La emblemática ciudad de Nueva York ha alcanzado un hito sorprendente al superar la población de niños con una impresionante cantidad de aproximadamente 1.1 millones de mascotas, compuestas por alrededor de 600,000 perros y 500,000 gatos. Este fenómeno refleja una elección cada vez más común en las familias modernas, donde optan por la compañía de animales en lugar de la crianza de niños.

Según datos recientes, hay una mascota por cada tres hogares en la ciudad, aunque esta proporción está por debajo del promedio nacional. Sin embargo, la industria de las mascotas en la Gran Manzana ha superado la asombrosa cifra de USD 1.5 mil millones, demostrando el peso económico y cultural que estas criaturas tienen en la metrópolis.

La posesión de mascotas en Nueva York varía según diversos factores demográficos, siendo los hogares de mayores ingresos los más propensos a tener perros. A pesar de los desafíos que suponen la vida en apartamentos pequeños y la falta de espacio, los neoyorquinos continúan abriendo sus hogares y corazones a estos fieles compañeros.

A nivel nacional, el 66% de los hogares en Estados Unidos tienen una mascota, siendo los perros la elección más popular en el 65.1% de los casos. Los Millennials lideran como la generación con el mayor porcentaje de propietarios de mascotas, seguidos de cerca por la Generación X y los baby boomers.

El gasto en mascotas alcanzó la asombrosa cifra de US$136.800 millones en 2022 en los Estados Unidos. Los dueños de perros destinan un promedio de US$730 al año en productos de cuidado y bienestar para sus amigos de cuatro patas. La pandemia tuvo un impacto significativo en las decisiones de adopción, con el 78% de los dueños de mascotas adquiriendo a sus amigos peludos durante el confinamiento del Covid-19.

Estas estadísticas muestran que las mascotas no solo ofrecen compañía, sino que también desempeñan un papel vital en la economía. En ciudades como Nueva York, donde la población canina supera a la infantil, esta tendencia sigue ganando terreno y reafirma el estatus de la ciudad como un paraíso para los amantes de los animales.