Un innovador avance en la producción de biocombustibles está iluminando el horizonte verde de la industria energética, ya que un equipo de científicos chinos liderados por el profesor Shen Jian ha desarrollado una tecnología de vanguardia para fabricar biodiésel con un contenido de biomasa que supera el 40%. Este hito representa un paso monumental hacia la descarbonización del transporte, destacando un compromiso con fuentes de energía más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Hasta la fecha, el promedio mundial de contenido de biomasa en combustibles ha rondado el 10%, lo que hace que este avance sea especialmente significativo en el panorama de la lucha contra el cambio climático. 

Utilizando biograsas para reemplazar componentes de la refinación del petróleo crudo, los científicos han creado biodiésel automotriz sin depender de la transesterificación, una técnica que ha sido señalada por sus emisiones ambientales significativas.

Este logro no solo representa una victoria técnica sino también un paso hacia la sostenibilidad. El biodiésel, aunque se presenta como una alternativa prometedora al petróleo, ha sido objeto de críticas debido a su huella ambiental. 

Un estudio de la Comisión Europea señaló que la producción de un litro de aceite de biodiésel conlleva un 80% más de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con su contraparte fósil. La transesterificación, que representa el 68% de este impacto, se ve eliminada por la nueva tecnología.

Shen Jian, líder del proyecto, destaca que un mayor contenido de biomasa en el biodiésel conlleva beneficios tangibles en ahorro de energía y reducción de emisiones de carbono. La tecnología propuesta promueve un combustible biodiésel más ecológico, alineándose con los estándares de emisiones y contribuyendo al objetivo de la neutralidad de carbono.

La agencia local de supervisión e inspección ha respaldado la calidad del biodiésel resultante, confirmando que cumple con los estándares para vehículos domésticos. La estabilidad oxidativa, resistencia a la corrosión, lubricidad y su impacto ambiental positivo distinguen a este combustible derivado de biomasa.

Los científicos, en colaboración con empresas, buscan llevar esta innovación a una escala industrial. Se espera que la unidad de producción resultante pueda generar hasta 2 millones de toneladas de este biocarburante revolucionario, marcando un hito en la carrera global hacia combustibles más sostenibles.

Este avance es parte de una tendencia mundial hacia combustibles más respetuosos con el medio ambiente. A medida que la conciencia sobre los riesgos para la salud derivados de la contaminación del aire crece, iniciativas gubernamentales y esfuerzos de investigación están dedicando recursos considerables a la creación de combustibles más limpios y sostenibles. Este paso innovador ofrece una esperanza tangible para un futuro más ecológico y saludable a medida que la ciencia y la industria convergen en la búsqueda de soluciones sostenibles.

Portugal logró en ser el primer país en lograr una hazaña ecológica notable como el de durar seis días seguidos, 31 de octubre al 6 de noviembre del 2023, dependiendo únicamente de la energía eólica, hidráulica y solar; todo funcionó, desde los cargadores de teléfonos celulares, hasta las grandes fábricas, ninguno falló. Con este precedente, el país ha alcanzado un hito impresionante al funcionar exclusivamente con energías renovables. Por cierto, el récord anterior fue alcanzado en el año 2019, con 131 horas de saldo energético positivo.

La compañía Redes Energéticas Nacionais de Portugal fue la encargada de anunciar en un comunicado vía redes sociales el hecho histórico en la producción de energías renovables. Mientras que entre el 1 y el 5 de noviembre, durante 95 horas consecutivas, la producción de electricidad de energías renovables superó el consumo eléctrico sin tener que recurrir a las centrales de gas natural de ciclo combinado. Por lo que Portugal pudo exportar el excedente de energía a España y superar el anterior récord, establecido en 2018, con 52 horas consecutivas.

Portugal con una población de 10 millones de habitantes, demostró el éxito de una prueba de funcionamiento de la red sin combustibles fósiles el cual se alinea con el compromiso de construir energías renovables y el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono en 2050. La transición hacia fuentes de energías renovables está redefiniendo el panorama eléctrico global, y así emerge como un destacado pionero en esta transformación. Asimismo del proceso de descarbonización de la red del país pasa por reducir la dependencia de la generación de gas, con planes para eliminarla por completo en 2040. Este logro se atribuye en gran medida a las constantes lluvias y fuertes vientos que han azotado la costa Atlántica en las últimas semanas.

Sin embargo, para reducir aún más la dependencia del gas natural como respaldo, el país está llevando a cabo iniciativas clave, como la expansión de la energía eólica marina, la modernización de proyectos eólicos terrestres y la ampliación de las instalaciones solares. Además, se están explorando soluciones innovadoras de almacenamiento en baterías para abordar la intermitencia inherente a las energías limpias.

A pesar de estos avances, Portugal se enfrenta a desafíos políticos que podrían ralentizar su transición por lo que mantiene su compromiso de alcanzar la neutralidad de emisiones para el año 2050, superando incluso los objetivos establecidos por la Unión Europea. El cierre de las plantas de carbón y la ambición de eliminar por completo el gas natural para 2040 destacan el enfoque decidido del país hacia un futuro sostenible. 

Portugal se destaca como un ejemplo de cómo un país puede avanzar hacia un sistema eléctrico basado en energías limpias, prescindiendo incluso de la energía nuclear. Su éxito demuestra que la combinación de condiciones climáticas favorables, inversiones en energías renovables y la diversificación de fuentes puede allanar el camino hacia un futuro libre de emisiones y sostenible.

Hasta ahora, sólo seis países han alcanzado la neutralidad de carbono, lo que significa que ya no contribuyen al cambio climático. Pero estos países (Bután, Comoros, Benin, Gabón, Camboya y Guyana) son pequeños, mientras que Portugal tiene una población de 10,33 millones de habitantes.