En una sociedad donde la soledad y el estrés son problemas crecientes, las mascotas han emergido como aliados indispensables para la salud mental y emocional. La organización benéfica británica Pets As Therapy (PAT) ha demostrado, a lo largo de cuatro décadas, el impacto positivo que puede tener el vínculo entre humanos y animales en comunidades vulnerables.

Fundada en 1983 por Lesley Scott-Ordish, PAT ha crecido hasta convertirse en un pilar de apoyo para miles de personas en el Reino Unido. La misión de esta organización es clara: “Nos dedicamos a mejorar la salud y el bienestar de las personas a través de las visitas de voluntarios con sus mascotas (perros y gatos que han sido evaluados en cuanto a temperamento)”, explican desde PAT. Con más de 4,000 voluntarios, la organización ofrece visitas terapéuticas a hospitales, hospicios, hogares de ancianos, escuelas y prisiones.

Una de las características más destacadas de Pets As Therapy es que las mascotas no necesitan un entrenamiento especializado para participar. “Las mascotas no necesitan un entrenamiento para hacer el trabajo, simplemente son animales bien educados y amigables que parecen disfrutar de la compañía de otros”, señalan desde la organización. Esta simplicidad permite que muchos más animales y voluntarios se unan a la causa, llevando alegría y consuelo a aquellos que más lo necesitan.

Los beneficios de estas visitas son vastos. “Con nuestros perros también ayudamos a jóvenes a mejorar su alfabetización y concentración en el aula y a la recuperación y rehabilitación de un paciente, así como mejoran la salud mental y el bienestar en general”, afirman desde PAT. La interacción con los animales ha demostrado ser una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida de muchas personas.

Para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los involucrados, PAT sigue estrictas pautas. “Cuando se trata de trabajar con perros en entornos de atención médica nos guiamos por el Real Colegio de Enfermería”, detallan. Solo se permiten mascotas cuyo temperamento haya sido evaluado previamente y que estén bien cuidadas y saludables, con todas las vacunas y revisiones veterinarias.

En su 40º aniversario, Pets As Therapy sigue siendo un testimonio del poder transformador del vínculo humano-animal. Con cada visita, reafirma que la verdadera terapia puede encontrarse en la calidez de un amigo peludo y en la dedicación de los voluntarios que creen en la magia de las mascotas para cambiar vidas.

La conmovedora historia de Bunny, una perra que logró superar la adversidad y encontrar una nueva oportunidad de vida, es un recordatorio del poder de la solidaridad y el impacto positivo que las empresas pueden tener en la sociedad. Este relato no solo muestra el increíble rescate de un ser indefenso, sino también cómo la colaboración entre organizaciones y empresas puede transformar vidas.

Bunny, una perrita atropellada en México, fue abandonada por su presunta familia y dejada a su suerte en la calle con las patas destrozadas, siendo atacada por otros perros. La situación era desesperante hasta que voluntarios de The Animal Pad, una protectora de animales en Estados Unidos, fueron informados de su situación. Al llegar, se dieron cuenta de que salvar sus patas traseras era imposible, por lo que debieron ser amputadas. Bunny también tuvo complicaciones veterinarias posteriores a su esterilización, pero logró salir adelante gracias al incondicional apoyo de Henry Friedman, hermano de The Dogist y humano de Finn, un conocido viajero solidario y rescatista animal.

Friedman, movido por la pasión y el amor hacia los animales, movilizó a sus seguidores para recaudar 30,000 dólares destinados a la recuperación de Bunny. Sin embargo, lo que realmente cambiaría su vida era una silla de ruedas que le permitiera volver a correr y disfrutar como solo los perros saben hacerlo. Aquí es donde entraron en juego Eddie’s Wheels, especialistas en armazones de sillas para animales, y Mercedes Benz, uno de los patrocinadores de Friedman.

La colaboración entre estas entidades permitió crear una silla de ruedas personalizada y de lujo para Bunny, dándole no solo movilidad, sino también una segunda oportunidad de ser feliz. En un video difundido por The Animal Pad, se puede ver a Bunny adaptándose rápidamente a su nueva silla, disfrutando de su nueva movilidad en cuestión de minutos. Esta imagen no solo es un testimonio de la resiliencia de los animales, sino también del impacto que puede tener la intervención humana cuando está motivada por la compasión y la solidaridad.

Las empresas tienen la enorme capacidad de apoyar causas sociales y con ello generar un impacto positivo en la vida de otros. La historia de Bunny nos recuerda que, más allá de las ganancias económicas, lo que realmente importa es cómo utilizamos nuestros recursos para mejorar el mundo.

Cada día, la vida de Bunny mejora y ella lo disfruta plenamente, dejando atrás el calvario que vivió. Esta historia nos enseña que los esfuerzos colectivos y la bondad pueden cambiar vidas, y que detrás de cada historia de éxito, hay personas y organizaciones dispuestas a hacer la diferencia. Pronto, Bunny encontrará una familia que la ame y podrá vivir la vida a tope, demostrando que, incluso en las circunstancias más oscuras, siempre hay esperanza.