Con tan solo 18 meses, Opal ha marcado la historia de la medicina moderna.

Esta es su historia: Nació sin la capacidad de escuchar, atrapada en un mundo sin sonidos, donde las voces de sus padres, la música y los susurros no existían. Ahora, por primera vez, Opal puede escuchar, y todo gracias a una revolucionaria terapia genética que promete cambiar la vida de muchos niños como ella.

Antes de su primer cumpleaños, los médicos en el Hospital Addenbrooke, en Cambridge, decidieron aplicar en ella un tratamiento nunca antes probado en humanos con su condición. Era una decisión arriesgada para sus padres, Jo y James, pero también una esperanza única. La terapia consistió en una infusión dentro de su oído derecho, donde un virus modificado llevó una copia funcional del gen OTOF a las células ciliadas de su cóclea. En paralelo, se le implantó un dispositivo coclear en el oído izquierdo, para asegurar que su cerebro recibiera estímulos auditivos.

Los primeros días fueron una espera silenciosa. Sin embargo, apenas unas semanas después, un sonido fuerte rompió el hechizo del silencio y Opal reaccionó a un aplauso. Con el paso de los meses, su audición mejoró dramáticamente. Seis meses después del tratamiento, podía captar incluso los sonidos más sutiles, como un susurro. Lo más emocionante llegó cuando empezó a balbucear sus primeras palabras: “mamá” y “papá”.

Este avance es más que un milagro personal. La ciencia está abriendo caminos inexplorados para tratar la sordera hereditaria. En varios países, incluidos Reino Unido, Estados Unidos España, se están llevando a cabo ensayos clínicos con esta terapia. Otros investigadores, como en China, también buscan perfeccionar este tratamiento.

El impacto de esta investigación podría ser inmenso. Actualmente, más de la mitad de los casos de sordera infantil tienen un origen genético. Si esta terapia demuestra ser segura y eficaz en más niños, podría reemplazar los implantes cocleares y otras tecnologías que requieren mantenimiento constante.

La historia de Opal es un recordatorio poderoso de cómo la ciencia puede transformar vidas. Gracias a esta innovación, su mundo ya no es un lugar de silencio absoluto. Ahora puede oír, aprender y descubrir la vida a través del sonido.

¿Imaginas no poder escuchar la música peropoderla sentir?

Ahora, el Teatro Solís lo hace posible con una innovación que marcará un antes y un después en la accesibilidad cultural: la incorporación de chalecos vibratorios para personas sordas o con problemas de audición. ¡Esto es a lo que yo llamo: verdadera inclusión!

Este histórico teatro, ubicado en Montevideo, se convierte en pionero en el continente al implementar de manera permanente esta tecnología, que transforma las ondas sonoras en vibraciones que los espectadores pueden sentir en su cuerpo.

Estos dispositivos se conectan directamente con la consola de sonido del teatro y traducen en tiempo real las señales de los instrumentos y voces, enviándolas a distintas placas en el chaleco. Esto permite que la persona “sienta” la música a través de vibraciones sincronizadas, ampliando así la experiencia de los espectáculos.

Para Malena Muyala, directora del Teatro Solís, la accesibilidad ha sido un eje prioritario. “El acceso a las artes escénicas y la cultura es un derecho humano, y este proyecto refuerza nuestro compromiso con la inclusión”, declaró.

La empresa francesa Timmpi, reconocida por su trabajo en festivales y salas de concierto de Europa y América, ha sido la encargada de desarrollar estos dispositivos. “Este modelo ha evolucionado y ahora reproduce una parte importante del espectro perceptible, privilegiando la conducción ósea”, explicó Muyala.

Magela Brun, responsable del área de Cultura Inclusiva de la Intendencia de Montevideo, fue una de las primeras en probar la tecnología. “Volver a sentir la música de mi juventud a través de vibraciones fue mágico”, expresó emocionada.

El sistema funciona sin cables ni enchufes, lo que permite a los espectadores moverse libremente por la sala sin restricciones. Además, su uso no tendrá un costo adicional.

El Solís ya tiene seis chalecos listos para ser utilizados y pronto los presentará oficialmente. Esta iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración de la Fundación de Amigos del Teatro Solís, reafirmando que la cultura es para todos y todas.

La música, el teatro y la inclusión ahora vibran juntos en el Teatro Solís

¡Que comience el espectáculo!