Hoy existe esperanza de amor en los pacientes que se encuentras en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El Hospital del Mar en Barcelona planea introducir perros para terapia en las UIC y estudiar su impacto positivo en los pacientes.

Ver a un perro deambular por un entorno tan estéril y séptico como una UCI resulta muy random. Observarlos encima de una cama, reposando sobre un paciente al que apenas hace unas horas han implantado un marcapasos parece imposible. Sin embargo, la presencia de canes en estos espacios es posible con el equipo de Medicina Intensiva del Hospital del Mar de Barcelona, en colaboración con la Fundación Affinity con su programa de ‘humanización’ de la UCI, siendo esta una terapia pionera asistida con perros en España.

Los investigadores introducirán perros de terapia en las UCI para acompañar a los pacientes ingresados y ayudarlos con su estado de ánimo, a reducir el estrés de los pacientes como el de contener o reducir las emociones negativas como la angustia.

Esta es la primera vez que en España se prueba esta terapia en adultos críticos hospitalizados en UCI, según declaró el director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud, Jaume Fatjó. Además, explicó que el contacto con los canes “ayuda a mejorar las emociones positivas”.

Para evaluar la efectividad de la propuesta, los investigadores de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona(UAB) desarrollarán un estudio dirigido a medir el impacto terapéutico de estos animales en donde recogerán muestras de saliva de los pacientes antes y después de la interacción con los perros, para analizar determinados metabolitos, que funcionan como indicadores del nivel de estrés y de bienestar del enfermo. Durante dos sesiones semanales de entre 15 y 20 minutos por paciente con dos perras, Vida y Lu, que están adiestradas para realizar la terapia por el equipo técnico de la Fundación Affinity.

Estos animales fueron seleccionados por su perfil. Son perros tranquilos y muy cariñosos, y los pacientes que podrán beneficiarse de la terapia son «personas ingresadas durante más de siete días en la Unidad de Cuidados Intensivos que no tengan ninguna enfermedad infecciosa ni estén en una situación de extrema gravedad», señala el responsable de Medicina Intensiva del hospital.

Este estudio sigue la línea del programa de humanización integral de los cuidados a las personas ingresadas con el objetivo de mejorar su tratamiento y evolución. Anteriormente, el centro ya había impulsado otras iniciativas del mismo estilo, como salidas terapéuticas para que los pacientes vean el mar en compañía de familiares y amigos, así como el uso de realidad virtual para mejorar su estado de ánimo y ayudar en los ejercicios de recuperación física. También disponen de un programa de musicoterapia para ayudar en la evolución de los pacientes con diagnóstico de delirio.

En conclusión, el contacto con un animal ha demostrado tener efectos beneficiosos, tanto para la salud física como para la mental de las personas. Establecer un vínculo afectivo, hace que liberemos oxitocina, la hormona relacionada con el placer. Reduce los niveles de cortisol en la sangre, indicador fisiológico del estrés y aumentan el nivel de endorfinas, un péptido que funciona como un neurotransmisor y que son las responsables de la sensación de bienestar. También el ritmo cardíaco se ve reducido y se fomenta la reducción de la presión arterial. Así que ahora a Vida y Lu les toca abrazar para hacer «más llevadera y doméstica» su estancia entre máquinas y monitores.

La tecnología avanza rápidamente y afortunadamente existen muchos científicos que se preocupan por las personas vulnerables. EyeHarp es el primer instrumento musical que permite a personas con esta discapacidad, aprendan a tocar música a través de la mirada o la cabeza.

Eyeharp es un proyecto social que tiene por misión mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad a través de la música. La idea nació en 2010, cuando un amigo músico de Zacharias Vamvakousis sufrió un grave accidente de moto y en un principio todo indicaba que no podría volver a tocar música. En ese momento Zacharías se percató que no existía ningún instrumento musical para personas con tetraplegia.

Zacharías, informático y músico, y Rafael Ramírez, ambos científicos del Grupo de Investigación en Tecnología Musical de la Universidad Pompeu Fabra, crearon el EyeHarp. 

El instrumento está diseñado especialmente para personas diagnosticadas con afectaciones como parálisis cerebral, esclerosis lateral amiotrófica, distrofia muscular, amputación de un miembro superior o lesión de médula espinal para que puedan aprender y disfrutar tocando música con su mirada. También es apto para personas con discapacidad intelectual.

En 2019, Zacharias y los miembros de su equipo fundaron la Asociación EyeHarp. Como una organización sin ánimo de lucro y con el fin de tenerlo al menor costo posible, ya que ellos creen firmemente que la tecnología de asistencia debe ser accesible para todos, y que el costo no debe ser un obstáculo para quienes la necesitan. 

Con EyeHarp se abre la puerta a ayudar a un colectivo de personas que hasta ahora no tenían acceso a la educación musical. La fundación también ofrece un servicio de musicoterapia innovador y revolucionario a personas con discapacidades tanto físicas como intelectuales. Este instrumento se adapta al nivel de conocimiento musical de cada usuario, permitiendo modificar el número de notas en pantalla, el tamaño, el instrumento, las melodías, proporcionando así un aprendizaje a medida.

¿Cómo funciona? Sólo debe instalarse un software y disponer de un Eyetracker, es decir, una cámara especial que monitoriza el movimiento de los ojos. Con estas dos cosas, los nuevos músicos pueden tocar preciosas melodías simplemente mirando la pantalla. Los beneficios que proporciona EyeHarp a las personas con discapacidad son múltiples como el mejorar sus capacidades cognitivas, mejorar su autoestima y mejorar sus habilidades sociales e interpersonales.

https://eyeharp.org/es/