¿Sabías que puedes armar tu arbolito de Navidad sin gastar mucho y cuidando el medio ambiente

Sí, es posible. Olvídate de los árboles plásticos que contaminan y lánzate a crear un arbolito 100% reciclable. Te aseguramos que, además de ser único, dejará a todos impresionados. 

El fin de año es una locura pero para darle inicio a la Navidad necesitas un árbol y ¿por qué no hacerlo de manera eco-friendly? Aquí te damos ideas prácticas para crear un árbol sostenible y original;

  1. Cartón y papel 
    Con unas cajas de cartón que tengas por ahí, puedes construir la estructura de tu árbol. Corta triángulos y apílalos en forma de pino. Decóralo con estrellas hechas de revistas viejas o papel periódico. “Es barato, creativo y totalmente reciclable”, comenta una estudiante que hizo el suyo.
  2. Botellas de plástico 
    Junta botellas vacías, píntalas de verde y apílalas formando un pino. Es un proyecto que puedes hacer con amigos o familia. “Convertir lo que otros tiran en algo hermoso es lo mejor de todo”, dice Carlos, un joven que decoró su sala con este árbol único.
  3. Neumáticos usados 
    ¡Sí, hasta una llanta vieja puede ser un árbol! Límpiala, dale una capa de pintura verde y agrega luces LED. Además, estarás evitando que se convierta en un criadero de mosquitos.
  4. Cintas y luces LED 
    ¿Espacio limitado? Pega ganchos adhesivos en la pared, cuelga cintas verdes y dale forma triangular. Decóralo con luces LED, que consumen menos energía. Resultado: un árbol minimalista y súper chic.

Tip extra: Usa pegamento natural, hilo de algodón o cordeles de yute para unir todo. Así, cuando desarmes tu árbol, ¡todo será reciclable!

Al final de la temporada, separa los materiales y llévalos a un punto de reciclaje. Recuerda, cuidar el planeta también es un regalo

¡Anímate a crear tu árbol reciclable y dale un toque verde a esta Navidad!

Holanda ha dado un paso más allá en la fusión entre arte, tecnología y sostenibilidad con la creación de una ciclovía única en su tipo: un sendero iluminado que brilla en la oscuridad, inspirado en la icónica pintura “La noche estrellada” de Vincent van Gogh. Si alguna vez soñaste con pedalear bajo un cielo de estrellas, ahora es posible hacerlo gracias a este impresionante homenaje.

La ruta para ciclistas Van Gogh-Roosegaarde, inaugurada el 13 de noviembre en Eindhoven, no solo rinde tributo a uno de los pintores más famosos del mundo, sino que también es un ejemplo de innovación. El sendero, de un kilómetro de longitud, está iluminado por miles de piedras luminosas que absorben la energía solar durante el día y la emiten en forma de un brillo sutil durante la noche. A esto se le suman luces LED que complementan la iluminación, creando un paisaje mágico.

Daan Roosegaarde, el artista detrás de este proyecto, explicó que su objetivo era crear “un lugar que las personas experimenten de manera especial”. Para él, esta combinación de tecnología y experiencia sensorial es lo que llama “tecno-poesía“, un concepto que invita a mezclar lo técnico con lo emocional para ofrecer una experiencia única a quienes recorren la ciclovía.

Este proyecto no solo es un tributo al arte de Van Gogh, sino también una muestra de cómo la tecnología puede integrarse de manera armoniosa con el entorno. Roosegaarde trabajó en colaboración con Heijmans Infraestructure, una constructora que también había colaborado previamente en las llamadas “Autopistas inteligentes”, que adaptan la señalización y la iluminación a las condiciones del tráfico.

La ciclovía Van Gogh-Roosegaarde es solo el inicio de Van Gogh 2015, un año de eventos culturales que conmemora el 125 aniversario de la muerte del pintor. Además, es parte de una ruta ciclista más extensa de 335 kilómetros, conocida como la “Ruta Van Gogh“, que conecta varios lugares importantes en la vida del artista, en la provincia de Brabante, donde nació.

Si eres amante del arte, la tecnología o simplemente buscas una experiencia de ciclismo fuera de lo común, esta ruta te ofrece la oportunidad de recorrer la misma tierra que inspiró a Van Gogh, pero bajo un cielo de estrellas que él mismo podría haber pintado.