Activista vs Industria del Carbón 

Alok Shukla no es un activista común. Este hombre de 43 años acaba de recibir el codiciado Premio Goldman 2024 por su valiente lucha contra una de las industrias más poderosas del mundo: la minería del carbón. Su objetivo: salvar el bosque de Hasdeo Aranya, un pulmón verde de 1,017 kilómetros cuadrados en el corazón de India, hogar de especies raras y comunidades que han vivido en él durante siglos.

La historia comenzó hace más de una década, cuando Alok vio por primera vez ese bosque, una joya de biodiversidad. En ese momento, supo que se enfrentaría a las gigantescas empresas mineras que, atraídas por los miles de millones de toneladas de carbón bajo sus suelos, querían destruir este paraíso. “Es parte de mi identidad, este bosque es mi hogar, y lo que más quiero es verlo sobrevivir”, dijo Alok.

El desafío era enorme. El gobierno local había reconocido el valor del bosque, pero las poderosas multinacionales no se detendrían ante nada para extraer el carbón. Las comunidades locales, conocidas como los Adivasi, ya intentaban resistir, pero sus esfuerzos eran aislados. Alok comprendió que la única forma de ganar era uniendo a todos. En 2012, empezó a organizarse bajo el Comité de Resistencia para Salvar Hasdeo Aranya.

La lucha fue épica: unió fuerzas con los pueblos indígenas, concienció sobre sus derechos y logró que tres minas fueran cerradas. Pero no todo fue tan fácil. A pesar de la pandemia de COVID-19 y la resistencia de la comunidad, las minas seguían siendo una amenaza. Fue necesario 18 meses de campañas intensas, marchas e incluso abrazos a los árboles para que el gobierno cancelara los permisos de explotación minera en la zona.

Alok no solo salvó el bosque, sino también la identidad de las personas que viven en él. “Esta es una batalla entre la vida de la gente y las ganancias de las corporaciones”, señala con determinación. Hoy, su victoria no solo le otorga el reconocimiento mundial, sino también esperanza para otros movimientos que luchan por proteger los ecosistemas de todo el mundo. Como dice Alok: “Cualquier árbol que sea cortado en Hasdeo Aranya es un error. Y nuestro esfuerzo es cuidar cada árbol”.

¡Imagina una central de energía tan grande que se puede ver desde el espacio y que cubrirá una superficie cinco veces el tamaño de París! Eso es exactamente lo que se está construyendo en Gujarat, India. En medio de un vasto desierto de sal, Sagar Adani, director ejecutivo de Adani Green Energy Limited (AGEL), lidera el proyecto que promete cambiar el juego energético del país.

Con una inversión colosal de 20,000 millones de dólares, este parque solar y eólico no solo será el más grande del mundo, sino que generará 30 gigavatios de energía limpia, suficiente para abastecer a 16 millones de hogares. “Ya ni siquiera hago cuentas”, comentó Adani sobre la magnitud del proyecto, que transformará un terreno árido y sin vida en una de las mayores fuentes de energía renovable del planeta.

El proyecto no solo es impresionante por su tamaño, sino también por su impacto. Con India como uno de los mayores consumidores de energía del mundo, el éxito de esta planta es crucial para reducir la dependencia del carbón, que todavía representa el 70% de la electricidad del país. “Si India hace lo que hizo China, Europa o Estados Unidos, nos espera un futuro climático muy, muy sombrío”, advirtió Adani. Su mensaje es claro: la transición a las energías renovables no es opcional, es una necesidad.

La apuesta de Adani por las energías limpias no se detiene aquí. El Grupo Adani planea invertir 100,000 millones de dólares en la transición energética durante la próxima década, destinando el 70% de esa cifra a energías renovables. “A la India no le queda más remedio que empezar a hacer cosas a un tamaño y una escala nunca antes imaginados”, enfatizó.

Sin embargo, este compromiso con el medio ambiente ha sido criticado por algunos, que señalan que el Grupo Adani sigue invirtiendo en combustibles fósiles, como la controvertida mina de carbón en Carmichael, Australia. A pesar de estas críticas, Adani defiende su posición: “No se puede privar a millones de personas de sus necesidades básicas de energía. En la práctica, depender completamente de energías sostenibles no es una opción por el momento”.

En un mundo donde la demanda de energía crece sin parar, proyectos como el de Khavda son una chispa de esperanza. Un recordatorio de que, incluso en medio de desafíos gigantescos, es posible avanzar hacia un futuro más verde. Y Adani está decidido a ser parte de ese cambio.

Dos ingenieros de software están liderando una revolución en la forma en que India aborda la caza furtiva y la conservación de la vida silvestre al introducir tecnología de última generación en este campo crucial.

Allen Shaji y Sobin Matthew, originarios de Kerala, han decidido utilizar su experiencia en software y programación para modernizar los esfuerzos de conservación de la India. Su empresa, Leopard Tech Labs, ha desarrollado un conjunto de aplicaciones y herramientas sofisticadas que están transformando la forma en que se manejan los delitos contra la vida silvestre en el país.

“Nos dimos cuenta de que había una brecha en el mercado. Casi no existe tecnología para rastrear ningún tipo de delito contra la vida silvestre en India”, afirma Allen Shaji, cofundador de Leopard Tech Labs.

Una de las principales innovaciones de Leopard Tech Labs es HAWK (Hostile Activity Watch Kernel), un sistema integral de gestión de delitos que permite a los tribunales procesar casos de manera más eficiente y a los guardabosques rastrear y analizar patrones de actividad criminal en los bosques.

Antes de HAWK, los registros en papel y los datos memorizados eran la norma para los equipos de conservación de la vida silvestre en India. Esta falta de tecnología dificultaba el seguimiento y la persecución efectiva de los delincuentes.

“HAWK es un sistema de gestión de delitos que incluye la gestión de casos, el seguimiento de casos judiciales, la gestión de comunicaciones y el seguimiento de las muertes de vida silvestre”, explica Allen. Esta herramienta permite resumir grandes cantidades de datos en varios formatos digitales en cuestión de segundos, agilizando el proceso de toma de decisiones.

Además de HAWK, Leopard Tech Labs ha desarrollado otras aplicaciones únicas, como Jumbo Radar, que permite el rastreo en tiempo real de elefantes fuera de las reservas naturales, y WildWatch, que utiliza el aprendizaje automático para predecir conflictos entre humanos y vida silvestre antes de que ocurran.

WildWatch utiliza datos sobre movimientos estacionales de animales, registros de violencia contra la vida silvestre y datos agrícolas para identificar áreas propensas a conflictos y tomar medidas preventivas.

El impacto de estas innovaciones ha sido significativo, permitiendo a los departamentos forestales de la India adoptar enfoques más proactivos y basados en datos para la conservación de la vida silvestre y la prevención de delitos.

Gracias al trabajo pionero de Allen Shaji, Sobin Matthew y Leopard Tech Labs, la India está dando un salto adelante en la protección de su rica biodiversidad y en la lucha contra la caza furtiva y otros delitos contra la vida silvestre.