En un laboratorio del Tecnológico de Monterrey, la ciencia y la gastronomía han convergido para crear algo que hasta hace unos años parecía sacado de la ciencia ficción: carne impresa en 3D. Tal y como lo leen.

No se trata de carne convencional, sino de un filete vegetal con la apariencia, textura y sabor sorprendentemente similares a los de la carne real. Un avance que no solo desafía la percepción de la comida, sino que también representa un gran paso hacia un futuro más sostenible.

Todo comenzó con una idea que parecía imposible. Lilu Lam Aguilar, una joven apasionada por la ciencia y la gastronomía, soñaba desde niña con un árbol que pudiera dar carne. Ese pensamiento infantil se convirtió en una realidad cuando la investigación en regeneración muscular humana se combinó con el potencial de la impresión 3D. El resultado fue un filete vegetal que imita la estructura del tejido animal, elaborado con ingredientes como proteína de chícharo, aceite de coco y una raíz oriental que emula el tejido conectivo.

La impresora 3D desarrollada por los científicos puede producir hasta cinco kilogramos de este filete vegetal al día. Lo más impresionante es que no solo luce como carne, sino que también tiene la misma jugosidad y resistencia al corte que un filete de res. El producto ha sido sometido a rigurosas pruebas culinarias y ha demostrado ser lo suficientemente versátil como para replicar platillos tradicionales mexicanos, desde fajitas hasta tacos al pastor.

Más allá de su impacto en la gastronomía, este desarrollo es una solución real al desafío del cambio climático. La producción de carne vegetal requiere menos agua, tierra y energía que la ganadería tradicional, reduciendo significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, es una alternativa ideal para quienes buscan reducir su consumo de carne sin renunciar a la experiencia sensorial de un buen filete.

Este avance no se detiene aquí. El equipo del Tecnológico de Monterrey ya trabaja en un proyecto aún más ambicioso: la carne cultivada en laboratorio. Aunque aún falta camino por recorrer, esta innovación promete cambiar para siempre la forma en que consumimos proteínas y marca el inicio de una nueva era en la industria alimentaria.

En una ciudad caliente como São Paulo, donde el sol brilla todo el año y el clima tropical se aleja miles de kilómetros de la gélida tundra ártica, ocurrió algo tan increíble como inesperado: el nacimiento de Nur, la primera osezna polar nacida en América Latina. Esta pequeña ha venido a demostrar que, aunque el mundo cambie, siempre hay espacio para la esperanza.

Aurora, su madre, empezó a comportarse de manera diferente meses antes del gran día. Alejada de la rutina y buscando refugio, se retiró a una cueva artificial, un gesto instintivo que la naturaleza le dictó, como si el aire frío del Ártico ya estuviera en sus venas. Cuando Nur llegó al mundo, sin pelo y frágil, el primer grito de vida rompió la quietud del ambiente, anunciando que había algo especial a punto de suceder.

En la naturaleza, no todos los oseznos sobreviven sus primeras horas, pero Nur tenía algo que la hizo diferente: la protección imparable de su madre. Aurora, con un cuidado impresionante, la abrazó, la lamió y la mantuvo cerca de su cuerpo, regalándole el calor que solo una madre puede ofrecer. Este primer contacto fue un punto de inflexión crucial en su vida, y también en la historia de los osos polares.

Lo increíble de Nur es que su nacimiento no es solo una historia conmovedora, sino un símbolo de resistencia. Vive en un lugar muy lejano de su hogar natural, pero su llegada demuestra que, incluso cuando las condiciones parecen imposibles, la vida tiene maneras asombrosas de abrirse camino. Con el apoyo humano, Nur se ha convertido en un emblema de esperanza para una especie que se enfrenta a desafíos enormes, como el deshielo en el Ártico.

Esta osezna, nacida en Brasil, lleva consigo el legado de Peregrino, su padre, quien junto a Aurora, ha hecho historia. Si bien el futuro de los osos polares sigue siendo incierto, el nacimiento de Nur nos recuerda que, cuando se lucha por el bienestar de la naturaleza, hasta los milagros pueden suceder.

Imagina que una fábrica entera, con su maquinaria, sus rutinas y su historia, de un día para otro cambia por completo su producción.

No es ciencia ficción, ni un sueño ecológico imposible, sino una realidad que Danone hizo tangible en Francia. En Villecomtal-sur-Arros, una pequeña localidad del suroeste del país, la multinacional decidió transformar por completo una de sus plantas para convertirla en un centro de producción exclusivamente vegetal. ¿El motivo? La creciente demanda de alimentos de origen vegetal en Europa.

El cambio no fue casualidad. En Francia, una de cada cuatro personas se identifica como flexitariana, es decir, alguien que elige consumir mayormente alimentos de origen vegetal, pero sin renunciar por completo a la carne. Es una tendencia que crece cada año, no solo en Francia, sino en muchos países del mundo. Las cifras hablan por sí solas: en 2022, el mercado de productos alternativos a los de origen animal movió 2.210 millones de euros en Europa, un 7% más que en 2021. Con estos datos en la mano, Danone vio la oportunidad perfecta para reinventar su modelo y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.

La planta de Villecomtal-sur-Arros ahora se dedica a la producción de bebidas a base de avena bajo la marca Alpro. Y aunque pueda parecer un cambio más en el mundo de la alimentación, su impacto va mucho más allá. La transformación de la fábrica no solo responde a la demanda del mercado, sino que también tiene un fuerte impacto ambiental. Al reducir la producción de productos lácteos, la empresa disminuye considerablemente sus emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los objetivos de sostenibilidad que muchas compañías buscan alcanzar en la actualidad.

Lo interesante de esta historia no es solo el cambio de producción, sino lo que representa: una muestra clara de que el consumo está evolucionando y que las grandes empresas están prestando atención y es una realidad

¿Será este el primer paso de muchas otras compañías hacia un futuro más sostenible?

Imagina un mundo donde la basura no sea solo desecho, sino una fuente de oportunidades. Eso es exactamente lo que Atlaz, una empresa nacida en Argentina, quiere hacer en Latinoamérica. Con apenas con poco más de tres años de existencia, esta startup de código abierto ha decidido ampliar su presencia en la región y tiene la mira puesta en México Brasil.

Su objetivo es claro: mejorar la gestión de residuos y convertir el reciclaje en un negocio más eficiente. En lugar de limitarse a recolectar materialesAtlaz utiliza datos inteligencia artificial para conectar empresas con quienes pueden aprovechar esos desechos. De esta manera, se impulsa la economía circular, reduciendo desperdicios y maximizando el valor de los materiales recuperados.

México se ha convertido en un punto clave para la compañía. Su sistema de reciclaje tiene una tasa de recupero alta y una regulación flexible que permite a diversas personas y empresas vender los materiales recolectados. Esto representa una oportunidad perfecta para que Atlaz expanda su impacto y pruebe nuevas formas de mejorar la gestión de residuos en el país.

El crecimiento de la empresa ha sido rápido. Actualmente ya trabaja con gigantes como Coca-Cola, Nestlé y el Banco Interamericano de Desarrollo (residuos), quienes ven en Atlaz una herramienta clave para cumplir sus objetivos de sustentabilidad.

La plataforma no solo está diseñada para empresas de consumo masivo. También puede ser utilizada por gobiernos, ONGs y consultores que buscan mejorar el manejo de residuos a gran escala. Con herramientas tanto gratuitas como de pago, Atlaz busca hacer del reciclaje un proceso más accesible y rentable para todos los actores involucrados.

Con su expansión en marcha, Atlaz no solo quiere consolidarse en México Brasil, sino convertirse en un referente de la economía circular en toda la región. Su apuesta no es solo por el crecimiento empresarial, sino por una transformación real y sustentable en la manera en que el mundo maneja sus desechos.

Vivir más de 100 años parece una hazaña extraordinaria, pero en Japón se ha convertido en parte de la realidad cotidiana. Con 95.000 centenarios en su población, el país ha alcanzado un hito impresionante en longevidad. Lo más llamativo es que casi el 90% de estas personas son mujeres. Más que una coincidencia, es el resultado de décadas de cambios en la alimentación, el estilo de vida y la atención médica.

Este fenómeno ha posicionado a Japón como el líder mundial en envejecimiento saludable. Con más de 36 millones de personas mayores de 65 años, el país ha demostrado que una vida larga y activa es posible. 

Tomiko Itooka, con 116 años, es la persona viva más longeva del mundo. También está Kiyotoka Mizuno, de 110 años, el hombre más anciano del planeta, quien mantiene sus rutinas diarias con una tranquilidad envidiable. La cultura japonesa fomenta la disciplina y el equilibrio, valores que han acompañado a estos centenarios a lo largo de sus vidas.

Pero no todo es motivo de celebración. Mientras el número de centenarios sigue en aumento, la tasa de natalidad continúa disminuyendo. Japón enfrenta un desafío sin precedentes para mantener su sistema de salud y pensiones con una población activa cada vez más reducida. En respuesta, el gobierno ha decidido extender la edad de jubilación y buscar nuevas estrategias para garantizar la sostenibilidad económica del país.

Más allá de las cifras, la longevidad en Japón refleja un estilo de vida marcado por la alimentación equilibrada, la actividad constante y el fuerte sentido de comunidad. Este modelo de vida ha permitido que tantas personas alcancen edades que antes parecían imposibles. La historia de Japón demuestra que la longevidad no es solo cuestión de genética, sino también de hábitos y cultura.

La fama muchas veces llega de forma inesperada, y si no, que lo diga Uma, una perrita mestiza que pasó de ser rescatada en una caja cuando era cachorra a convertirse en una de las estrellas más queridas de las series por plataforma, Netflix. En la serie “Envidiosa”, Uma da vida a Roto, la mascota de los personajes interpretados por Griselda Siciliani y Esteban Lamothe. Pero su historia detrás de cámaras es aún más fascinante que su papel en la ficción.

El destino de Uma cambió cuando su tutor, Federico, decidió anotarla en una agencia de modelos caninos llamada Animales en Foco. Desde entonces, su carisma y talento natural la han llevado a protagonizar publicidades, películas y, ahora, una serie en la plataforma de streaming más popular del mundo. Su historia se ha viralizado en redes sociales, donde se la conoce como @umafromthebox, un nombre que recuerda su humilde comienzo.

Uma no solo brilla en la pantalla, sino que también es una perrita activa y multifacética. Junto a Fede, ha explorado diferentes disciplinas y hasta se ha consagrado campeona en dos ocasiones de Dog Dancing, una competencia que combina obediencia y coreografías al ritmo de la música. Pero, más allá de su carrera artística, lo que más disfruta es jugar, nadar y recibir mimos de quienes la rodean.

Cuando el equipo de producción de “Envidiosa” buscaba un perro para interpretar a Roto, Zulma Randazzo, fundadora de Animales en Foco, supo de inmediato que Uma era la indicada. Su experiencia en rodajes previos y su facilidad para adaptarse a nuevos entornos la convirtieron en la elección perfecta. En el set, conquistó a todos, especialmente a Esteban Lamothe, con quien compartió la mayoría de sus escenas y con quien formó un lazo especial.

Uma ha demostrado que el talento no entiende de especies ni de orígenes. Lo que comenzó como un rescate fortuito se transformó en una historia de éxito y amor, demostrando que los animales también tienen el poder de emocionar y conquistar corazones, dentro y fuera de la pantalla, recordando que la adopción es un acto de amor puro.

Con tan solo 18 meses, Opal ha marcado la historia de la medicina moderna.

Esta es su historia: Nació sin la capacidad de escuchar, atrapada en un mundo sin sonidos, donde las voces de sus padres, la música y los susurros no existían. Ahora, por primera vez, Opal puede escuchar, y todo gracias a una revolucionaria terapia genética que promete cambiar la vida de muchos niños como ella.

Antes de su primer cumpleaños, los médicos en el Hospital Addenbrooke, en Cambridge, decidieron aplicar en ella un tratamiento nunca antes probado en humanos con su condición. Era una decisión arriesgada para sus padres, Jo y James, pero también una esperanza única. La terapia consistió en una infusión dentro de su oído derecho, donde un virus modificado llevó una copia funcional del gen OTOF a las células ciliadas de su cóclea. En paralelo, se le implantó un dispositivo coclear en el oído izquierdo, para asegurar que su cerebro recibiera estímulos auditivos.

Los primeros días fueron una espera silenciosa. Sin embargo, apenas unas semanas después, un sonido fuerte rompió el hechizo del silencio y Opal reaccionó a un aplauso. Con el paso de los meses, su audición mejoró dramáticamente. Seis meses después del tratamiento, podía captar incluso los sonidos más sutiles, como un susurro. Lo más emocionante llegó cuando empezó a balbucear sus primeras palabras: “mamá” y “papá”.

Este avance es más que un milagro personal. La ciencia está abriendo caminos inexplorados para tratar la sordera hereditaria. En varios países, incluidos Reino Unido, Estados Unidos España, se están llevando a cabo ensayos clínicos con esta terapia. Otros investigadores, como en China, también buscan perfeccionar este tratamiento.

El impacto de esta investigación podría ser inmenso. Actualmente, más de la mitad de los casos de sordera infantil tienen un origen genético. Si esta terapia demuestra ser segura y eficaz en más niños, podría reemplazar los implantes cocleares y otras tecnologías que requieren mantenimiento constante.

La historia de Opal es un recordatorio poderoso de cómo la ciencia puede transformar vidas. Gracias a esta innovación, su mundo ya no es un lugar de silencio absoluto. Ahora puede oír, aprender y descubrir la vida a través del sonido.

Al menos, yo sí muero de ganas por recorrer las calles de la ciudad de Buenos Aires y encontrarme uno de esos maravillosos taxis en los que no solo te brindan un viaje de un punto a otro, si no que pueden ser el inicio de una gran historia de amor y amistad

Desde mayo de 2024, 55 taxis han llevado el arte y la solidaridad a las calles, pero, tres de ellos tienen una misión especialayudar a perritos en busca de un hogar.

Se trata de una iniciativa de la Fundación Viva la Vida, que en colaboración con la reconocida artista Renata Schussheim y la talentosa fotógrafa Nora Lezano, está transformando estos vehículos en anuncios rodantes de adopción responsable.

La idea es sencilla pero poderosa: dentro de estos taxis, un código QR te lleva directo a la página donde puedes conocer la historia de estos perros rescatados, ver fotos y, quizás, encontrar a tu futuro mejor amigo peludo.

Laura Rama, fundadora de la organización, explica que el objetivo es generar conciencia sobre la importancia de adoptar en lugar de comprar, darle una segunda oportunidad a animales que han sido abandonados. Y es que adoptar un perro no solo cambia su vida, sino también la tuya.

Los beneficios son enormes. Para los perritos, significa encontrar un hogar donde reciban amor, cuidados y estabilidad. Para los humanos, la adopción puede mejorar la salud emocional y física: reduce el estrés, mejora el corazón, impulsa la actividad física y fortalece valores como la empatía y la responsabilidad.

Sin duda esta original campaña está haciendo que miles de personas en la ciudad miren los taxis con otros ojos, con la posibilidad de convertir un simple trayecto en el inicio de una historia inolvidable

¡Ahora en Buenos Aires, los taxis llevan corazones a bordo!

Ahora ya es muy común poder comprar productos de calidad, gastar menos ayudar al planeta al mismo tiempo. Y esta noticia me emociona contarles, porque eso es justo lo que propone Mercado Circular, una startup chilena que ha llegado a México con una revolución en la venta a granel. Su tecnología garantiza que los productos sean seguros, frescos y accesibles, mientras reduce el desperdicio de envases y costos innecesarios.

El mercado de productos a granel en México es enorme, pero la calidad y seguridad de los productos ha sido un problema constante. Ahí es donde Mercado Circular marca la diferencia: implementa sistemas que aseguran la inocuidad y trazabilidad de los productos, lo que permite que marcas reconocidas confíen en este modelo. Con esta innovación, los consumidores pueden acceder a productos de calidad a precios más bajos y sin generar residuos.

El modelo de negocio de la startup se adapta tanto a pequeños comercios como a grandes retailers. El impacto económico ecológico es notable. Comprar a granel puede ser entre un 15 y un 20% más barato que comprar productos empaquetados. Además, al reducir el uso de plástico y cartón, ayuda a disminuir la contaminación

La expansión en México apenas comienza, pero ya se está trabajando en incluir nuevas categorías, como productos para mascotas. Así que se parte de la revolución verde y del cambio, ya sea con Mercado Circular o cualquier tipo de mico o mediana empresa que se dedique a ayudar al planeta implementando estas prácticas sustentables como Despensa Natural, Estado Natural, Mercado a Granel Be Zero Waste, El Buen Genio, La Cosmetiquería, entre otros.