De la mezcla de residuos de plástico fundido con arena, se logra un material tan fuerte y duro como el hormigón. Luego y con la ayuda de maquinaria especializada, la mezcla se corta, se deja secar y es así, como se obtienen ladrillos comprometidos con el medio ambiente.

Ésta innovadora idea, ha nacido de la mente de Nzambi Matee, que es fundadora de una empresa llamada Gienge Makers, (por cierto, Gienge, es una palabra suajili que significa “constrúyete a ti mismo“) en Nairobi.

Lo primero para la construcción de estos ladrillos que buscan reducir el plástico, es hacer una separación, es decir los plásticos blandos de los duros, mismos que son triturados en una maquina especial. Luego de ello, la mezcla seca es amontonada y colocada en otra maquina encargada de calentar, ablandar y moldear la masa lograda. En este punto, se agrega la arena, quedando así una mezcla pegajosa. Lo que sigue, es darle forma.

Cada nuevo ladrillo debe pesar 1 kilo con 300 gramos y para saber que el gramaje es exacto, el trabajo se hace de manera artesanal. Por ahora, esta empresa está creando un total de 1,500 ladrillos por día, pero lo que buscan es lograr una producción mayor.

En el año 2022 Gienge Makers, logró reciclar 50 toneladas métricas de residuos y la labor de Nzambi ha sido tan importante, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la ha reconocido con el premio: Joven Campeona de la Tierra por desarrollar materiales de construcción alternativos y sostenibles, así como por promover la cultura del reciclaje en Kenia y África. Además la premiaron con 10,000 dólares.

Pero eso no es todo, pues además de los ladrillos, esta empresa está buscando crear también tapas de alcantarillas, canales de drenaje y tejas.

Sin duda, el mundo de la construcción tiene, gracias a la mente creativa de ésta talentosa mujer keniana, la posibilidad de reciclar en cada una de sus edificaciones.

Ver animales y estar seguros de que ninguno de ellos vivirá una situación de maltrato o encierro innecesario, ya es una realidad gracias a una increíble propuesta que está sucediendo al interior del circo mágico del futuro Roncalli, en Alemania.

Se trata de 11 potentes proyectores de la más alta resolución con tecnología láser multicolor que, colocados de manera estratégica, logran llevar al centro de la pista, hologramas de diferentes animales, entre ellos, elefantes, peces y caballos, los cuales, además, logran interactuar con el resto del elenco circense.

Pero ¿Cómo nació esta iniciativa? Resulta que, en el año 2018, Bernhard Paul, es decir, uno de los fundadores del circo, observó el espectáculo del medio tiempo del Superbowl, en donde Justin Timberlake interactuó con el gran Prince (que murió 2 años antes).

Esta idea se quedó rondando en la cabeza de Paul. Es por ello que en el año 2019, los directores de Roncalli tomaron la decisión de liberar a todos los animales que habían trabajado al interior de este y así, arrancó el proyecto de seguir ofreciendo la presencia de animales, pero de una manera llena de tecnología y lo más importante, lejos de la crueldad a las especies.

Pero eso no es todo, para Paul, el nuevo reto es lograr que su circo este libre de cualquier tipo de plástico.

A pesar de que existen algunos detractores y críticos de este nuevo show, la realidad es que han sido muchos los que han aceptado esta nueva manera de relacionarse con el mundo animal y la esperanza es que otros circos, se inspiren en esta iniciativa y encuentren formas amables y tecnológicas que atraigan a las nuevas generaciones al mágico mundo del circo.

Parece mentira, ¡Pero no lo es!

Un joven matrimonio estadounidense, se dio cuenta de la velocidad con la que sus propios hijos  crecieron y como dejaron zapatos que, en ocasiones, no tuvo más de dos puestas. Lo que quedaba, era regalarlos a alguien esperando que tuvieran una segunda oportunidad, si tenían suerte.

Ante ello nació primero la investigación y luego el proyecto: Crear zapatos para bebes, que fueran cómodos, bonitos, resistentes, pero lo más importante, que disminuyeran su impacto al medio ambiente.

Fue así que Jesse y Meghan Milliken, pusieron manos a la obra. Fue un año de trabajo arduo, pues estaban buscando un producto duradero, pero que al mismo tiempo fuera seguro para los bebes, pensando en que muchas veces, ellos, con su enorme flexibilidad, suelen llevar los pies a sus bocas. Así nació WOOLYBUBS.

Se trata de pequeños zapatos, con un diseño simple y que tiene una importante variedad de colores. Lo especial es que su tela está hecha de una especie de plástico soluble en agua, misma que cubre las cápsulas que venden en las farmacias, o que encontramos en algunas bolsas e incluso, en algunos tipos de detergentes para lavar ropa.

Toda vez que el pie del bebe crece y el zapato ya no le queda, los papás tienen 2 opciones: La primera, devolver los zapatos vía correo convencional para que sean reciclados. La segunda es colocar una olla en la estufa, poner los zapatos, agregar agua hasta que cubran, tapar y esperar a que el agua hierva. En cuestión de 45 minutos, ya no habrá zapatos.

Este “calzado soluble” podría ser una solución interesante, si entendemos que según estadísticas, unos 300 millones de zapatos infantiles son tirados a la basura cada año.

Este proyecto que dio paso a una start up, ha tenido una gran aceptación y lo más importante, está buscando resolver una problemática ambiental en la que todos contribuimos, aun y cuando no eramos conscientes de nuestro impacto en la tierra.

Desde el 2017, el Sargazo se ha convertido en un tema muy fuerte para el caribe mexicano.

¿Qué es el Sargazo? Son algas marinas color marrón que al descomponerse tiene un aroma desagradable.

¿De dónde viene? En el Océano Atlántico existe mar adentro un lugar al que se le conoce como: El mar de los sargazos y según la hipótesis de científicos y biólogos, el calentamiento global que hoy estamos viviendo, ha provocado que los mares tengan una cantidad excesiva de nutrientes, lo que ha provocado que el Sargazo se desprenda del fondo del mar y viaje kilómetros, hacia dónde lo lleve el viento.

Este Sargazo que vemos en las playas caribeñas se ha convertido en un problema ambiental. Solo este 2019 se espera la llegada de más de 1 millón de toneladas de Sargazo a territorio mexicano. Las imágenes las hemos visto, dolorosamente Cancún perdió este color turquesa y se ha vuelto marrón y los hoteleros están perdiendo turistas y muchos animales están muriendo como las tortugas, tiburones, cientos de peces.

Pero en medio de esta horrible noticia hay algo bueno que contar porque los mexicanos, ingeniosos como siempre, han comenzado a encontrarle un uso a este material que llega de lo más profundo del océano.

Resulta que un emprendedor ambiental, llamado Omar Vázquez, comenzó a hacer ladrillos de Sargazo, usando la misma técnica que se utiliza para hacer los ladrillos de adobe. Y con ellos construyó una primera casa a la que llamó “Angelita” en honor a su mamá.

De acuerdo a lo que el mismo cuenta estás casas tienen un efecto térmico, cuando hace frío son calientitas y cuando hace calor son frescas y lo más importante, son económicas.

Al día de hoy, Omar y su empresa han construido ya 4 casas, 3 de ellas las han regalado a personas de escasos recursos y ha Sido una idea tan revolucionaria que la misma UNAM ha hecho un estudio en el que le da la legalidad de que sus ladrillos son resistentes y duraderos y la Secretaria de Desarrollo Social del estado de Yucatán está interesada en crear un proyecto piloto de construcción de estas casas.

Luego de haber sido los anfitriones del Mundial de futbol el pasado 2018, los rusos decidieron que tenían que hacer algo con todos los vasos que fueron utilizados en los estadios, que superó la cifra de 50,000 unidades.

Fue así que surgió la idea de crear una cancha de futbol, en primer lugar para reutilizar toda esa basura y en segundo para recordar por siempre, aquella vez que vivieron un evento deportivo internacional.

Con la recolección, se construyó una cancha de futbol hecha a base de plástico reciclado, promoviendo la sustentabilidad y la protección al medio ambiente.

Más de 2.5 toneladas de plástico fueron procesadas y convertidas en tiras delgadas para utilizarse posteriormente como una especie de pasto artificial en un campo de 65 x 42 metros ubicado en Sochi, Rusia.

Además de ayudar a reducir el impacto medio ambiental, este programa busca ser un factor de cambio, esperando que otros sigan sus pasos.

… Y a las colillas de los cigarros ¡También!

¡Buenas noticias para el planeta! Con el objetivo de ayudar a limpiar los océanos, la Unión Europea aprobó una legislación que prohíbe el uso de plásticos de un solo uso a partir de 2021 y estableció también la meta de recolectar y reciclar el 90 por ciento de las botellas de plástico para el 2029.

Los artículos de plástico desechables como platos, cubiertos, cotonetes y popotes en los países que integran el bloque serán los que no podrán volver a ser comprados, usados y por ende desechados, buscando con ello reducir el impacto que generan en el medio ambiente.

Según el Consejo Europeo, este tipo de plásticos y productos representan más del 70 por ciento de la basura marina, cuyos residuos son ingeridos la mayoría de las veces por especies como las tortugas, ballenas, peces y aves, provocándoles la muerte.

Pero esta iniciativa en pro del planeta, no se quedará solo en plásticos, sino que la industria tabacalera tendrá que sumarse, ya que de acuerdo con la nueva legislación aprobada y bajo el principio: “Quien contamina paga” las industrias dedicadas a la producción de cigarros tendrán que cubrir los costes de recogida y reciclado de los filtros restantes, filtros que según estudios, ocupan el primer lugar en contaminantes del planeta.

Sin lugar a dudas es un gran reto, pero un desafío que le dará un respiro al planeta.

Sí amas ir a la playa, disfrutar unas chelas viendo el océano y además adoras a los animales marinos, ésta noticia te va a hacer sonreír.

Resulta que la marca Corona, acaba de anunciar su programa piloto, en el que los anillos con los que los six pack vienen unidos, serán biodegradables, es decir que, al contacto con el agua, se descompondrán en materia orgánica que no será dañina para la vida silvestre.

El programa piloto arrancará en las playas de Tulum, en enero del 2019 y se está haciendo de la mano de una asociación llamada “Parley for the Oceans”

Cada año, los océanos del mundo reciben 8 millones de toneladas de plástico, que tiene dos destinos:

  • El fondo del mar
  • Ser tragados por tortugas, ballenas, pescados, pingüinos, aves.

Y bueno, no te queremos asustar, pero ¿Te acuerdas del último pescado al mojo de ajo que te comiste? Bueno, si ese pez (DEP) se comió en vida pedacitos de plástico, eso quiere decir que tú también pudiste disfrutar de la contaminación del mar, en tu propia mesa.

Según lo dicho por Clarissa Pantoja, directora de Corona México, “Los anillos de fibras naturales en los six pack, pueden convertirse en un nuevo estándar para reducir el uso del plástico”

Así que allí tienes, si el programa piloto funciona de manera idónea, muy pronto podría implementarse en todos los estados con playas de la República Mexicana.

¡Bien allí, Corona!