Parece mentira, ¡Pero no lo es!

Un joven matrimonio estadounidense, se dio cuenta de la velocidad con la que sus propios hijos  crecieron y como dejaron zapatos que, en ocasiones, no tuvo más de dos puestas. Lo que quedaba, era regalarlos a alguien esperando que tuvieran una segunda oportunidad, si tenían suerte.

Ante ello nació primero la investigación y luego el proyecto: Crear zapatos para bebes, que fueran cómodos, bonitos, resistentes, pero lo más importante, que disminuyeran su impacto al medio ambiente.

Fue así que Jesse y Meghan Milliken, pusieron manos a la obra. Fue un año de trabajo arduo, pues estaban buscando un producto duradero, pero que al mismo tiempo fuera seguro para los bebes, pensando en que muchas veces, ellos, con su enorme flexibilidad, suelen llevar los pies a sus bocas. Así nació WOOLYBUBS.

Se trata de pequeños zapatos, con un diseño simple y que tiene una importante variedad de colores. Lo especial es que su tela está hecha de una especie de plástico soluble en agua, misma que cubre las cápsulas que venden en las farmacias, o que encontramos en algunas bolsas e incluso, en algunos tipos de detergentes para lavar ropa.

Toda vez que el pie del bebe crece y el zapato ya no le queda, los papás tienen 2 opciones: La primera, devolver los zapatos vía correo convencional para que sean reciclados. La segunda es colocar una olla en la estufa, poner los zapatos, agregar agua hasta que cubran, tapar y esperar a que el agua hierva. En cuestión de 45 minutos, ya no habrá zapatos.

Este “calzado soluble” podría ser una solución interesante, si entendemos que según estadísticas, unos 300 millones de zapatos infantiles son tirados a la basura cada año.

Este proyecto que dio paso a una start up, ha tenido una gran aceptación y lo más importante, está buscando resolver una problemática ambiental en la que todos contribuimos, aun y cuando no eramos conscientes de nuestro impacto en la tierra.

El Zoológico de Chapultepec, se ha llenado de bebes, y es que según lo que dijo la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, siete antílopes de diferentes especies han nacido en los últimos 4 meses.

Todas las crías, gozan de un buen estado de salud y según lo que aseguran los veterinarios han pasado por un exhaustivo periodo de observación y cuidado, por lo que en poco tiempo podrán reunirlos con el resto de su manada.

Según lo dicho por autoridades federales, son dos hembras y un macho que pertenecen a la familia de antílopes Lechwe, una hembra al grupo de antílopes Nyala y tres crías hembras a la especie Indio, familia que cuenta actualmente con 20 ejemplares.

En poco tiempo, tendremos la oportunidad de conocer a todos estos animalitos que han nacido en cautiverio y bajo la supervisión de especialistas, que buscan preservar a la especie.

El próximo 19 y 20 de abril, serán fechas históricas para las mujeres afganas y es que, por primera vez en su historia, el gobierno del país árabe ha decidido que incluirá a un grupo de 52 mujeres (Sí, leíste bien) para que participen en las negociaciones de paz entre los afganos y los miembros del derrocado régimen del Talibán. Este evento sin precedentes estará sucediendo en Qatar.

Esta inclusión sucede luego de muchos años en que las mujeres afganas pidieran ser incluidas en este tipo de eventos y tuvieron que resistir durante años, la negativa. Su miedo, era no sólo que no las sumaran, sino que se diera una nueva era de represión por parte del régimen y es por ello qn hecho histórico que este fin de semana será no sólo un hecho histórico, sino un avance importante para las feministas del mundo entero.

A este grupo de mujeres se suma la participación de representantes de partidos políticos, líderes de los medios de comunicación locales, activistas, combatientes de guerra e importantes figuras de la oposición; conformando así una delegación de 250 miembros.

El Movimiento Talibán, es un grupo extremista religioso islámico que gobernó en Afganistán entre 1996 y 2001; y fue caracterizado entre otras cosas por el maltrato a las mujeres. Durante dicho régimen, no se les permitía trabajar, asistir a una escuela o salir de casa sin la presencia de un hombre.