Los héroes no siempre necesitan capa. A veces, una palabra oportuna puede salvar una vida.

Esta vez, el protagonista es Jon Bon Jovi, quien sorprendió al mundo al evitar una tragedia en Nashville, Tennessee. Mientras se encontraba grabando un videoclip, el icónico cantante de rock hizo algo más que entretener: salvó a una mujer que intentaba arrojarse de un puente.

El martes por la noche, Bon Jovi y su equipo estaban cerca del puente peatonal de Seigenthaler, sobre el río Cumberland, cuando se encontraron con una mujer en situación de crisis. A través de la cuenta de X del Departamento de Policía Metropolitana de Nashville, se confirmó la noticia: el cantante intervino de manera decisiva para convencer a la mujer de que abandonara la cornisa del puente y se pusiera a salvo.

El jefe de la policía, John Drake, elogió el acto de Bon Jovi en un comunicado, diciendo: “Se necesita de todos nosotros para ayudar a mantenernos a salvo”. Estas palabras resumen el papel que cualquier persona puede desempeñar en momentos cruciales, recordándonos que todos tenemos la capacidad de ser héroes en algún momento.

Un vídeo de la intervención, publicado inicialmente en YouTube, fue retirado por “infringir las normas de la comunidad”, pero algunos medios locales como The Tennessean todavía lo tienen disponible. En el vídeo, se puede ver a Jon Bon Jovi manteniendo la calma, apoyándose en la barandilla del puente mientras dialoga con la mujer. Sin prisa y con una serenidad impresionante, logra que la mujer pase de la cornisa a un lugar seguro.

A pesar de los pedidos de los medios, Bon Jovi ha preferido no hacer declaraciones para proteger la privacidad de la mujer, demostrando que su acto de heroísmo no buscaba los reflectores, sino simplemente ayudar.

Este no es el primer gesto de solidaridad de Jon Bon Jovi. A través de su fundación, JBJ Soul Foundation, que dirige junto a su esposa Dorothea Hurley, el cantante ha dedicado su vida a causas sociales, enfocándose en la lucha contra el hambre, la pobreza y la falta de vivienda. “Creemos en maximizar el potencial humano de las personas afectadas por estas problemáticas, ofreciendo programas de asistencia social, comida y vivienda asequible”, explican desde su organización.

Jon Bon Jovi no solo sigue siendo una leyenda en el mundo de la música, sino también un ejemplo de compasión y humanidad. Una vez más, nos recuerda que, en un mundo lleno de desafíos, una mano amiga puede marcar toda la diferencia.

En un rincón del Himalaya, la pequeña nación de Bután ha grabado su nombre en la historia al convertirse en el primer país del mundo en esterilizar y vacunar a toda su población de perros callejeros. 

Este monumental logro fue anunciado por el Primer Ministro de Bután, Lotay Tshering, marcando el final del Proyecto Nacional de Gestión de la Población Canina y Control de la Rabia, una odisea de 14 años que transformó la realidad de miles de caninos sin hogar.

El programa, implementado con el apoyo invaluable de la organización benéfica Humane Society International (HSI), ha sido un ejemplo de compromiso y perseverancia. Más de 150,000 perros callejeros fueron esterilizados y vacunados con éxito, un testimonio del poder de la colaboración entre gobiernos y organizaciones dedicadas al bienestar animal.

Bután, conocido por sus paisajes deslumbrantes y su enfoque progresista, ha demostrado que las naciones pueden liderar no solo en el ámbito medioambiental sino también en la protección de sus habitantes más vulnerables, incluso aquellos de cuatro patas. 

Lotay Tshering resaltó la finalización exitosa del proyecto, subrayando que también se colocaron microchips en 32,000 perros, proporcionando un seguimiento adicional para garantizar su bienestar.

Sin embargo, la magnitud de este logro se ve acentuada por la sombra de la triste realidad que enfrentan millones de perros callejeros en Asia. Estos animales a menudo luchan contra el hambre, infecciones parasitarias, enfermedades no tratadas y lesiones causadas por accidentes de tráfico, así como el peligro constante de persecución directa y sacrificios inhumanos.

La iniciativa de Bután destaca la importancia de abordar la superpoblación canina y los desafíos de bienestar animal en una escala global. Humane Society International, la organización benéfica que respaldó este proyecto, subraya que aproximadamente 300 millones de perros callejeros en Asia enfrentan adversidades similares. Este logro no sólo significa un paso hacia el control poblacional sino también hacia la mejora de la calidad de vida de estos leales compañeros.

Bután no sólo ha esterilizado y vacunado perros, sino que ha enviado un mensaje al mundo sobre la importancia de tratar a los animales con compasión y dignidad. En un continente donde la venta y el consumo de carne de perro son prácticas lamentablemente comunes, este logro destaca el cambio de percepción y las crecientes voces en contra de tales prácticas.

La noticia de este hito resonará más allá de las montañas del Himalaya, inspirando a otras naciones a emprender esfuerzos similares. En un mundo donde los desafíos para la vida animal son numerosos, Bután ha demostrado que, con determinación y colaboración, es posible lograr cambios significativos. Es un recordatorio emotivo de que, incluso en la lucha por los más pequeños, la humanidad puede escribir historias de esperanza y compasión.

Levante la mano el que ha llorado con títulos de películas como La lista de Schindler, Cinema Paradiso, Querido John, El Gran Pez, Dolor y Gloria, Ghost, Titanic, El pianista, Hachiko, Coco, El Rey León, entre muchas más.

Uno pensaría que el llorar es un signo de debilidad o que uno es demasiado sensible ante las películas que te hacen llorar; no obstante ahora los psiquiatras te dicen lo contrario: tienes inteligencia emocional. El neurocientífico Paul Zak ha estudiado los efectos de las historias convincentes y ha demostrado que mirarlas puede provocar la liberación de oxitocina.

Resulta que el llorar es una respuesta emocional que suele estar relacionada con la liberación de oxitocina, que se desencadena por las conexiones emocionales que se forman a través de las experiencias sociales retratadas en la película.

La oxitocina se asocia con mayores sentimientos de empatía y compasión, intensificando aún más los sentimientos de conexión social con las señales sociales de los personajes de la película. ¡De ahí el repentino estallido emocional! Así que cuando lloras durante una película, no te mortifiques y llora tranquilamente. Significa que tu atención está profundamente comprometida y que el argumento ha conseguido provocar emociones fuertes.

La oxitocina es mejor conocida por su papel en el parto y la lactancia, aumentando las contracciones durante el trabajo de parto y estimulando los conductos lácteos. También se libera en respuesta al contacto físico positivo como los abrazos, besos, intimidad sexual e incluso acariciar animales, así como a través de interacciones sociales positivas. En consecuencia, se le ha llamado “la hormona del amor”.

Las buenas películas nos transportan al mundo de sus personajes: a ver como ellos ven, a sentir como ellos sienten e incluso a identificarnos totalmente con un personaje en algunos casos. Aunque sabemos que las películas no son reales, estamos tan absortos que reaccionamos emocionalmente como si lo fueran. Así que ya no te ocultes llorando en silencio, ni digas “se me metió una basurita al ojo”, libérate sollozando repentinamente sin control ante las películas que están cuidadosamente diseñadas para involucrarnos y ser profundamente absorbentes.

De acuerdo con el neurocientífico, Robert Froemke, investigaciones recientes muestran que la oxitocina tiene un impacto aún más amplio y actúa como un «control de volumen», que amplifica la actividad cerebral relacionada con lo que sea que la persona esté experimentando en ese momento. Por lo tanto, aunque la oxitocina puede tener como objetivo biológico garantizar fuertes lazos sociales, también sirve para mejorar las respuestas emocionales.

La inteligencia emocional es la capacidad de identificar y regular las propias emociones y de comprender y gestionar las emociones de los demás. Según el psicólogo Daniel Goleman, la empatía es una de las cinco características clave de la inteligencia emocional, junto con la autoconciencia, la autorregulación, la motivación y las habilidades sociales.

Se ha demostrado que una alta inteligencia emocional está asociada con un liderazgo eficaz, el éxito profesional y el rendimiento académico, así como con mejores relaciones sociales e íntimas. Se vincula con la salud y el bienestar psicológico y físico, y una mayor inteligencia emocional ayuda a lidiar con el estrés y los conflictos.

Llorar en respuesta a una película revela una gran empatía, conciencia social y conexión, todos los aspectos de la inteligencia emocional. Como tal, es un indicador de fortaleza personal más que de debilidad. En conclusión sollozar abiertamente puede ser un signo particular de fortaleza, ya que muestra que una persona no tiene miedo de mostrar su reacción emocional a los demás.