Luego de diez días de ardua labor en Turquía, participando en labores de ayuda humanitaria, la tarde de este jueves, la delegación mexicana volvió a casa.

Quizás, el elemento más esperado de todos, ha sido el perrito rescatado Proteo, quien falleció en aquella nación, en el cumplimiento de su deber y por lo cual, fue bajado del avión y despedido con todos los honores, no sólo de un miembro del Ejército, sino de un héroe.

Según lo que expresó su manejador y binomio, Proteo fue un perro fuerte, trabajador y que nunca se dio por vencido.

Hay que recordar que a esta misión viajaron 11 binomios más por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Secretaría de la Marina (Semar) así como 4 más, que pertenecen a la Cruz Roja Mexicana. En conjunto, estos perros rescatistas, lograron rescatar a 3 personas con vida: una mujer de 70 años, una persona de aproximadamente 40 años y una niña de 8 años.

De igual forma, ayudaron con la recuperación de cuerpos, que sí bien no siempre es la noticia que la familia espera, traer consigo a sus seres queridos para recibir un último adiós, les da un poco de paz, según lo que han declarado los rescatistas en distintas entrevistas.

Ha sido tal el impacto de la muerte de Proteo, que en Turquía y a pesar de la desgracia que ha dejado el terremoto, la ciudadanía agradecida y conmovida, ha pedido que se construya un monumento, o que el nombre de una calle lleve su nombre para siempre.

Mientras tanto en México, diferentes grupos han comenzado a pedir la donación de llaves de cobre, para después fundirlas,  hacer una escultura y con ello, inmortalizarlo.

Proteo, gracias.

Proteo, ¡Presente!