La creación de un baño público en una zona rural es además de importante, necesario para el bienestar de una sociedad, Sin embargo, el que esté a merced de un gran número de personas, sin la supervisión higiénica requerida, provoca que se convierta en una amenaza para dichas localidades, principalmente por temas se sanidad, pero también por temas como vandalismo y el desgaste del inmueble ante la falta de mantenimiento.
Justo para intentae resolver esta situación nació Garv Toilets en el 2016, un proyecto que instala baños públicos indestructibles cuyo objetivo principal es el mejorar la salud de las personas que viven en comunidades marginadas.
Fabricados con acero inoxidable resistente, sensores, paneles solares y biodigestores que los convierten en baños inteligentes, cuentan además, con una aplicación móvil que permite monitorear y mantener el funcionamiento óptimo de las instalaciones.
Fundado en Delhi, India, y desde entonces, ya se han instalado más de 2,000 baños entre India, Ghana, Nigeria y Sudáfrica subsidiados por los gobiernos locales por lo que el acceso a los servicios sanitarios de este tipo son públicos y gratuitos.
Garv Toilets ahora no sólo cuida la salud, sino restaura la dignidad y el orgullo de las personas que viven en pobreza o escasos recursos.
Pero como este problema, no es sólo de zonas rurales, sino que también se ven involucradas urbes y ciudades aglomeradas (como el caso de China) esta solución se ha diversificado. En China por ejemplo y por orden directa del presidente Xi Jinping, desde el 2017, se han construido o reconstruido 68,000 baños en todo el país, que siguen siendo pocos si tenemos en cuenta que en 2019, la población china asciende a 1,398 millones de habitantes, por lo tanto hay un toilette público cada 20,558 transeúntes.