Desde el pasado mes de mayo, el gobierno de Filipinas estableció una nueva ley que dicta que todos los jóvenes estudiantes que quieran  graduarse de secundaria, preparatoria y universidad tendrán la obligación de plantar al menos 10 árboles cada uno, si es que de verdad quieren su certificado de graduación.

Con esta medida, se tiene planeado plantar 175 millones de árboles cada año, con el objetivo de recuperar la extensión forestal del país, que se redujo del 70 al 20 por ciento en el último siglo, por culpa de la tala ilegal.

Estos nuevos árboles, serán plantados con una guía específica, es decir, que lo alumnos no tienen elección de donde sembrarlos, sino que el gobierno de Filipinas ha hecho ya un estudio y ha seleccionado los lugares idóneos para que los diferentes tipos de árboles tengan las mejores oportunidades de sobrevivir sin causar un desastre en la tierra.