… Y a las colillas de los cigarros ¡También!

¡Buenas noticias para el planeta! Con el objetivo de ayudar a limpiar los océanos, la Unión Europea aprobó una legislación que prohíbe el uso de plásticos de un solo uso a partir de 2021 y estableció también la meta de recolectar y reciclar el 90 por ciento de las botellas de plástico para el 2029.

Los artículos de plástico desechables como platos, cubiertos, cotonetes y popotes en los países que integran el bloque serán los que no podrán volver a ser comprados, usados y por ende desechados, buscando con ello reducir el impacto que generan en el medio ambiente.

Según el Consejo Europeo, este tipo de plásticos y productos representan más del 70 por ciento de la basura marina, cuyos residuos son ingeridos la mayoría de las veces por especies como las tortugas, ballenas, peces y aves, provocándoles la muerte.

Pero esta iniciativa en pro del planeta, no se quedará solo en plásticos, sino que la industria tabacalera tendrá que sumarse, ya que de acuerdo con la nueva legislación aprobada y bajo el principio: “Quien contamina paga” las industrias dedicadas a la producción de cigarros tendrán que cubrir los costes de recogida y reciclado de los filtros restantes, filtros que según estudios, ocupan el primer lugar en contaminantes del planeta.

Sin lugar a dudas es un gran reto, pero un desafío que le dará un respiro al planeta.

Erika nunca ha enfrentado la vida con miedo, de hecho es una mujer que quiere comerse al mundo a cada paso, pasos que hace poco parecían imposibles de dar e incluso estaban contados para llegar a su fin en poco tiempo.

Recibir un diagnóstico de lupus a los 20 años fue impactante para ella, quien siendo bailarina no sólo realizaba una intensa actividad física, sino que cuidaba su alimentación y mantenía una vida ordenada. “Imagínate, mi madre había sido bailarina y era la maestra, había mucha disciplina en mi vida y de repente te dicen que tienes lupus”.

El lupus que Erika padecía emprendió el ataque en contra de su cuerpo; en poco tiempo sus riñones se vieron afectados y la función renal decrecía aceleradamente, los niveles de creatinina estaban fuera de todo parámetro y había que tomar decisiones: entrar a hemodiálisis o recibir un trasplante.

“No estaba dispuesta a entrar a la hemodiálisis, no quería dejar de ser yo y opté por aferrarme a mis deseos y a mi futuro”, cuenta Erika. “Entendí que nada iba a funcionar si yo no quería”.

El momento era crítico, los doctores le habían dicho que le quedaban solamente semanas de vida, pero Erika seguía preguntando cuándo podría regresar a bailar o convertirse en madre. “Posiblemente podía vivir 10 años en una caja de cristal o sólo uno a plenitud, siendo yo misma”.

Fuerte y claro, Erika optó por el trasplante. Las primeras opciones estaban en su hogar, sus padres, su hermano, su hermana. La más entusiasta en ser su donadora era su hermana, sin embargo, en ese momento era menor de edad, le faltaban dos meses para cumplir los 18 años y por Ley no podía tomar la decisión de ser donadora y además, en ese momento, ya no podían esperar cuatro semanas más.

Ocupada en encontrar un donador, pero no desesperada, Erika seguía buscando opciones cuando una amiga suya, Gaby, a quien conoció en primero de primaria y con la cual había compartido la vida a largo de los años, las pijamadas, las fiestas de cumpleaños, las confidencias de adolescentes y las vivencias de las mujeres en que se habían convertido, escuchó una conversación entre Erika y su hermana en la que lamentaban la casi nula cultura de la donación de órganos en México.

Gaby intervino de forma natural en la charla, como tantas otras veces a lo largo de los años: “tengo tú mismo tipo de sangre, yo puedo ser tu donadora”.

Las palabras de Gaby las sorprendieron y, al mismo tiempo, les dieron esperanza por lo que de inmediato pusieron en marcha el plan. Llegó el momento de hacer análisis de compatibilidad y sí, Erika y Gaby eran compatibles, podían ser receptora y donadora, respectivamente.

Aún quedaba mucho por hacer para llegar al día del trasplante como recibir orientación psicológica. “Nos llamaron a las dos y nos dijeron ‘tienen que entender por qué hacen esto. Debes comprender que no le debes la vida a Gaby’, pero sí se la debo, me dio algo muy grande, ¿cómo le compenso lo que me dio?, eso que se llama vida”, cuenta Erika.

Durante este proceso, Erika pasaba por un momento físico y emocional intenso. “Las toxinas en mi cuerpo me tenían toda envenenada, necesitaba limpiarme física y emocionalmente, por ello me aferré a ser quien soy. Muchos no entendían, pues me veían riendo, cuidando de mí, más allá de la salud, hubo quien no creía lo enferma que estaba y ni que estaba muriendo”.

Ese cúmulo de emociones y cuidados no eran todo lo que Erika estaba viviendo, pues también enfrentaba la falta de recursos para su cirugía de trasplante por lo que emprendió la campaña #ErikaQuiereVivir, buscando fondos para su operación. El apoyo no se hizo esperar y creció, gracias a un gran grupo de amigos, al apoyo de personas con quienes se reencontró y de otras nuevas a quienes descubrió en el camino quienes lo mismo aportaban recursos económicos, que le ofrecían ayuda para acompañarla a sus consultas médicas o le daban consejos sobre qué comer y cómo cuidarse.

Al mismo tiempo, Gaby se preparaba para el momento de la donación. Su familia, especialmente su abuelo, se sentían mucho más orgullosos de ella, de esa gran amiga a quien al preguntarle, por qué decidió ser donadora, daba una respuesta contundente: “por las ganas de vivir de Erika”.

Así llegó el día del trasplante. Horas antes y en agradecimiento a toda la gente que se sumó a #ErikaQuiereVivir, hubo un encuentro que se volvió fiesta en la cafetería del hospital. “Recibir todo ese cariño fue la mejor experiencia de mi vida, aunque me estaba muriendo. En ese momento estaba preparada para morir y para vivir”.

La operación fue un éxito y el riñón de Gaby fue bien recibido por el cuerpo de Erika. A las pocas horas, ambas estaban bien y recuperándose. Pronto Gaby retornaría a su vida normal y Erika estaría recuperando la suya, y ahora con una amistad más grande y fuerte entre ambas.

La de ellas es una historia de éxito en un país donde hay 21 000 personas esperando un trasplante y es que en México, por cada millón de habitantes, sólo el 5.8% de la población es donante.

Erika hoy impulsa activamente la cultura de la donación de órganos porque para ella, los donadores son Héroes por la Vida

Chiles en nogada, mole, pozole, sopes, birria, barbacoa, son solo algunos de los platillos estrella, que se estarán presentando en el museo que llegará a la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos el próximo año, 2019.

El museo que tendrá por nombre “ La Plaza Cocina” busca hacer un recorrido por la cultura y la gastronomía mexicana y en su afán de entender como se relaciona de manera directa con nuestra identidad actual, nos llevará de paseo por las cocinas de antaño, aunque también mostrará la alta especialidad del día de hoy.

Pero este museo, quiere también que sus visitantes se lleven toda una experiencia. Es por ello que existirán diferentes talleres, clases de cocina, conferencias, clases magistrales y festivales culinarios para vivir la gastronomía mexicana desde el conocimiento, la preparación y la degustación.

La fecha de inauguración aún no se confirma, pero, lo que si sabemos, es que entre los participantes estarán: Maite Gomez-Rejón de ArtBite, Oscar Ochoa de El Machete, vinos de Baja, Todo Verde, Balam Mexican Kitchen, Pez Cantina, El Pirate D’Cordoba y Hard Frescos Brewing Co, entre muchos más.

México, una vez más, dando de que hablar en los Estados Unidos… Y sí, de que hablar, para bien.

La directora de orquesta mexicana, Alondra de la Parra, ha sido nombrada como: “La mujer del año 2018” distinción que le fue otorgada por el Patronato Nacional.

En un evento que se llevo a cabo al interior del Museo Nacional de Antropología e Historia,  (¡Qué mejor!) #AlondradelaParra recibió la medalla, que reconoce toda su labor, sus aportes y su compromiso con la cultura y la música, no sólo en México, sino en todo el mundo.

Hay que recordar que apenas el año pasado, la directora mexicana se convirtió en la primera mujer en dirigir la Orquesta Sinfónica de Queensland, es también la primera mexicana en dirigir en Nueva York y por todo ello, es Embajadora Cultural Oficial de México.

Como sabemos que la mejor manera de honrar a ésta artista es escucharla, pues te dejamos acá un poquito de ella… Que además viene con Ely Guerra, Denise Gutiérrez y Natalia Lafurcade ¡Enjoy!