En un ambicioso proyecto que busca cambiar la perspectiva de las ciudades del futuro, el multimillonario estadounidense Marc Lore presenta Telosa, una propuesta de ciudad inteligente y sostenible que aspira a convertirse en un modelo global para la vida urbana. Con una inversión estimada de US$ 400 mil millones, Telosa planea albergar a 5 millones de personas para el año 2050, con la primera fase de construcción prevista para recibir a 50,000 residentes.

Diseñada en colaboración con el prestigioso arquitecto danés Bjarke Ingels, Telosa tiene como lema ser “futurista, innovadora, ecológica, sostenible y solidaria”. Marc Lore, ex directivo de Walmart y propietario actual del equipo de la NBA Minnesota Timberwolves, ha trazado una visión para esta ciudad utópica en medio del desierto estadounidense.

La propuesta destaca por su enfoque en la sostenibilidad y la movilidad. Telosa se concibe como una ciudad de 15 minutos, donde los lugares de trabajo, las escuelas y los servicios esenciales estarán a un viaje de 15 minutos desde los hogares de los residentes. Un punto clave es la prohibición de vehículos propulsados por combustibles fósiles dentro de la ciudad, fomentando la caminabilidad y el uso de scooters, bicicletas y vehículos eléctricos autónomos.

El proyecto contempla un desarrollo de aproximadamente 600 kilómetros cuadrados en territorio estadounidense, ubicado en el oeste del país, aunque aún no se ha confirmado la ubicación exacta. Telosa se presenta como un enclave futurista rodeado de vegetación, con espacios verdes y una planificación que busca integrar la ciudad con el entorno natural del desierto.

El componente sostenible de Telosa se refleja en su enfoque hacia la energía renovable y la gestión del agua. El plan incluye un sistema inteligente de agua que permitirá almacenar, filtrar y reutilizar el recurso en la propia ciudad, abordando la sequía del desierto. Además, se establece la exclusividad de calles para bicicletas y peatones, promoviendo un entorno libre de emisiones contaminantes.

Marc Lore, en un video promocional, enfatizó la visión de Telosa como “la ciudad más abierta, más justa e inclusiva del mundo”. La propuesta incluye un modelo de gobierno innovador, donde las decisiones se tomarán en reuniones abiertas, priorizando siempre el cuidado ambiental. La idea es crear una ciudad desde cero, basada en un nuevo modelo social solidario y justo.

Se estima que los primeros habitantes llegarán en 2030, con una población inicial de alrededor de 50,000 personas. La proyección a 2050 busca alcanzar los 5 millones de habitantes, consolidando a Telosa como un centro urbano vibrante y sostenible.

El proyecto Telosa representa un paso audaz hacia el futuro de las ciudades, desafiando las convenciones urbanísticas actuales y proponiendo un modelo integral que abarca desde la movilidad sostenible hasta la participación ciudadana en la toma de decisiones. Marc Lore se propone inaugurar una ciudad que no solo sea pionera en términos tecnológicos, sino que también establezca un estándar global para la vida urbana y sirva como inspiración para las generaciones futuras.

En un rincón de Europa, la conciencia ambiental se ha convertido en un negocio que beneficia tanto al planeta como a los ciudadanos. En Alemania, la iniciativa de pagar 0.25 euros por cada botella de plástico reciclada ha revolucionado la forma en que se aborda el consumo de envases desechables. Este sistema, conocido como “Pfand“, no sólo ha transformado las calles alemanas, sino que también ha inspirado medidas similares en otros países europeos.

Desde hace cuatro décadas, España vivió el fenómeno de devolver las botellas de vidrio a la tienda, generando descuentos en las nuevas compras. Aunque esta práctica desapareció con la llegada de las botellas de plástico y los contenedores de reciclaje, los alemanes han demostrado que el retorno a sistemas de depósito puede ser la clave para combatir la contaminación y fomentar el reciclaje.

El sistema de depósito alemán, implementado en 2003, no sólo ha hecho desaparecer las botellas vacías de las calles, sino que ha alcanzado una asombrosa tasa de retorno del 98.5%. Este éxito se atribuye a la combinación de un pequeño sobreprecio al comprar una botella, reembolsado al devolverla a las máquinas de reciclaje, que emiten vales canjeables por dinero en efectivo o para la compra de otros productos.

La medida inicialmente aplicada a botellas de plástico grueso y latas se expandió en 2022 para incluir todas las botellas, incluso las de plástico ligero. Este sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) ha demostrado ser una versión moderna y efectiva de las antiguas prácticas de devolución.

Más allá de Alemania, países como Austria, Suecia, Dinamarca, Finlandia y los Países Bajos han adoptado sistemas similares. En Roma, la recompensa por reciclar se traduce en descuentos en billetes de metro, mientras que en Argentina se mantiene un sistema de descuento en el precio de la bebida al devolver la botella vacía. En México también hay algunos descuentos y sistema de puntos por la cantidad de botellas de plásticos que regreses en los almacenajes.

El desafío radica en encontrar un equilibrio que no sólo beneficie al medio ambiente, sino que también sea viable económicamente. A pesar de los éxitos, Alemania ha enfrentado críticas por un diseño de incentivos que favorece las botellas de un sólo uso sobre las reutilizables. Empresas embotelladoras han obtenido beneficios significativos al no tener que devolver depósitos por contenedores no reciclados. Para abordar este problema, se está trabajando en nuevas regulaciones que fomenten la utilización de envases reutilizables.

Mientras algunos países luchan con la conciencia del reciclaje, Alemania ha demostrado que la combinación de incentivos económicos y prácticas sostenibles puede cambiar la narrativa. La pregunta que resuena es si otros países seguirán el ejemplo, reconociendo que reciclar no sólo es responsabilidad individual, sino también una oportunidad para contribuir al bienestar del planeta y, en el caso alemán, recibir una recompensa justa por cada botella reciclada.

En el escenario deslumbrante de Miss Universo, Anna Sueangam-iam, Miss Tailandia 2022, no sólo capturó la atención con su belleza, sino que también dejó una huella imborrable con su vestido de impacto y una historia de resiliencia que conmovió al mundo.

El vestido, bautizado como “Vestido de Diamante Precioso Oculto”, se destacó no sólo por su diseño único sino por su profundo significado. Confeccionado por la modista Manirat, el vestido fusionó lenguetas de latas de refresco con cristales de Swarovski, demostrando que lo que muchos consideran sin valor posee su propio encanto y belleza.

La historia detrás de este vestido es un tributo conmovedor a los humildes orígenes de Anna Sueangam-iam. Criada en los vertederos de Bangkok, donde sus padres trabajaban como recolectores de basura, la joven tailandesa rompió estereotipos y llevó un mensaje poderoso sobre la belleza oculta en lo que la sociedad “considera desechos”.

“Este vestido se inspiró en el entorno familiar de mi infancia. Crecí con unos padres basureros, y mi vida de niña transcurría entre montones de basura y materiales reciclables”, compartió Anna Sueangam-iam en sus redes sociales. 

La iniciativa de Anna Sueangam-iam refleja la creciente conciencia ambiental y el impulso hacia la sostenibilidad en la moda. Su vestido llamó la atención por el mensaje profundo que lleva consigo: la transformación de materiales desechados en una obra de arte.

“Quise presentar al UNIVERSO que lo que muchos consideran sin valor en realidad posee su propio valor y belleza”, enfatizó.

El desfile no sólo fue una plataforma para resaltar la belleza exterior, sino también para destacar la belleza interior y la fuerza de aquellos que superan desafíos. La entrega del Premio de Liderazgo a Anna Sueangam-iam resalta su carisma y la conexión genuina que estableció con el público.

La historia de Sueangam-iam resonó en cada pasarela. De ser apodada como la “reina de la basura” en su infancia, se convirtió en la embajadora de la belleza y la resiliencia. Aunque el título de Miss Universo se lo llevó R’Bonney Gabriel de Estados Unidos, Anna Sueangam-iam se consagró como la verdadera protagonista y ejemplo de superación.

La Miss Tailandia no solo desafió los estándares convencionales de la moda, sino que también inspiró a millones alrededor del mundo. La historia de su vestido de diamantes ocultos es un recordatorio de que la moda puede ser una fuerza para el cambio y la conciencia ambiental.

Las jóvenes científicas Jeanny Yao y Miranda Wang desarrollaron una bacteria capaz de transformar el plástico en CO2 y agua. Su objetivo inicial es limpiar las playas y océanos y también producir materia prima para prendas de vestir.

“Hoy en día, es prácticamente imposible dejar de utilizar plástico. Creemos que todo debería ser biodegradable”, afirmó Wang.

De acuerdo con estudios recientes, la previsión para 2050 la cantidad de plástico en los océanos superará a la de peces. La Buena Noticia es que hay personas preocupadas por la contaminación marina, como las estudiantes Yao y Wang, que han desarrollado una bacteria capaz de convertir el plástico en CO2 y agua como lo mencionamos anteriormente, pero ¿cómo sucedió?

Las estudiantes prodigio de Canadá de tan sólo 20 y 21 años, comenzaron su investigación en la escuela y ahora cuentan con dos patentes, una empresa y aproximadamente 400.000 dólares de inversión;  el financiamiento necesario para llevar adelante este proyecto, que vienen desarrollando desde la escuela.

Reconocidas con cinco premios, se convirtieron en las más jóvenes en recibir el Perlman Science Award en el Wharton Business Plan 2016 que constó en una suma de dinero de 30 mil dólares, gracias a su innovador prototipo utilizado tanto en la limpieza de playas como en la producción de materias primas para tejidos, ofreciendo una solución al creciente desafío del uso del plástico.

Su objetivo es equipar estaciones móviles de limpieza con esta tecnología, por ejemplo, buques flotantes para limpiar los mares con 150,000 litros de biodigestores a bordo. La tripulación podrá cargar los tanques con poliestireno y esperar que los residuos se degraden. Wang y Yao han formado la empresa BioCellection, con la cual quieren mejorar la eficiencia del sistema para eliminar nueve gramos de plástico por litro de bacteria. De este modo se pueden limpiar 150,000 litros con bacterias por unos $20,000.

Wang y Yao no tienen mucho tiempo para dormir, pero BioCellection parece una buena excusa para perder horas de sueño, “Necesitamos urgentemente maneras de descomponer todo el plástico que hay en nuestras aguas y hasta el momento, ésta parece la mejor fórmula posible”, enfatizaron con emoción.

Con este invento para disminuir la contaminación en los océanos, la transformación se produce en dos etapas en tan solo 24 horas. En una primera instancia, el plástico es disuelto y las enzimas lo catalizan, permitiendo que se convierte en fragmentos maleables. Luego, se colocan en una estación biodigestora, donde se finaliza el proceso.

La bacteria puede transformar los ftalatos, que son una toxina peligrosa usada en los plásticos, en productos finales como dióxido de carbono o agua; sin duda se trata de una novedosa tecnología para romper el material plástico y así volverlo biodegradable y un gran avance para luchar contra un material, el plástico, que (casi) nunca muere.

Cuando se trata de ingenio y talento, los mexicanos “nos pintamos solos”. Para muestra de ello, es un estudiante oaxaqueño de 15 años que actualmente cursa el primer semestre del bachillerato quien logró construir un robot funcional hecho con materiales reciclados.

Ni él imaginaba que su curiosidad y creatividad que desde niño lo abrumaba sobre cómo funcionan las cosas se hiciera realidad a través de la feria de conocimiento que se organizó en su escuela y creara un robot hecho con tan pocos materiales de reciclaje que tenía a la mano como cables, un garrafón de agua, un envase de mayonesa, cartón, y una gorra usada.

Su nombre es Daniel Grapain Moreno y este alumno del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) Número 158 de la comunidad de Santo Domingo Zanatepec, en Juchitán, Oaxaca bautizó a su robot con el nombre de ‘Larry’, quien puede mover sus manos y cabeza, además de utilizar una plataforma para poder desplazarse y una bocina para hablar.

El joven, quien todos los días recorre 20 kilómetros desde su casa a la escuela relató que en un primer intentó hacer un robot llamado Astrorobot, sin embargo, este no pudo concretarse debido a que tenía que cumplir con sus tareas como estudiante. 

Eventualmente, comenzó a planear su nuevo proyecto, pero esta vez con materiales reciclables y explicó del proceso de “Larry” a su Maestro Marciano, un profesor “influencer” de Oaxaca que se hace llamar de este modo en sus redes. 

El robot humanoide funciona mediante una fuente de poder, creada de piezas de una computadora destartalada, el adolescente precisa que su intención era sacarle provecho a todo lo que tenía a su alrededor.

“Hola, me llamó Larry”, dice el robot antes de explicar que fue creado por Daniel y que no cuenta con inteligencia artificial, por lo que tiene que ser movido de manera remota por el estudiante, aunque presume que tiene bocinas con Bluetooth.

Como premio, el joven se hizo acreedor a un kit de electrónica y un reconocimiento por su creación, ante ello agradeció a sus maestros y amigos por alentarlo a continuar con su proyecto.

“Toda su formación es autodidacta, es un joven muy inteligente y muy creativo (…) Felicitaciones Daniel, eres increíble”, escribió el Maestro Marciano en su cuenta de Facebook.

También su tío fue una parte importante del proyecto, pues fue quién le enseñó a soldar los cables. Finalmente, Daniel espera que con este reconocimiento, en un futuro, sus proyectos de robótica lo ayuden a alcanzar una beca importante en una Universidad para seguir preparándose.

Diciembre ha llegado y además de ser el mes del año más entrañable, lleno de amor e ilusiones, es el momento perfecto para reafirmar nuestras buenas acciones y reflexionar en lo que debemos cambiar en nuestra vida para tener un espíritu sostenible. En esta época mágica y especial, donde reunirse con la familia y amigos, compartir valores como la alegría de un estilo de vida sostenible es algo que no se debe de perder de vista y poner en acción.

Decorar la casa en Navidad es una actividad fascinante para chicos y grandes, y apostar por una decoración navideña más sostenible es un gran acierto en estos tiempos. Así que a continuación les comparto algunos tips a favor del medio ambiente para reducir, reciclar y reutilizar en esta época festiva. 

En primer lugar si quieres echar a volar tu imaginación, haz tus propios adornos para el árbol o para cualquier otro espacio de la casa como con guirnaldas, centros de mesa, detalles para las ventanas o una corona para la puerta de entrada.

Como regla general, lo ideal es que emplees materiales reciclados o sostenibles, incluso elementos que encuentres en la propia naturaleza: flores del jardín, piñas y ramas del campo, frutos secos, etc. También puedes fabricar adornos con papel, madera o retales de tela. Y no olvides utilizar cosas que tengas en casa para darles un nuevo uso.

Por ejemplo, crea una estrella de papel la cual es perfecta para decorar tu árbol de Navidad o colgarla en cualquier otro espacio, tal vez, como una guirnalda mediante una composición de ellas. Bastará con algunas bolsas de papel kraft, cordel, tijeras y pegamento de barra. Recorta las bolsas de papel, todas de la misma manera y comienza haciendo unos cortes en las esquinas de la parte que está abierta, y después recorta también en el centro de la bolsa, en ambos lados, para formar la estrella. Finalmente, pega todas las bolsas de papel unas a otras utilizando pegamento de barra hasta crear la forma de estrella.

¿Qué hacer si no quieres utilizar un árbol de Navidad, ni natural, ni artificial? Existen alternativas originales que pueden explorar sin tener que comprar un abeto artificial u obtener uno natural. Se puede recrear con diferentes materiales como la madera, cuerda, cartón, libros, cajas o un librero.

Y es que nos preguntamos ¿qué es mejor? ¿un árbol natural o artificial? ¿cuál es más sostenible? En primera instancia podría decirse que un artificial siempre y cuando este se reutilice año tras año, durante al menos 20 años. Pero se ha demostrado que para fabricar este tipo de árboles se producen más emisiones de carbono y, en muchos casos, contienen PVC (policloruro de vinilo), una sustancia contaminante.

En su caso, los árboles naturales tienen menor impacto ambiental que los artificiales. Ya que en muchas ocasiones después del periodo navideño pueden ser replantados en parques o jardines. Sí este llega a secarse y no puede volver a plantarse, siempre puede utilizarse para fabricar compost, con lo que se le estaría dando un uso sostenible.

Cada año al llegar la Navidad el consumo energético de la mayoría de los hogares aumenta considerablemente. Por el tiempo que pasamos en casa y la cabtidad de luces encendidas, por lo que es importante que estas sean de tecnología LED, ya que son las que consumen menos energía y resultan más sustentables.

No olvides utilizar envoltorios muy sostenibles. En lugar de comprar rollos de papel de regalo, cintas y lazos utilizar papel o bolsas recicladas. Utiliza flores, ramitas del jardín,  hojas de eucalipto, frutos secos, rodajas de naranja deshidratadas o ramas de canela para decorar tus regalos. 

Finalmente, es importante tener festejos libres de pirotecnia. La pirotecnia es altamente contaminante, desde su traslado para venta, hasta su uso que deja gases en el ambiente mucho más eficaces en el efecto invernadero. Además de ser un producto que maltratar y altera a las mascotas.

Recuerda que exiten muchas más alternativas para tener una cena de Navidad y Año Nuevo más ameno y entretenido, siempre que podamos optar por dinámicas de juegos, intercambios o entablar conversaciones para tiene un momento zero waste y lleno de sustentabilidad.

El capitalismo en la sociedad que vivimos ha creado una forma de comportamiento en la mayoría de las personas en el consumo de las prendas, convirtiéndolas la mayor parte en un objeto desechable después de utilizar el atuendo un par de veces o cuando éste ya pasó de moda. 

¿Y a dónde va a para ésta ropa?

En el mejor de los caso, algunos la guardamos en el fondo de nuestros armarios y permanecen allí por muchos años, otros la regalamonos y en el peor de lo casos, la desechamos al detectar el más mínimo defecto el cual podría ser reparado fácilmente. Después de este triste proceso de rechazo, vamos a la tienda a reemplazarlos por otros nuevos. Esto revela que el 85% de los textiles van a tiraderos cada año.

Esto es muy perjudicial para la ecología ya que el proceso de fabricación es intensivo y altamente contaminante. Desde la mano de obra barata, hasta la explotación de recursos naturales como el uso de combustibles fósiles, la contaminación de nuestros océanos y ríos, etc. Esta es la terrible y verdad historia detrás de la moda rápida. Una de las industrias más contaminantes del planeta. 

La Buena Noticia y para responder a esta forma de vida del capitalismo, como solución, surgió el modelo de economía circular y el concepto de upcycling, una novedad que no sólo es emocionante sino también innovadora.

Les cuento que existen dos proyectos portugueses increíbles de upcycling, el nuevo movimiento que va más allá del reciclaje, es decir, lo lleva al siguiente nivel. Se trata de dar vida a elementos que ya no se usan y de manera creativa, le agregan más valor en comparación con el objeto original.

El primer proyecto se llama R-Coat. Anna y Yasmin, son dos seres humanos geniales que encontraron un nuevo uso para los paraguas rotos que se tiraban en la calle y los transformaron en una muy útil y elegante prenda de vestir: un impermeable.

La idea del proyecto surgió cuando Anna, una italiana adoptada por Portugal, haciendo su maestría en estudios ambientales y sustentabilidad, se dio cuenta de que cada vez que llovía, había muchos paraguas rotos en las calles portuguesas. Decidió llevarse los “residuos” a casa y cuando se dio cuenta de que podía transformarlos en algo completamente diferente de ahí nació la idea de R-COAT.

Luego, Anna conoció a Yasmin, cuyo ojo para la moda es único, y juntas convirtieron algo sin valor como paraguas rotos en artículos de moda con estilo, singularidad y funcionalidad. Por lo que además de las chaquetas impermeables, también producen accesorios únicos como sombreros y mochilas.

El principal objetivo de R-COAT es reducir los residuos y la emisión de gases de efecto invernadero, contribuir a una industria de la moda más sostenible e integrar la moda en la economía circular. Hasta el día de hoy, el equipo de R-Coat evitó que fueran a la basura y salvó 873 paraguas rotos.

El segundo proyecto se llama Kika Limbu. Kika, un alma amable con manos artesanas e hija de un surfista quien pasa gran parte de su tiempo en la playa y encontraba plásticos desechados y desechos de todo tipo. Su inconformidad la llevó a crear obras de arte singulares a partir del comportamiento irresponsable de otras personas.

Francisca, o Kika, es arquitecta y diseñadora y su proyecto Kika Limbu, de reciclaje está dedicado a transformar la “basura” recolectada de la limpieza de la playa en aretes, llaveros y móviles para niños hechos a mano.

Lo que comenzó como limpiar las playas de plásticos y todo tipo de basura debido a su insaciable búsqueda de un mundo más sustentable, resultó en este asombroso proyecto. No estaba satisfecha con simplemente recolectar la basura y reciclarla, tenía que reutilizarla. Esta búsqueda de sostenibilidad e innovación combinada con su creatividad y sus manos hábiles dió como resultado auténticas obras de arte con las que se puede usar o decorar, mientras se impacta positivamente al medio ambiente.

No cabe duda que juntos podemos transformar y hacer el cambio, al crear y apoyar empresas respetuosas con el medio ambiente. Juntos podemos cuidar nuestro medio ambiente y evitar el desperdicio. Como consumidores, debemos educarnos para un consumo más responable y consciente.

Les comparto los links des estos increíbles proyectos:

https://kikalimbu.com

La ciudad de Estambul, en Turquía, es una de las metrópolis más grandes del mundo, al contar con aproximadamente 14 millones de habitantes. Eso trae con consigo algunos problemas como el que viven cerca de 150,000 gatos y perros callejeros, que lucha diariamente por sobrevivir.

La Buena Noticias es que Pudgeon, una compañía turca, buscando ayudar a resolver este problema, ha colocado de manera ingeniosas máquinas expendedoras alrededor de la ciudad que libera agua y alimento para los animales a cambio de botellas de plástico. 

Instaladas por toda la ciudad, estas máquinas dan comida para los animalitos callejeros de la ciudad cuando sus ciudadanos a modo de pago con las botellas de plástico que ya no les sirven, las introducen y estas liberan en la parte inferior de la máquina el alimento.

Esto no tiene ningún costo para la ciudad, ni para la persona que lleva las botellas, ya que la empresa Pudgeon cubre los gastos de la comida para los perros y gatos con lo que saca de ellas. Es decir, el dinero obtenido de las botellas recicladas es reinvertido para mantener las máquinas y abastecerlas.

Las máquinas no sólo fomentan el reciclaje sino que también mantienen las calles limpias y crean conciencia sobre el problema de los animales callejeros con la esperanza de que se obtenga una solución a largo plazo. La máquina expendedora ayuda a que estos animales tengan una vida mejor y al promover el reciclaje en la ciudad que los humanos también la tengan. ¡Ojalá esta idea se replique en la CDMX!

Considerar medidas sustentables y amigables con el medio ambiente y la biodiversidad nos hace mejores mexicanos.

Celebrar nuestra identidad y demostrar el orgullo de ser mexicano también debe convertirse en una oportunidad de aprender y emprender acciones que conviertan esta festividad en un evento que ayude a la conservación de nuestro planeta. 

Recordemos unas importantes acciones para hacer de esta gran fiesta algo que se quede para las generaciones, así que compartan:

Di no a la pirotecnia.  Es inegable que son hermosos aunque este es uno de los elementos más vistosos de las fiestas patrias, existen muchos riesgos de accidentes. Se ha demostrado que su explosión genera concentraciones importantes de partículas suspendidas que pueden ser perjudiciales para el ambiente y la salud de muchos seres vivos, además mal generado podría provocar accidentes mayores. Estos artefactos provocan contaminación acústica, por los altos niveles de decibeles registrados durante la explosión, lo cual puede afectar a los más pequeños de la casa y, para los animales provoca estrés y dolor. Mejor, reutilizar para decorar.  

Apoya a los comercios locales. Una verdadera fiesta mexicana debe llevar un rico pozole, antojitos mexicanos, aguas frescas e incluso un buen tequila. Siempre es mejor apoyar los comercios locales. Intenta hacer tus compras con las pequeñas tiendas de la esquina, en el mercado de la colonia, en esta temporada complicada. Es importante también pensar en los pequeños comercios que requieren de nuestro apoyo. 

Reduce el uso de electricidad. La fiesta mexicana siempre es larga, todos esperamos a las once de la noche para dar el Grito, en muchos casos a partir de ese momento comienza la celebración por lo que te invitamos a reducir el uso de energía eléctrica. ¿ cómo lo puedes hacer? Apaga la luz de las habitaciones que no ocupes, desconecta aquellos aparatos que ya no estés utilizando y evita poner la música al máximo, así de paso, respetas a tus vecinos.

Recicla, recicla, recicla. Siempre que la fiesta termina, lo más fácil es depositar todo en una bolsa de manera indiscriminada y tirarlo en el bote de basura. El error más grande como población es no hacer una separación responsable de los residuos que generamos y esta es la base de cualquier transformación ambiental. Separar y reciclar. Muchos de los adornos de las fiestas además de que son caros, te serán utiles para el siguiente año. 

Utiliza insumos de tipo reciclable aunque sean vasos, platos estos vienen marcados en el empaque. Y también usa bolsas que no contaminen para tirar la basura. Y si llegas a usar unicel llévalo a un centro de acopio. Actualmente existen 13 centros de acopio para Unicel, así que no hay pretextos.

Hay que recordar que la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) decretó el artículo 451 para “decirle adiós a los plásticos de un solo uso” el cual entró en vigor en el año 2021; y tiene como finalidad desincentivar el consumo de estos insumos.

Así que a celebrar a nuestro México bonito y querido de manera responsable y ¡Que Viva México!

Asi como lo leen. Han desarrollado un material plástico fabricado con algas marinas que además de ser biodegradable se descompone en pocas semanas y muestra una gran resistencia a las altas temperaturas.

Se trata de una especie de alga marina invasora del Caribe que se ha convertido en un envoltorio de plástico compostable que tiene potencial para la producción en masa. Dicha alga posee propiedades para transformar toda la cadena de suministro de este producto omnipresente que se usa en grandes cantidades todos los días en restaurantes de todo el mundo.

La idea proviene de la Universidad de Leeds, Reino Unido. Keeran Reed y sus colegas buscaba convertir la especie de alga marina marrón llamada sargassum (Sargassum natans) que inunda las costas de la casa de Reed en Trinidad y Tobago, en una especie de biopolímero.

Comunmente es conocido como sargazo y está formado por largas cadenas de moléculas similares a las que se encuentran en el plástico convencional. Los investigadores descubrieron que mezclarlo con ácido, sal y algunos químicos lo hizo más grueso y flexible.

Después lo convirtieron en láminas de película como una envoltura de plástico normal para estudiar cómo se comporta en condiciones de calor y cuando se arroja al contenedor de composta. Los plásticos biodegradables existentes pueden tardar meses, incluso más de un año, en descomponerse en composta. En cambio, el sargazo solo necesitó de dos a tres semanas.

A pesar de esta rápida descomposición, las películas eran resistentes y se mantuvieron juntas a temperaturas de alrededor de 230 °C. Además, la película no filtró ninguno de los productos químicos cuando se dejó en agua durante un período de 10 días, lo que significa que se puede usar de manera segura para cubrir recipientes húmedos de alimentos como frutas picadas.

Koon-Yang Lee del Imperial College London, parte del equipo de investigación indicó que al estar estudiando toda la cadena de suministros es realmente cuando surgen las ideas para materiales sostenibles. Y así poder encontrar una mejor aplicación de material para el impacto ambiental, llevarlo al laboratorio hasta el consumidor. 

Las algas marinas son ridículamente versátiles y países de todo el mundo las están probando como material para todo tipo de aplicaciones.

Y muchas ONG´s s están preocupadas por la contaminación en los oceanos y son las que están haciendo algo al respecto. The Ocean Cleanup, es una organización de ingeniería medioambiental sin fines de lucro y quienes han retirado la cifra récord de 25.000 libras de basura del Gran Parche de Basura del Pacífico en una extracción.

La organización también está trabajando para desarrollar un sistema mayor que pueda limpiar el tamaño de un campo de fútbol cada cinco segundos. Ocean Cleanup se ha comprometido a reciclar la mayor cantidad posible de basura y a garantizar que no acabe de nuevo en el océano o en los ríos.

Su objetivo es combatir las amenazas medioambientales que suponen los residuos plásticos y crear un ecosistema oceánico más limpio.