No todos los héroes llevan capa, algunos prefieren agujas de crochet y lana. Esta es la historia de Alfred Date, mejor conocido como Alfie, un hombre que vivió más de 110 años en Australia y encontró en el tejido una forma de cambiar vidas… incluso las de los pingüinos.

En sus últimos años, Alfie descubrió una peculiar misión: tejer diminutos suéteres para ayudar pingüinos afectados por un derrame de petróleo en la costa. ¿La razón? Estas pequeñas aves, al entrar en contacto con el crudo, intentaban limpiarse con el pico, ingiriendo sustancias tóxicas. Los suéteres les permitían mantenerse abrigados y evitar que se lastimaran mientras eran rescatados y rehabilitados.

Cuando el hogar de ancianos donde vivía lanzó una convocatoria para apoyar a la Phillip Island Penguin Foundation, Alfie no lo dudó. Con sus más de 80 años de experiencia en el tejido, puso manos a la obra y creó piezas a la medida de estos diminutos habitantes del océano. Su dedicación se convirtió en una luz de esperanza para cientos de aves en peligro.

Pero su generosidad no se detuvo ahí. Además de los suéteres para pingüinos, Alfie tejió bufandas para sus amigos y gorros para bebés prematuros. Su única motivación era sencilla: ayudar a quienes lo necesitaban, sin importar cuán grandes o pequeños fueran.

Alfie continuó con su labor solidaria hasta su fallecimiento en 2016, dejando un legado de amor y altruismo que sigue inspirando al mundo. Su historia se hizo viral y conmovió a miles en redes sociales, recordándonos que los actos de bondad no tienen edad ni límites.

En un mundo donde a veces la indiferencia parece reinar, la historia de Alfie nos demuestra que incluso los gestos pequeños pueden marcar una enorme diferencia. 

En un laboratorio del Tecnológico de Monterrey, la ciencia y la gastronomía han convergido para crear algo que hasta hace unos años parecía sacado de la ciencia ficción: carne impresa en 3D. Tal y como lo leen.

No se trata de carne convencional, sino de un filete vegetal con la apariencia, textura y sabor sorprendentemente similares a los de la carne real. Un avance que no solo desafía la percepción de la comida, sino que también representa un gran paso hacia un futuro más sostenible.

Todo comenzó con una idea que parecía imposible. Lilu Lam Aguilar, una joven apasionada por la ciencia y la gastronomía, soñaba desde niña con un árbol que pudiera dar carne. Ese pensamiento infantil se convirtió en una realidad cuando la investigación en regeneración muscular humana se combinó con el potencial de la impresión 3D. El resultado fue un filete vegetal que imita la estructura del tejido animal, elaborado con ingredientes como proteína de chícharo, aceite de coco y una raíz oriental que emula el tejido conectivo.

La impresora 3D desarrollada por los científicos puede producir hasta cinco kilogramos de este filete vegetal al día. Lo más impresionante es que no solo luce como carne, sino que también tiene la misma jugosidad y resistencia al corte que un filete de res. El producto ha sido sometido a rigurosas pruebas culinarias y ha demostrado ser lo suficientemente versátil como para replicar platillos tradicionales mexicanos, desde fajitas hasta tacos al pastor.

Más allá de su impacto en la gastronomía, este desarrollo es una solución real al desafío del cambio climático. La producción de carne vegetal requiere menos agua, tierra y energía que la ganadería tradicional, reduciendo significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, es una alternativa ideal para quienes buscan reducir su consumo de carne sin renunciar a la experiencia sensorial de un buen filete.

Este avance no se detiene aquí. El equipo del Tecnológico de Monterrey ya trabaja en un proyecto aún más ambicioso: la carne cultivada en laboratorio. Aunque aún falta camino por recorrer, esta innovación promete cambiar para siempre la forma en que consumimos proteínas y marca el inicio de una nueva era en la industria alimentaria.

Ahora ya es muy común poder comprar productos de calidad, gastar menos ayudar al planeta al mismo tiempo. Y esta noticia me emociona contarles, porque eso es justo lo que propone Mercado Circular, una startup chilena que ha llegado a México con una revolución en la venta a granel. Su tecnología garantiza que los productos sean seguros, frescos y accesibles, mientras reduce el desperdicio de envases y costos innecesarios.

El mercado de productos a granel en México es enorme, pero la calidad y seguridad de los productos ha sido un problema constante. Ahí es donde Mercado Circular marca la diferencia: implementa sistemas que aseguran la inocuidad y trazabilidad de los productos, lo que permite que marcas reconocidas confíen en este modelo. Con esta innovación, los consumidores pueden acceder a productos de calidad a precios más bajos y sin generar residuos.

El modelo de negocio de la startup se adapta tanto a pequeños comercios como a grandes retailers. El impacto económico ecológico es notable. Comprar a granel puede ser entre un 15 y un 20% más barato que comprar productos empaquetados. Además, al reducir el uso de plástico y cartón, ayuda a disminuir la contaminación

La expansión en México apenas comienza, pero ya se está trabajando en incluir nuevas categorías, como productos para mascotas. Así que se parte de la revolución verde y del cambio, ya sea con Mercado Circular o cualquier tipo de mico o mediana empresa que se dedique a ayudar al planeta implementando estas prácticas sustentables como Despensa Natural, Estado Natural, Mercado a Granel Be Zero Waste, El Buen Genio, La Cosmetiquería, entre otros.

El futuro es verde, y Colgate-Palmolive lo sabe. En un mundo donde el cuidado del medio ambiente ya no es opcional, la compañía ha dado un paso gigante al unirse con Vida Circular, una plataforma que impulsa la economía circular para reducir el impacto ambiental. Juntos, buscan cambiar la forma en que producimos consumimos plástico.

Colgate-Palmolive no solo innova en productos, también en conciencia ecológica. Su objetivo es claro: para 2025, el 100% de sus empaques serán reciclables. Actualmente, ya han logrado un 99%, un dato que refleja su compromiso real con el planeta.

Pero eso no es todo. También buscan eliminar un tercio de los plásticos vírgenes en sus envases y sustituirlos por materiales reciclados, reutilizables o compostables“No solo queremos reducir el impacto, queremos cerrar el ciclo”, afirma Tehicú Valenzuela, Champion de Sustentabilidad en Colgate-Palmolive México. Ellos más que una alianza, van por una revolución sostenible.

La alianza con Vida Circular no se limita a la manufactura. Es una apuesta por el conocimiento. Colgate-Palmolive está promoviendo la educación ambiental para que los consumidores sean parte activa de la solución. “Un consumidor informado toma decisiones que cambian el mundo”, asegura Valenzuela.

En 2020, Colgate-Palmolive marcó un hito con el primer tubo de crema dental reciclable del mundo. Pero no se quedaron ahí: han incorporado material reciclado en empaques de cuidado personal, del hogar y hasta en los mangos de sus cepillos dentales.

“El plástico bien gestionado es un recurso valioso”, dice Humberto Quiroz, director de Procurement & Sustentabilidad en ALPLA y Vocero Fundador de Vida Circular. La meta es clara: transformar la industria y demostrar que la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una responsabilidad compartida.

Colgate-Palmolive y Vida Circular están liderando el cambio con empaques que salvan al planeta y tú ¿te unes?

Amazon, el gigante del comercio electrónico, está revolucionando su manera de hacer negocios con un propósito claro: ¡cero emisiones de carbono para 2040!

¿Cómo lo piensa hacer?

Innovación, tecnología y compromiso son las claves de su ambicioso plan.

Julio Valle, gerente de sostenibilidad de Amazon México, explicó para Forbes Perú en Sustainability Summit 2024 cómo la empresa está dejando su huella verde. Una de sus estrategias más impactantes es el uso de tecnologías avanzadas para monitorear y reducir el consumo de energía en sus edificios“Sin datos, no hay qué corregir”, dijo Valle, destacando la importancia de analizar cada detalle para mejorar continuamente.

Y aquí va lo sorprendente: Amazon está detrás de más de 500 proyectos de energía solar y eólica alrededor del mundo, comprometido a que toda su energía sea 100% renovable para 2025.

Pero eso no es todo. Las rutas de entrega también están siendo optimizadas gracias a algoritmos con inteligencia artificial que mejoran la eficiencia y reducen emisiones. Por si fuera poco, los empaques están evolucionando. Desde cajas 100% recicladas en México hasta la sustitución de bolsas plásticas por opciones de papel, Amazon no deja nada al azar.

Y si creías que eso era impresionante, espera a conocer su programa “Entrega en el propio empaque”. Este innovador sistema elimina materiales de embalaje adicionales, reduciendo un 41% el uso de empaques desde 2015 y evitando 2 millones de toneladas de desechos.

Su compromiso no termina ahí. Con iniciativas como “Amazon Segunda Vida”, los productos reacondicionados, tutoriales para reparaciones y libros usados están demostrando que la economía circulares el futuro.

Además, con la creación de The Climate Pledge, Amazon ha reunido a cerca de 500 empresas en una alianza global para alcanzar la neutralidad de carbono una década antes de lo establecido por el Acuerdo de París.

Así que recuerda, detrás de cada pedido, hay un compromiso real por un futuro más sostenible

 Islandia ha encendido una esperanza tecnológica en la lucha contra el cambio climático. Se trata de Mammoth, la aspiradora de dióxido de carbono (CO2) más grande del mundo, diseñada para absorber miles de toneladas de carbono directamente del aire y transformarlas en piedra. Esta gigantesca innovación, creada por la empresa suiza Climeworks, es un paso audaz hacia un futuro más limpio y sostenible.

Mammoth utiliza una tecnología conocida como captura directa de aire (DAC, por sus siglas en inglés). Imagina un sistema que literalmente aspira aire, lo filtra mediante procesos químicos para eliminar el carbono, y luego lo transporta bajo tierra. Allí, el CO2 queda atrapado permanentemente al solidificarse en roca. Todo esto ocurre gracias a la energía geotérmica de Islandia, completamente limpia y renovable.

Con su capacidad total, Mammoth podrá capturar 36,000 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a retirar 7,800 automóviles de circulación. Su diseño modular permite expandirla fácilmente, y actualmente ya opera con 12 contenedores recolectores, aunque se espera que sean muchos más en los próximos meses.

Este proyecto no está exento de desafíos. Aunque Mammoth es un logro impresionante, apenas representa una pequeña fracción de lo que el mundo necesita para combatir el cambio climático. Según la Agencia Internacional de Energía, se deberían eliminar 70 millones de toneladas de carbono al año para 2030, y los equipos actuales solo eliminan 0.01 millones de toneladas.

Además, el costo por tonelada de carbono aún es elevado, rondando los $1,000. Climeworks espera reducirlo a $300 para 2030 y a $100 para 2050, haciendo la tecnología más accesible.

“Mammoth es solo el principio”, afirma Jan Wurzbacher, codirector de Climeworks. La compañía planea eliminar 1 millón de toneladas de carbono al año para 2030 y expandirse a 1,000 millones para 2050. Sin embargo, este tipo de soluciones no reemplaza la urgencia de reducir el uso de combustibles fósiles, un recordatorio de que el cambio climático requiere esfuerzos conjuntos en múltiples frentes.

¿Será Mammoth el primer gran paso hacia un aire más limpio?

¿Tienes un árbol de Navidad natural que ya no necesitas? 

En Iztapalapa, tu árbol puede transformarse en vida. La alcaldesa Aleida Alavez Ruiz inauguró las audiencias ciudadanas de 2025 en la colonia Santa Catarina con una invitación especial: reciclar árboles navideños a cambio de una planta viva.

“Si todavía no han quitado su árbol navideño natural, tráiganlo para que les entreguemos a cambio una plantita viva,” animó Alavez, destacando que esta iniciativa no solo reduce desechos, sino que también apoya el cuidado de las áreas verdes en la alcaldía.

El programa, vigente hasta el 15 de febrero, convierte los árboles recolectados en composta para enriquecer parques y jardines de Iztapalapa. Puedes llevar tu árbol a cualquiera de las Direcciones Territoriales, y de paso, participar en talleres y actividades comunitarias.

La audiencia ciudadana no fue solo sobre reciclaje si no que tambien hubo un despliegue de servicios hasta talleres para iniciar huertos en casa. Se contó con actividades de bienestar animal, como vacunación y consultas gratuitas para perros y gatos, junto con servicios de salud visual y alternativas terapéuticas como auriculoterapia.

Esta campaña resalta la importancia de la sostenibilidad y convertir un símbolo navideño en composta no solo beneficia al medio ambiente, sino que también fortalece la conexión entre la comunidad y la naturaleza.

En Iztapalapa, el reciclaje no es solo una acción; es un paso hacia un futuro más verde y solidario. 

¿Te unes al cambio? 

En un rincón vibrante de Bogotá, una youtuber colombiana está revolucionando el reciclaje y ganando corazones en toda América LatinaSara Samaniego, conocida como Marce, la recicladora, combina color, carisma y conciencia social para cambiar la forma en que vemos la basura. Con más de 32 años y un ejército de seguidores en YouTube, TikTok e Instagram, Sara ha demostrado que cuidar el planeta puede ser emocionante, esperanzador y humano.

¿Cómo lo hace? Creó a Marce, un personaje alegre y empático que enseña, inspira y conecta. Marce no solo explica cómo separar la basura en bolsas blancas o negras, sino que también narra las historias invisibles de los recicladores informales de Bogotá: héroes anónimos que luchan diariamente para transformar los residuos en recursos.

“Son madres, padres, personas increíbles que trabajan con dedicación cada día”, dice Sara conmovida en uno de sus videos. Este mensaje ha llegado a millones y ha inspirado cambios reales, desde hogares que ahora limpian sus reciclables hasta estudiantes rurales que han adoptado hábitos sostenibles gracias a sus lecciones.

El interés de Sara por el reciclaje nació cuando era niña. Durante vacaciones en el campo, su familia quemaba basura debido a la falta de servicios de recolección, una experiencia que dejó una marca en su conciencia. Más tarde, mientras estudiaba Comunicación, conoció de cerca la lucha de los recicladores informales y decidió contar sus historias al mundo.

Pero no fue fácil. Al principio, quiso trabajar con recicladores reales para sus videos, pero encontró resistencia y desconfianza. Finalmente, Sara decidió convertirse en Marce, un personaje que encarna la alegría y la dignidad del trabajo de reciclaje. “Quería ponerme en los zapatos del otro, no para engañar, sino para empatizar“, explica.

Durante la pandemia, Sara recaudó fondos para apoyar a los recicladores con alimentos y medicamentos, un esfuerzo que evolucionó en su organización sin fines de lucro, Reciclando Amor. Esta iniciativa brinda asistencia médica y servicios esenciales a quienes más lo necesitan, cerrando la brecha entre el impacto social y el ambiental.

Con cada video, Sara no solo educa, sino que inspira a ver la basura como una oportunidad para cambiar el mundo. Y en un mundo donde las redes sociales son a menudo un reflejo vacío, Marce brilla como un faro de esperanza y acción.

Si crees que el reciclaje es aburrido, deja que Sara Samaniego te lo cuente con su estilo único. Porque, como dice Marce: “Un poquito de esfuerzo puede transformar montañas de basura en montañas de posibilidades”. 

¿Sabías que puedes armar tu arbolito de Navidad sin gastar mucho y cuidando el medio ambiente

Sí, es posible. Olvídate de los árboles plásticos que contaminan y lánzate a crear un arbolito 100% reciclable. Te aseguramos que, además de ser único, dejará a todos impresionados. 

El fin de año es una locura pero para darle inicio a la Navidad necesitas un árbol y ¿por qué no hacerlo de manera eco-friendly? Aquí te damos ideas prácticas para crear un árbol sostenible y original;

  1. Cartón y papel 
    Con unas cajas de cartón que tengas por ahí, puedes construir la estructura de tu árbol. Corta triángulos y apílalos en forma de pino. Decóralo con estrellas hechas de revistas viejas o papel periódico. “Es barato, creativo y totalmente reciclable”, comenta una estudiante que hizo el suyo.
  2. Botellas de plástico 
    Junta botellas vacías, píntalas de verde y apílalas formando un pino. Es un proyecto que puedes hacer con amigos o familia. “Convertir lo que otros tiran en algo hermoso es lo mejor de todo”, dice Carlos, un joven que decoró su sala con este árbol único.
  3. Neumáticos usados 
    ¡Sí, hasta una llanta vieja puede ser un árbol! Límpiala, dale una capa de pintura verde y agrega luces LED. Además, estarás evitando que se convierta en un criadero de mosquitos.
  4. Cintas y luces LED 
    ¿Espacio limitado? Pega ganchos adhesivos en la pared, cuelga cintas verdes y dale forma triangular. Decóralo con luces LED, que consumen menos energía. Resultado: un árbol minimalista y súper chic.

Tip extra: Usa pegamento natural, hilo de algodón o cordeles de yute para unir todo. Así, cuando desarmes tu árbol, ¡todo será reciclable!

Al final de la temporada, separa los materiales y llévalos a un punto de reciclaje. Recuerda, cuidar el planeta también es un regalo

¡Anímate a crear tu árbol reciclable y dale un toque verde a esta Navidad!