¿Te imaginas ir a un restaurante donde no hay precios en el menú y pagar con donaciones o incluso con tu tiempo?

Eso es justo lo que ofrece Jon Bon Jovi con su cadena de restaurantes solidarios Soul Kitchen, un lugar donde nadie se queda sin comer, sin importar su situación económica.

El vocalista de Bon Jovi decidió usar su fama para algo más que la música: combatir el hambre y ayudar a los más vulnerables. En Soul Kitchen, las personas pueden disfrutar de una comida deliciosa y pagar lo que puedan, o simplemente ofrecerse como voluntarios, lavando platos o ayudando en lo que haga falta. “Aquí no importa cuánto dinero tengas, todos son bienvenidos a nuestra mesa”, comenta el propio Bon Jovi.

El concepto es simple pero poderoso: no hay precios, solo una sugerencia de donación de 20 dólares. Pero si no puedes pagarlo, ¡no pasa nada! Puedes colaborar con tu tiempo. Desde su primer local en New Jersey en 2014, Soul Kitchen ha servido más de 105,000 comidas, y más de la mitad de ellas han sido costeadas gracias a las donaciones de los comensales.

Los restaurantes Soul Kitchen no son solo un lugar para comer, sino un espacio donde la comunidad se une. “Queremos que todos se sientan parte de esto, sin importar su situación”, explica Jon Bon Jovi. Aquí, las comidas son caseras y preparadas con ingredientes locales, apoyando también a los agricultores de la zona.

Lo que empezó como un sueño, hoy es una realidad con dos restaurantes completamente sostenibles. La fundación de Jon Bon Jovi gestiona los ingresos y los reinvierte para seguir creciendo y ayudando a más personas. Además, los clientes que pueden permitírselo suelen pagar de más para cubrir la comida de alguien más, manteniendo viva la esencia solidaria del proyecto.

Con su lema “All are welcome at our table”, Jon Bon Jovi demuestra que su compromiso va más allá de los escenarios. Los restaurantes Soul Kitchen son una muestra de que con un poco de empatía y solidaridad, podemos hacer un gran cambio. Así que, si alguna vez estás en New Jersey, no dudes en pasar por uno de estos locales donde, más que una comida, encontrarás un ejemplo de cómo todos podemos aportar a un mundo mejor.

En tiempos de incertidumbre y aislamiento, historias de bondad y conexión humana nos recuerdan la importancia de la empatía y la comunicación. Tal es el caso de Tallulah, una niña británica que, durante la cuarentena por COVID-19, desarrolló una tierna amistad con Tim, un cartero sordo.

Todo comenzó cuando Tallulah y su madre, Amy Roberts, se encontraron con Tim, el repartidor de la compañía Hermes, que pasaba frente a su casa una o dos veces por semana. Tim, que es sordo, enfrentaba desafíos para comunicarse con la mayoría de las personas en su ruta. Sin embargo, Tallulah decidió que quería conocer y hablar con él, pese a la barrera del lenguaje.

Amy, al ver el interés y la bondad de su hija, tomó la iniciativa de enseñarle a Tallulah la lengua de señas británica para que pudiera comunicarse con Tim. Así comenzó una hermosa historia de amistad y aprendizaje.

El vínculo entre Tallulah y Tim se fortaleció cuando la pequeña le dibujó un cartel con la palabra “gracias”. Tim, conmovido por el gesto, decidió llevar el cartel con orgullo en su furgoneta, convirtiéndolo en un símbolo de su conexión especial. Amy compartió esta conmovedora historia en las redes sociales, publicando un video donde explicaba cómo había surgido la amistad y cómo su hija había aprendido la lengua de señas para hablar con su nuevo amigo.

“Al principio del encierro, Tallulah le dibujó un cartel donde ponía ‘gracias’ y todavía lo lleva con orgullo en su furgoneta. Han construido una gran amistad en las últimas semanas”, escribió Amy en el tuit que acompañaba el video. La publicación rápidamente se viralizó, generando múltiples reacciones y destacando la bondad y la empatía de Tallulah.

La historia de Tallulah y Tim tocó el corazón de miles de personas en las redes sociales. Los comentarios elogiaban la iniciativa de la niña y su madre, destacando cómo pequeños actos de bondad pueden tener un impacto significativo en la vida de alguien. Muchos usuarios expresaron su admiración por Tallulah y su capacidad de aprender una nueva forma de comunicación para hacer feliz a otra persona.

Esta historia es un recordatorio poderoso de cómo, incluso en tiempos difíciles, la humanidad puede brillar a través de gestos simples pero significativos. Es un testimonio de la empatía y la solidaridad que pueden florecer en circunstancias adversas y una historia inspiradorapara considerar la importancia de la comunicación inclusiva y el respeto por las diferencias. 

Levante la mano el que ha llorado con títulos de películas como La lista de Schindler, Cinema Paradiso, Querido John, El Gran Pez, Dolor y Gloria, Ghost, Titanic, El pianista, Hachiko, Coco, El Rey León, entre muchas más.

Uno pensaría que el llorar es un signo de debilidad o que uno es demasiado sensible ante las películas que te hacen llorar; no obstante ahora los psiquiatras te dicen lo contrario: tienes inteligencia emocional. El neurocientífico Paul Zak ha estudiado los efectos de las historias convincentes y ha demostrado que mirarlas puede provocar la liberación de oxitocina.

Resulta que el llorar es una respuesta emocional que suele estar relacionada con la liberación de oxitocina, que se desencadena por las conexiones emocionales que se forman a través de las experiencias sociales retratadas en la película.

La oxitocina se asocia con mayores sentimientos de empatía y compasión, intensificando aún más los sentimientos de conexión social con las señales sociales de los personajes de la película. ¡De ahí el repentino estallido emocional! Así que cuando lloras durante una película, no te mortifiques y llora tranquilamente. Significa que tu atención está profundamente comprometida y que el argumento ha conseguido provocar emociones fuertes.

La oxitocina es mejor conocida por su papel en el parto y la lactancia, aumentando las contracciones durante el trabajo de parto y estimulando los conductos lácteos. También se libera en respuesta al contacto físico positivo como los abrazos, besos, intimidad sexual e incluso acariciar animales, así como a través de interacciones sociales positivas. En consecuencia, se le ha llamado “la hormona del amor”.

Las buenas películas nos transportan al mundo de sus personajes: a ver como ellos ven, a sentir como ellos sienten e incluso a identificarnos totalmente con un personaje en algunos casos. Aunque sabemos que las películas no son reales, estamos tan absortos que reaccionamos emocionalmente como si lo fueran. Así que ya no te ocultes llorando en silencio, ni digas “se me metió una basurita al ojo”, libérate sollozando repentinamente sin control ante las películas que están cuidadosamente diseñadas para involucrarnos y ser profundamente absorbentes.

De acuerdo con el neurocientífico, Robert Froemke, investigaciones recientes muestran que la oxitocina tiene un impacto aún más amplio y actúa como un «control de volumen», que amplifica la actividad cerebral relacionada con lo que sea que la persona esté experimentando en ese momento. Por lo tanto, aunque la oxitocina puede tener como objetivo biológico garantizar fuertes lazos sociales, también sirve para mejorar las respuestas emocionales.

La inteligencia emocional es la capacidad de identificar y regular las propias emociones y de comprender y gestionar las emociones de los demás. Según el psicólogo Daniel Goleman, la empatía es una de las cinco características clave de la inteligencia emocional, junto con la autoconciencia, la autorregulación, la motivación y las habilidades sociales.

Se ha demostrado que una alta inteligencia emocional está asociada con un liderazgo eficaz, el éxito profesional y el rendimiento académico, así como con mejores relaciones sociales e íntimas. Se vincula con la salud y el bienestar psicológico y físico, y una mayor inteligencia emocional ayuda a lidiar con el estrés y los conflictos.

Llorar en respuesta a una película revela una gran empatía, conciencia social y conexión, todos los aspectos de la inteligencia emocional. Como tal, es un indicador de fortaleza personal más que de debilidad. En conclusión sollozar abiertamente puede ser un signo particular de fortaleza, ya que muestra que una persona no tiene miedo de mostrar su reacción emocional a los demás.

Conoce el único lugar en donde no te molestará que se equivoquen con tu pedido, Restaurant of Mistaken Orders, ellos contratan a meseros con Alzheimer.

Este restaurante te sacará una sonrisa si tu pedido llega incorrecto y es que normalmente el 40% de los pedidos son erróneos. Desde un inicio desde su llegada se les advierte a los clientes pero al mismo tiempo se les invita a vivir la experiencia y a disfrutar de la comida. 

El resultado es que casi el 99% de los comensales se van muy satisfechos y felices, entendiendo que las comandas equivocadas son más que simples errores, son puentes que conectan corazones y generan conversaciones con un propósito.

Restaurant of Mistaken Orders es un restaurante que inició como temporal y que tuvo su primera aparición en la ciudad de Tokio en el año 2017. Desde entonces, se han celebrado otras ediciones de este proyecto que ha sido un éxito total.

A diferencia de muchos emprendimientos que buscan el impacto social, este es un negocio que ha desafiado los límites de la inclusión y la empatía al contratar especialmente a meseros con Alzheimer o demencia con el objetivo de concientizar a las personas y generar conversaciones alrededor de este padecimiento que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo.

De acuerdo con Shiro Oguni, director de operación del restaurante, la demencia es incomprendida y muchos creen que cuando se sufre de este padecimiento las personas ya no son capaces de valerse por sí mismos, lo que los orilla a una situación de aislamiento social.

En el restaurante de las comandas equivocadas los meseros con Alzheimer te enseñan más que cualquier manual sobre paciencia, gratitud y cariño. Ahí descubrirás historias, te acercarás a las personas y sus vidas, y sin darte cuenta, aprenderás a valorarlos tal como son; finalmente a reírte de los errores y a celebrar sus momentos de lucidez.

Entrar a Mistaken Orders con una mentalidad abierta y esperando algún error hace que toda la experiencia sea diferente. Valores como la tolerancia y la empatía poco a poco se han contagiado a otras empresas que toman este tipo de acciones en algunas de sus áreas operativas.

Este lugar recibió uno de los galardones creativos más importantes del mundo, el León de Cannes. Fue acreedor a diversos premios y reconocimientos dentro de Japón como en el extranjero por el impacto positivo de la iniciativa, la cual destaca la bondad humana tienen y continúan ganando grandes elogios de todo el mundo.

Si no visitas pronto Tokio, Japón puedes donar directamente en su sitio web www.mistakenorders.com