En un emocionante anuncio, Honda revela su ambicioso proyecto para el futuro de la movilidad: el “Honda Zero”. Este revolucionario vehículo eléctrico está programado para su lanzamiento en 2026, marcando un hito en la industria automotriz con su enfoque en la sostenibilidad y la innovación.

La serie Honda Zero representa un cambio radical en el diseño y la tecnología de vehículos eléctricos. Con un énfasis en la filosofía “delgado, ligero y sabio”, desafía la convención de los vehículos eléctricos voluminosos, abriendo el camino hacia un futuro más sustentable y eficiente.

Un aspecto crucial de la visión de Honda con la serie Zero es su compromiso con la neutralidad de carbono para el año 2050. Este objetivo se alinea con la ambiciosa estrategia de electrificación de la compañía, que busca lograr el 100% de ventas de vehículos eléctricos y vehículos eléctricos de celda de combustible para el año 2040 en todo el mundo.

Al presentar el Honda Zero junto con los conceptos innovadores de Space-Hub y Saloon, Honda demuestra su compromiso con la excelencia en el diseño y la tecnología. Estos modelos impresionan con su estética futurista, evocando imágenes de automóviles de ciencia ficción y destacando el compromiso de Honda con la vanguardia.

El Honda Zero se distingue por su diseño deportivo, inspirado en la velocidad y la eficiencia de los automóviles de Fórmula 1. Además, su eficiente sistema de propulsión eléctrica, impulsado por la tecnología e-Axles, promete un rendimiento excepcional con un impacto ambiental reducido.

El Space-Hub y el Saloon, por su parte, ofrecen opciones versátiles y elegantes para diferentes necesidades de movilidad. Desde la minivan minimalista con su distintiva luz trasera rectangular hasta el sedán esbelto con pantallas integradas, estos vehículos combinan estilo y sustentabilidad de manera única. Además de su enfoque en el diseño y la tecnología avanzada, Honda también está integrando funciones basadas en inteligencia artificial en la serie Zero.

Con el lanzamiento del Honda Zero, Honda se sitúa a la vanguardia de la revolución de la movilidad sostenible. Este emocionante proyecto no solo representa un avance tecnológico, sino también un paso crucial hacia un futuro más limpio y respetuoso con el medio ambiente.

Enclavado en la provincia de Overijssel, a 120 kilómetros de Ámsterdam, Giethoorn se erige como un tesoro holandés que desafía la norma: un pueblo sin carreteras, ni automóviles.

Este rincón pintoresco, conocido como “la Venecia del norte,” se distingue por sus canales que se extienden a lo largo de casi 90 kilómetros, donde las embarcaciones eléctricas y bicicletas son los protagonistas del transporte diario.

Con 176 puentes que cruzan sus canales y un paisaje de cuento de hadas, Giethoorn atrae a visitantes en busca de serenidad, encanto y sustentabilidad. El sonido de motores queda en el olvido, reemplazado por el canto de pájaros y el suave graznido de los cisnes que comparten el entorno acuático con los habitantes del pueblo.

El acceso a Giethoorn puede ser variado: una travesía en coche, tren y autobús desde Ámsterdam, un tour privado, un paseo compartido o incluso una experiencia en bicicleta. Sin importar el medio de transporte elegido, al llegar, los visitantes se sumergen en un mundo donde el agua es la principal vía de comunicación.

La historia de Giethoorn se entrelaza con cuernos de cabra, revelando sus orígenes en el siglo XIII. Se cuenta que los primeros pobladores, forasteros y fugitivos del norte de Italia, descubrieron numerosos cuernos y calaveras de cabras en el barro, probablemente resultado de las inundaciones de 1170. De este hallazgo surgió el nombre del pueblo: Giethoorn, antes conocido como ‘goat horn’ (cuerno de cabra).

Explorar Giethoorn en barca se vuelve imperativo, y por 20 euros, es posible alquilar un “whisper boat” eléctrico, garantizando un paseo tranquilo. La destreza en el timón se convierte en esencial para navegar por los canales y evitar los pocos “atasques” que puedan surgir. Durante el día, Giethoorn revela su belleza natural, pero es al caer la noche, cuando los faroles se encienden, que el pueblo se envuelve en un encanto mágico.

En un sorprendente hallazgo, un equipo internacional de científicos, liderado por investigadores del Instituto de Recursos Naturales de Groenlandia y la Universidad de Copenhague, ha descubierto una nueva variedad de foca anillada en el remoto fiordo helado de Ilulissat, en el oeste de Groenlandia. Este descubrimiento, recientemente publicado en Nature Ecology, revela que estas focas, llamadas Kangiat por los cazadores locales, han estado aisladas genéticamente del resto de sus parientes anillados durante más de 100,000 años.

Las focas del fiordo helado de Ilulissat presentan características notables que las distinguen de otras focas anilladas. Son más grandes, exhiben una coloración única y un patrón de pelaje distintivo que ha intrigado a los habitantes locales durante generaciones. Este descubrimiento, realizado utilizando telemetría, reconocimientos aéreos y análisis genómicos de última generación, se ha convertido en un hito en la comprensión de la diversidad en el Ártico.

Los datos recopilados mediante revelan que las focas anilladas de Kangia desafían el patrón de migración típico de las focas anilladas del Ártico. Mientras estas últimas suelen tener poblaciones más grandes y móviles, dispersándose a lo largo de miles de kilómetros en migraciones estacionales en busca de alimento, las Kangiat prefieren las altas densidades y la relativa estabilidad del fiordo.

Aunque este descubrimiento es un avance significativo en nuestra comprensión de la diversidad en el Ártico, aún persisten misterios sobre cómo y dónde las focas anilladas de Kangia se aislaron inicialmente y adquirieron estas características biológicas únicas. El estudio deja la puerta abierta a la posibilidad de que otros fiordos en el Ártico alberguen otras variedades especiales de focas anilladas, sugiriendo que este descubrimiento podría ser solo la punta del iceberg.

Este hallazgo resalta la importancia de estudiar y comprender la diversidad de los organismos en el Ártico y cómo se adaptan a los cambios climáticos y las actividades humanas. Este conocimiento no solo es crucial para guiar los esfuerzos de conservación y gestión en el Ártico, protegiendo poblaciones y recursos únicos, sino que también tiene implicaciones más amplias para nuestra comprensión de los sistemas naturales y la diversidad marina global aún no descrita científicamente.

Una experiencia única en las gélidas aguas de Islandia revela el mágico encuentro entre dos continentes. Aunque parezca sacado de un cuento de fantasía, existe un lugar en el planeta donde se puede experimentar la asombrosa sensación de tocar simultáneamente dos continentes: Europa y América del Norte. Este enclave mágico se encuentra en la impresionante Falla de Silfra, ubicada en el Parque Nacional de Thingvellir, a unos 45 kilómetros de Reykjavik, Islandia.

La Falla de Silfra es el resultado del constante movimiento de dos placas tectónicas: la norteamericana y la eurasiática. Cada año, estas placas se separan alrededor de dos centímetros, creando una fisura única en el mundo que permite sumergirse entre dos continentes.

Este fenómeno geológico tiene su origen en la historia de la Tierra, hace 300 millones de años, cuando todos los continentes estaban unidos en un supercontinente llamado “Pangea”. Los movimientos de las placas tectónicas a lo largo del tiempo han separado la tierra, dando lugar al mundo diverso que conocemos hoy.

Para experimentar directamente este prodigio natural, los intrépidos aventureros deben sumergirse en las aguas cristalinas provenientes del glaciar Langjökull, con una visibilidad que alcanza los 100 metros. El desafío implica el uso de trajes de buceo de neopreno, ya que las temperaturas del agua oscilan entre 2 y 4 grados Celsius. Un límite de tiempo de 30 minutos se impone para evitar el riesgo de congelación.

Las aguas de Silfra, alimentadas por el glaciar, son notables por su pureza, ya que carecen de restos orgánicos y vida acuática. Este fenómeno se debe a la erupción del volcán Skjaldbreidur, que creó lava porosa y desvió el curso del río, permitiendo que las aguas del lago Thigvallavatn llegaran a la falla después de un viaje subterráneo de entre treinta y cien años.

Dentro de la Falla de Silfra, los buceadores tienen la oportunidad de explorar cuatro áreas distintas. “La Gran Grieta”, el punto más estrecho, separado por tan solo 50 centímetros, permite el contacto simultáneo con Europa y América. Este punto también representa la parte más profunda de la falla, alcanzando hasta 45 metros de profundidad. Otros lugares notables incluyen “La Sala Silfra”, con su ensanchamiento y cuevas subacuáticas, “La Laguna de Silfra”, que exhibe una variedad de algas, y “La Catedral de Silfra”, donde se aprecia el rastro de lava entre las paredes de la falla.

La Tierra está repleta de maravillas, y la Falla de Silfra se destaca como una de las experiencias más extraordinarias. Esta obra maestra natural, que hoy podemos explorar y tocar, evolucionará con el tiempo, recordándonos la efímera oportunidad de conectar dos continentes de manera tan única y especial.

Detroit ha dado un paso histórico al presentar la primera carretera electrificada de Estados Unidos capaz de cargar vehículos eléctricos (VE) en pleno movimiento. Este proyecto revolucionario, desarrollado por Electreon, una empresa con sede en Israel, se erige como un hito en la búsqueda de soluciones para la movilidad eléctrica, la infraestructura de carga y la sustentabilidad.

La tecnología pionera utiliza bobinas de carga inductiva de cobre, estratégicamente instaladas bajo la calle, permitiendo a los VE equipados con receptores recibir carga mientras circulan, están en reposo o estacionados sobre estas bobinas. Con esta innovación, Electreon se ha convertido en la primera compañía en el mundo en desarrollar una solución de carga inalámbrica para vehículos eléctricos, marcando un momento histórico en la evolución de la movilidad sostenible.

Antes de llegar a Estados Unidos, Electreon probó con éxito su revolucionaria tecnología en países europeos como Alemania, Suecia e Italia. El éxito obtenido en estas pruebas piloto impulsó a la empresa a establecer su base en la ciudad de Detroit, donde inauguraron el primer tramo de autopista electrificada en noviembre de 2023, cerca de Michigan Central.

La autopista, que abarca una cuarta de milla tiene un diseño que permite a los autos eléctricos equipados con receptores especiales recibir energía simplemente al circular sobre el pavimento. La carga puede ocurrir mientras el vehículo está en movimiento o estacionado, eliminando así la preocupación de quedarse sin batería a mitad de trayecto.

El proceso de carga inalámbrica es eficiente y rápido, evitando la necesidad de largas esperas en estaciones de carga convencionales. Aunque la tecnología está en fase de prueba, Electreon vislumbra un futuro en el que su infraestructura pueda adaptarse también a semirremolques y transporte público eléctrico.

En el intrigante mundo de la ciencia canina, una investigación pionera realizada en la Universidad de Emory ha arrojado luz sobre la complejidad del vínculo emocional entre los perros y sus dueños. A través de resonancias magnéticas del cerebro canino, los científicos han desvelado que estos leales amigos no solo nos quieren, sino que nos ven como miembros de su propia familia.

Este descubrimiento revolucionario surge de un estudio meticuloso que involucró a perros entrenados para permanecer quietos mientras se sometían a escaneos cerebrales con máquinas de resonancia magnética funcional. Los resultados, publicados en la revista Journal of Visualized Experiments, muestran que el núcleo caudado, el centro de recompensa en el cerebro de los perros, se ilumina con mayor intensidad al percibir el olor de los humanos conocidos que con otros estímulos.

El análisis detallado de los patrones de activación cerebral ha revelado similitudes sorprendentes entre las respuestas emocionales de perros y humanos. Específicamente, cuando se trata de estímulos emocionales, los perros exhiben patrones cerebrales comparables a los de sus dueños. Este hallazgo resalta la profundidad del vínculo, sugiriendo que los perros no solo nos toleran, sino que nos consideran parte integral de su círculo familiar.

La resonancia magnética funcional también se utilizó para observar la actividad cerebral de los perros mientras veían vídeos desde su propia perspectiva. El profesor Gregory Berns, líder del estudio, destacó que los perros muestran una preferencia por las acciones y los movimientos en lugar de centrarse en objetos concretos. Esto sugiere que los cerebros de los perros están sintonizados para detectar y comprender los movimientos en su entorno, subrayando la importancia de la acción y el movimiento para su supervivencia.

Los resultados del estudio no solo tienen implicaciones emocionales, sino que también pueden transformar la forma en que los perros y los humanos interactúan. Brindar apoyo emocional y asegurar que se sientan amados y valorados en nuestros hogares se convierte en un aspecto fundamental de la responsabilidad de ser dueño de un perro. Además, estas revelaciones impactan positivamente en el mundo del adiestramiento y el comportamiento caninos.

El estudio de la Universidad de Emory marca solo el comienzo de nuestra exploración en el fascinante mundo del cerebro canino. Las futuras investigaciones pueden profundizar en aspectos como el impacto de la raza y la personalidad de los perros en el vínculo emocional con sus dueños, abriendo nuevas puertas hacia la comprensión mutua entre las dos especies.

En un evento de alto perfil en Pekín, el gigante tecnológico chino, Xiaomi, ha dado un paso audaz al presentar su primer vehículo eléctrico, el SU7, con la ambición de competir en la industria automovilística frente a gigantes como Tesla y Porsche. La presentación, encabezada por el CEO y cofundador de Xiaomi, Lei Jun, reveló no solo un automóvil, sino una apuesta empresarial de 10 mil millones de dólares que promete alterar el panorama del transporte de la misma manera que lo hizo con los teléfonos inteligentes hace una década.

El SU7, apodado “Speed Ultra”, no es solo un automóvil, es una declaración de intenciones. Equipado con tecnologías avanzadas de motorización, conducción autónoma y gestión de batería, Xiaomi busca deslumbrar a una audiencia ávida de innovación. La batería de 101 kWh proporciona una autonomía impresionante de hasta 800 km, mientras que su asombrosa aceleración de 0 a 100 km/h en 2.78 segundos lo coloca en la liga de los vehículos de alto rendimiento.

Lei Jun, en su presentación, describió el SU7 como un “auto de ensueño” que rivalizará con marcas icónicas. La apuesta de Xiaomi en el mundo de los vehículos eléctricos no solo busca crear un producto competitivo, sino también desafiar las percepciones y demostrar que pueden competir a nivel mundial cuidando al planeta.

Sin embargo, el camino hacia la cima no estará exento de desafíos. Xiaomi se enfrenta a un entorno regulatorio cambiante en China, el mayor mercado automovilístico del mundo. Las restricciones en los permisos de fabricación y la necesidad de asociarse con Beijing Automotive Group reflejan las complejidades del sector. A pesar de la competencia feroz y las limitaciones regulatorias, Lei Jun ha expresado su determinación de convertir a Xiaomi en uno de los cinco principales fabricantes de automóviles en 15 a 20 años.

El presidente de Xiaomi, al describir el SU7 como una “bestia de rendimiento”, ha insistido en que no recurrirán a menospreciar a la competencia para ganar terreno. En cambio, Xiaomi se dirige a un público específico: aquellos que valoran la tecnología, el rendimiento y el estilo.

El impacto ambiental también está en el centro de la estrategia de Xiaomi. Con el SU7, la empresa apunta a cero emisiones de CO2 durante la conducción, contribuyendo así a la mejora de la calidad del aire. Además, la reducción de la contaminación acústica, el menor mantenimiento y la mayor eficiencia energética son beneficios adicionales que hacen que los vehículos eléctricos como el SU7 se destaquen como una opción sostenible.

La inversión de Xiaomi en vehículos eléctricos refleja la creciente conciencia sobre la importancia de abrazar tecnologías más limpias y eficientes. En un mundo donde la movilidad sostenible es clave para preservar nuestro medio ambiente, el SU7 de Xiaomi llega como una propuesta emocionante, no solo como un medio de transporte, sino como un símbolo de innovación y cambio en la industria automotriz.

En un rincón de Europa, la conciencia ambiental se ha convertido en un negocio que beneficia tanto al planeta como a los ciudadanos. En Alemania, la iniciativa de pagar 0.25 euros por cada botella de plástico reciclada ha revolucionado la forma en que se aborda el consumo de envases desechables. Este sistema, conocido como “Pfand“, no sólo ha transformado las calles alemanas, sino que también ha inspirado medidas similares en otros países europeos.

Desde hace cuatro décadas, España vivió el fenómeno de devolver las botellas de vidrio a la tienda, generando descuentos en las nuevas compras. Aunque esta práctica desapareció con la llegada de las botellas de plástico y los contenedores de reciclaje, los alemanes han demostrado que el retorno a sistemas de depósito puede ser la clave para combatir la contaminación y fomentar el reciclaje.

El sistema de depósito alemán, implementado en 2003, no sólo ha hecho desaparecer las botellas vacías de las calles, sino que ha alcanzado una asombrosa tasa de retorno del 98.5%. Este éxito se atribuye a la combinación de un pequeño sobreprecio al comprar una botella, reembolsado al devolverla a las máquinas de reciclaje, que emiten vales canjeables por dinero en efectivo o para la compra de otros productos.

La medida inicialmente aplicada a botellas de plástico grueso y latas se expandió en 2022 para incluir todas las botellas, incluso las de plástico ligero. Este sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) ha demostrado ser una versión moderna y efectiva de las antiguas prácticas de devolución.

Más allá de Alemania, países como Austria, Suecia, Dinamarca, Finlandia y los Países Bajos han adoptado sistemas similares. En Roma, la recompensa por reciclar se traduce en descuentos en billetes de metro, mientras que en Argentina se mantiene un sistema de descuento en el precio de la bebida al devolver la botella vacía. En México también hay algunos descuentos y sistema de puntos por la cantidad de botellas de plásticos que regreses en los almacenajes.

El desafío radica en encontrar un equilibrio que no sólo beneficie al medio ambiente, sino que también sea viable económicamente. A pesar de los éxitos, Alemania ha enfrentado críticas por un diseño de incentivos que favorece las botellas de un sólo uso sobre las reutilizables. Empresas embotelladoras han obtenido beneficios significativos al no tener que devolver depósitos por contenedores no reciclados. Para abordar este problema, se está trabajando en nuevas regulaciones que fomenten la utilización de envases reutilizables.

Mientras algunos países luchan con la conciencia del reciclaje, Alemania ha demostrado que la combinación de incentivos económicos y prácticas sostenibles puede cambiar la narrativa. La pregunta que resuena es si otros países seguirán el ejemplo, reconociendo que reciclar no sólo es responsabilidad individual, sino también una oportunidad para contribuir al bienestar del planeta y, en el caso alemán, recibir una recompensa justa por cada botella reciclada.

En Colombia, un proyecto de ley ha surgido como un faro de esperanza para los animales domésticos, proponiendo un curso obligatorio para la tenencia responsable y la creación de un registro nacional de propietarios de mascotas. Presentado con entusiasmo por el representante de Cundinamarca, Julio Roberto Salazar, este proyecto busca transformar la relación entre los ciudadanos colombianos y sus fieles compañeros, destacando la necesidad de conciencia y responsabilidad en el cuidado de los animales.

La Comisión Quinta de la Cámara de Representantes ha dado un paso trascendental al poner de relieve esta iniciativa crucial, que ha cobrado fuerza ante las alarmantes cifras de maltrato animal en todo el país. Un informe impactante del Grupo de Enlace de Urgencias Veterinarias y Maltrato Animal reveló la atención a 29,419 incidentes relacionados con animales en tan solo un año en Bogotá, subrayando la urgencia de abordar este problema de manera integral.

El proyecto propuesto, liderado por el senador Nicolás Echeverry y el representante Andrés Felipe Jiménez Vargas, apunta a establecer un curso obligatorio para la tenencia responsable de animales domésticos. La iniciativa ha sido respaldada por diversos representantes, entre ellos el entusiasta Julio Roberto Salazar, quien resaltó la nobleza y belleza del proyecto al reconocer que nace de la necesidad de concientizar sobre la responsabilidad que conlleva cuidar de un animal de compañía.

Sin embargo, la aceptación generalizada no ha impedido que se planteen valiosas sugerencias por parte de los representantes. Óscar Villamizar, representante por Santander, destacó la necesidad de especificar la entidad responsable de llevar a cabo el proyecto, cuestionando si corresponde al Ministerio de Medio Ambiente, al Ministerio de Salud o al ICA. Por otro lado, Octavio Cardona, representante por Caldas, hizo un llamado a la cautela para evitar que los requisitos propuestos se conviertan en una carga para los propietarios, enfocándose en no obstaculizar la promoción de la tenencia responsable y prevenir un aumento en las tasas de abandono.

El proyecto no sólo propone cursos obligatorios, sino también incentivos para combatir el maltrato animal, promover la adopción, vacunación, esterilización, cría y venta responsable de animales domésticos. Además, contempla la creación del Registro Nacional de Propietarios de Animales Domésticos, una base de datos esencial para planear campañas de divulgación sobre los derechos de los animales y las obligaciones de sus propietarios.

El representante Julio Roberto Salazar resaltó la nobleza del proyecto al expresar que busca brindar herramientas y conocimientos valiosos a los dueños de mascotas, protegiendo así los derechos de los animales que comparten nuestro hogar. A pesar de las sugerencias, el proyecto ha superado la fase inicial en la Comisión Quinta y se encamina hacia la plenaria de la Cámara de Representantes, marcando un paso significativo hacia la protección y promoción del bienestar de los animales domésticos en Colombia.

Además, la Corte Constitucional ha convocado a una audiencia pública técnica para abordar la doble connotación que ostentan los animales de compañía en Colombia. La iniciativa busca determinar los retos jurídicos y establecer si las mascotas deben considerarse como parte de un núcleo familiar o como bienes sintientes. La justicia colombiana busca así sentar las bases para abordar casos similares y pronunciarse sobre el rol de las mascotas en la sociedad. Un debate necesario que refleja la importancia de reconsiderar el estatus jurídico de nuestros fieles amigos y compañeros de vida.

En las remotas tierras de Hokkaido, Japón, reside un tesoro natural único: la ardilla voladora siberiana, conocida localmente como Ezo momonga. Esta encantadora especie, antigua habitante de la región, se ha ganado el corazón de los japoneses y del fotógrafo Keishiro Shin, quien ha dedicado su lente a capturar la gracia y la belleza de estas criaturas en sus hábitats invernales.

Hokkaido, la isla más septentrional de Japón, alberga a esta ardilla cuya presencia se remonta a millones de años, cuando las tierras japonesas aún estaban unidas a Siberia. Aislada en Hokkaido a medida que los continentes se separaban, esta especie ha evolucionado y adaptado sus costumbres, convirtiéndola en una parte integral del ecosistema de la región.

Aunque principalmente nocturnas, las hembras y sus crías, de vez en cuando, emergen durante el día en busca de sustento. Su peculiaridad reside en el uso de los agujeros dejados por los pájaros carpinteros como refugio, y su agilidad para desplazarse de árbol en árbol en búsqueda de nueces, bayas y semillas. Estas pequeñas criaturas, del tamaño de la ardilla voladora enana japonesa, han conquistado los corazones de la población local.

Keishiro Shin, un fotógrafo de 53 años, se ha convertido en un testigo privilegiado de la vida de estas ardillas. Aunque Shin fotografiaba una variedad de animales, las ardillas voladoras enanas japonesas se volvieron sus favoritas. “Son adorables, pero no sólo adorables, son animales salvajes y duros”, comenta con admiración.

Residente de la zona de Shiretoko en Hokkaido desde 2010, Shin ha integrado su amor por la fotografía con su fascinación por la naturaleza que lo rodea. Su enfoque va más allá de la simple captura visual; busca conocer de cerca a estos animales, comprendiendo sus comportamientos y hábitats.

En el invierno, cuando las ardillas voladoras enanas japonesas se aventuran durante el día, Shin aprovecha la oportunidad para observar sus hábitos. Equipado con raquetas de nieve, explora el bosque cercano a su hogar en busca de nuevos nidos. La búsqueda implica rastrear huellas y excrementos para ubicar sus guaridas y luego esperar pacientemente o usar cámaras de seguimiento para confirmar su presencia.

“Buscar nidos lleva mucho tiempo, pero la recompensa de ver salir a las criaturitas del nido que él mismo descubrió hace que merezca la pena con creces”, explica Shin. Su dedicación y paciencia son evidentes, ya que logra no solo capturar imágenes, sino también presenciar la vida de estas ardillas en su entorno natural.

Estas imágenes revelan no sólo la singular belleza de las ardillas voladoras enanas japonesas sino también la resistencia que demuestran en las duras condiciones invernales. A diferencia de algunas especies que hibernan, estas ardillas se refugian en agujeros naturales o en aquellos dejados por pájaros carpinteros, enfrentando el frío en grupo para mantenerse calientes.

Shin, al compartir sus fotografías, no solo busca resaltar la adorable apariencia de estas ardillas, sino también transmitir un profundo respeto por la naturaleza y su capacidad para sobrevivir en entornos desafiantes. Su trabajo destaca la independencia y fascinación de los animales salvajes, quienes, según él, “cazan o son cazados” y viven en una constante lucha por la supervivencia.

Para Shin, las ardillas voladoras siberianas son más que un sujeto fotográfico; son símbolos de la vida salvaje independiente y fascinante que lo rodea en Hokkaido. Sus imágenes capturan la esencia de un ecosistema vibrante y diverso, recordándonos la importancia de preservar y apreciar la vida silvestre que comparte nuestro planeta.