta.

‘Un pequeño paso para mí, pero un gran paso para la inclusión’

Así es como Matías Alanís Álvarez describe que hoy, sea el primer profesor de la UNAM con discapacidad motriz en la historia. Por supuesto, este sueño no lo logró sólo y no le tomó poco tiempo.

Matías tiene encefalopatía atetoide, que es un trastorno permanente y no progresivo, que le impide controlar sus movimientos, además de que tiene una elevada miopía, por lo que es prácticamente una persona con ceguera. Su habla, también se ha visto comprometida.

Sin embargo, esto no le imposibilitó cumplir uno de sus principales objetivos, que era ser alumno de la Universidad Nacional Autónoma de México y matricularse en la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública, en donde gracias a la modalidad de estudio a distancia, pudo tomar clases desde su natal Guadalajara, apoyado por su computadora y sobre todo por su mamá, que lo impulsó a no darse por vencido.

Años más tarde, logró no sólo titularse, si no que además lo hizo con Mención Honorífica gracias a la defensa impecable de su tesis: “Los mecanismos de preservación del sistema político mexicano”, Había logrado cumplir su sueño, pero ahora tenía uno más grande en la mente: Convertirse en profesor de su alma mater, la UNAM.

Lo primero que hizo, fue conseguir su primer empleo en la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia y cuya meta es lograr hacer más accesible la educación a personas con discapacidad. Luego y como una situación del destino, le pidieron que un ensayo, mismo que fue evaluado junto con su currículum y en el menor tiempo de lo que se hubiera imaginado, Matías, fue matriculado como profesor, el primero en la historia de la UNAM, con discapacidad.

“Acabo de firmar mi contrato de profesor del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM “ fueron las palabras que utilizó en sus redes sociales para dar a conocer públicamente la noticia, una que no sólo es buena para él, si no que, como el aseguró, un gran paso para las personas con discapacidad.