En un hito médico que promete transformar la manera en que entendemos y tratamos el cáncer, Inglaterra ha vacunado por primera vez a un paciente contra el cáncer de colon. Elliot Phebve, un profesor de educación superior, se ha convertido en el rostro de la esperanza para millones de personas tras recibir esta vacuna innovadora.

“Si este ensayo tiene éxito, podría dar esperanza a miles, si no millones, de personas para que no experimenten lo que yo he pasado,” comentó Phebve, quien fue diagnosticado durante un chequeo de rutina, a pesar de no presentar síntomas previos. Tras su diagnóstico, fue sometido a una cirugía que removió un tumor y 30 centímetros de su intestino grueso, seguida de quimioterapia.

Elliot es uno de los primeros en participar en el Cancer Vaccine Launch Pad del NHS, un programa pionero que permitirá a miles de pacientes en Inglaterra acceder a ensayos clínicos de vacunas experimentales contra diferentes tipos de cáncer. Estas vacunas, basadas en la tecnología de ARNm utilizada en las vacunas contra la Covid-19, son diseñadas de manera individualizada. “Estamos extremadamente optimistas,” declaró la oncóloga Victoria Kunene, investigadora principal del ensayo.

La tecnología detrás de esta vacuna se basa en identificar las mutaciones específicas del cáncer en cada paciente y crear una respuesta inmunitaria dirigida que prevenga el regreso del cáncer tras la cirugía. Aunque aún en fase experimental, el impacto de estas vacunas podría ser revolucionario.

Amanda Pritchard, directora ejecutiva del NHS, subrayó la importancia de este avance: “Gracias a los avances en el cuidado y tratamiento, la supervivencia al cáncer está en su punto más alto, pero estos ensayos podrían algún día ofrecernos una forma de vacunar a las personas contra su propio cáncer, ayudando a salvar más vidas.” Con 30 hospitales ya inscritos en el programa y muchos más por unirse, miles de pacientes tendrán la oportunidad de participar en esta lucha innovadora contra el cáncer.

La comunidad médica se muestra optimista, pero cautelosa. “Es demasiado pronto para decir si serán exitosas,” advirtió Kunene, “pero continuamos reclutando pacientes adecuados para establecer esto más a fondo.” Los ojos del mundo están puestos en estos desarrollos, que podrían cambiar la historia de la medicina para siempre.

La ciencia avanza por minuto y ahora se ha dado a conocer que se encuentra en fase de estudio un análisis de sangre que podría detectar uno de los tipos de cáncer más letales y silenciosos, el de páncreas.

Este tipo de cáncer es uno de los tumores más “sigilosos” y suele extenderse con mucha rapidez, por lo que su diagnóstico precoz resulta muy difícil. La creación de un test capaz de detectarlo podría ser una luz en el camino de la medicina y en los pacientes.

Gracias a esta investigación pionera llevada a cabo por el Walter and Eliza Hall Institute of Medical Research (WEHI) estos datos podrían cambiar. La investigación podría dar lugar al primer análisis de sangre para la detección precoz del cáncer de páncreas y ha recibido una financiación crucial provinente de parte de PanKind, la Fundación Australiana contra el Cáncer de Páncreas.

Se espera que esta prueba identifique con precisión a los pacientes con cáncer de páncreas en estadios tempranos, un paso crucial para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. La prueba se basa en la utilización de unas “proteínas” que pueden identificar el cáncer de páncreas en fase temprana en los pacientes. 

“Hemos identificado 13 proteínas que podrían distinguir entre las fases inicial y final del adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC), el tipo más común de cáncer de páncreas, que se está convirtiendo rápidamente en el cáncer de nuestra generación”, advierte la Dra. Belinda Lee, directora del proyecto y oncóloga de WEHI.

Los investigadores esperan que la prueba de sangre pueda ser utilizada en el futuro por médicos generalistas y oncólogos como herramienta de intervención precoz que permita opciones de tratamiento más eficaces para los pacientes.

Para lograr este objetivo, se utilizarán las tecnologías más avanzadas y metodologías computacionales para comparar la firma proteínica en la sangre de personas sanas con la de pacientes de cáncer de páncreas en estadios tempranos y avanzados de la enfermedad, explica la doctora Lee.

Recordemos que en España, la tasa de mortalidad alcanza el 90%, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Sus bajas tasas de supervivencia están empañadas por la falta de síntomas distintivos y de herramientas de detección necesarias para detectar la enfermedad en sus etapas iniciales.

En cuanto al continente americano, este tipo de cáncer es una de las principales causas de mortalidad. En el 2020, causó 1.4 millones de muertes, un 47 por ciento de ellas en personas de 69 años de edad o más jóvenes, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).