En un esfuerzo sin precedentes para combatir la contaminación plástica, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció que la ciudad prohibió el plástico de un solo uso durante los Juegos Olímpicos de 2024. 

Esta medida fue anunciada durante la sesión del Foro Internacional de Alcaldes contra la Contaminación por Plásticos la cual marca un hito en la lucha global contra los residuos plásticos, y coloca a París como líder en sostenibilidad y protección ambiental.

“Hemos decidido hacer de los Juegos Olímpicos el primer gran evento sin plástico de un solo uso. Por ello, los visitantes de los sitios temporales de competencia de los Juegos Olímpicos en París solo serán admitidos sin botellas de plástico”, declaró Hidalgo, subrayando el compromiso de la ciudad con el medio ambiente. Esta decisión no solo busca reducir la contaminación durante el evento, sino también establecer un nuevo estándar para futuros eventos globales.

En una colaboración histórica, Coca-Cola, uno de los principales patrocinadores de París 2024, ha decidido apoyar la iniciativa de la alcaldesa Hidalgo. El gigante de las bebidas distribuirá sus productos en botellas de vidrio reutilizables y a través de más de 200 fuentes de refrescos instaladas en las sedes olímpicas. Esta acción es un paso significativo hacia la reducción de residuos plásticos y promueve una cultura de reutilización y reciclaje.

“La crisis de los residuos plásticos es un problema global importante. Cada año, 14 mil mamíferos y 1.4 millones de aves marinas mueren debido a la ingestión de desechos plásticos”, informó la oficina de Hidalgo en un comunicado. Estas cifras alarmantes reflejan la urgencia de tomar medidas decisivas para proteger nuestro planeta.

Los organizadores de París 2024 también han establecido objetivos ambiciosos para reducir a la mitad la huella de carbono en comparación con los Juegos Olímpicos anteriores en Río 2016 y Londres 2012. Este compromiso con la sostenibilidad no solo abarca la eliminación del plástico de un solo uso, sino también la implementación de prácticas ecológicas en todos los aspectos del evento.

Justine Laurent, responsable de asesorar a la capital francesa en economía circular recordó que la ley en Francia ya prohibía muchos plásticos de un solo uso como la tapa de los envases para cafés y bebidas calientes y que los restaurantes aplican una reducción de precio a quienes proporcionan su propia taza para llevar.

El combate contra la contaminación plástica está alcanzando nuevas alturas con una innovación emocionante: envases para alimentos comestibles hechos de algas marinas. En un mundo donde el plástico de un solo uso representa más del 50% del problema de los desechos plásticos, esta alternativa sostenible ofrece una luz al final del túnel.

Las estadísticas son claras y alarmantes: se compran un millón de botellas de plástico cada minuto en todo el mundo, mientras que hasta 5 billones de bolsas de plástico de un solo uso se utilizan en todo el mundo cada año. Si continuamos al ritmo actual, se proyecta que habrá más plástico en el océano que peces para el año 2050. Ante este desafío monumental, Wenwen Fan del Royal College of Arts se ha propuesto encontrar una solución.

Las algas marinas emergen como una respuesta prometedora. Además de su versatilidad como alimento básico en las dietas asiáticas y para el cuidado de la piel, las algas marinas ofrecen propiedades únicas que las convierten en una opción ideal para envases comestibles. Hechos de algas y extractos vegetales, estos envoltorios no solo son biodegradables, sino que también agregan un valor nutricional adicional a los alimentos, proporcionando vitaminas, minerales y polisacáridos que benefician la salud intestinal.

El proceso de creación de estos envases es meticuloso y innovador. El extracto de algas se deshidrata y se prueba a diferentes temperaturas para garantizar su calidad y seguridad. Los prototipos se pueden personalizar para diferentes sabores y nutrientes, ofreciendo una experiencia culinaria única y saludable.

Bajo el nombre de Seaweed U, esta iniciativa no solo busca ofrecer una solución práctica a la contaminación plástica, sino también promover una dieta más saludable y basada en plantas. Con tres escenarios sugeridos de uso, desde bocadillos saludables hasta bolsas disolubles de una sola porción y experiencias culinarias creativas, Seaweed U se propone cambiar la forma en que pensamos sobre la comida y el embalaje.

El impacto potencial de las algas marinas en la lucha contra el cambio climático también es digno de mención. Los científicos estiman que la creación de redes de cultivo de algas marinas en solo el 9% de los océanos del mundo podría compensar completamente las emisiones de carbono, brindándonos una ventana crucial para abordar el problema de los plásticos.

Al optar por envases comestibles hechos de algas marinas, no solo estamos protegiendo nuestros océanos y reduciendo la contaminación plástica, sino también mejorando nuestra salud y la salud de nuestro planeta.