En un paso decisivo hacia la protección de la vida silvestre marina, el gobierno de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur (SGSSI) ha anunciado la implementación de nuevas zonas de prohibición de pesca en su vasta área marina protegida. Este territorio británico de ultramar, situado a miles de kilómetros de la costa sureste de América del Sur, está tomando medidas audaces para preservar su frágil ecosistema marino, con especial atención a la vida dependiente del krill.

Desde 2012, el SGSSI había establecido una Área Marina Protegida (AMP) de 1,24 millones de kilómetros cuadrados alrededor de sus islas. Esta AMP prohibía la pesca de arrastre de fondo y la pesca en profundidades inferiores a 700 metros. Ahora, la expansión de la protección se manifiesta en dos importantes decisiones: se prohibirá la pesca en 166.000 kilómetros cuadrados adicionales dentro de esta área, lo que equivale a aproximadamente ocho veces el tamaño de Gales, y se impondrá una veda total sobre la pesca de krill en 17.000 kilómetros cuadrados adicionales.

Estas nuevas zonas de prohibición están diseñadas para proteger especies vitales que dependen del krill, un crustáceo pequeño pero crucial en la cadena alimentaria marina. Entre los beneficiarios de esta medida se encuentran las majestuosas ballenas barbadas, como las jorobadas (Megaptera novaeangliae) y las ballenas de aleta (Balaenoptera physalus), que migran anualmente hacia estas aguas para alimentarse del excedente de krill. Además, el krill es una fuente de alimento esencial para diversas especies de pingüinos y focas que habitan las islas y sus alrededores.

Philippa Latham, la ministra de Medio Ambiente de SGSSI, comentó “La biodiversidad marina de nuestra región es inigualable, y nuestra responsabilidad es garantizar su protección para las generaciones futuras. Con estas nuevas zonas de veda, estamos dando un paso firme para asegurar un ecosistema saludable y equilibrado”.

La implementación efectiva de estas zonas de veda requerirá una vigilancia rigurosa y una cooperación internacional para garantizar que las nuevas regulaciones se respeten y se mantengan. La comunidad científica y los ecologistas ven este movimiento como un modelo de cómo los territorios ultramarinos pueden desempeñar un papel crucial en la preservación del medio ambiente marino global.

El compromiso con la preservación de estos hábitats marinos es un testimonio de la responsabilidad compartida en la gestión de nuestros recursos naturales y la urgencia de actuar frente a las amenazas que enfrenta la vida silvestre en los océanos. Con estas medidas, se está asegurando que las aguas remotas del Atlántico Sur continúen siendo un refugio para la vida marina durante muchos años por venir.

El célebre chef Germán Martitegui ha dado un paso significativo en su carrera culinaria al abrir un restaurante completamente basado en plantas. Esta decisión no solo marca un cambio en su vida profesional, sino también en su vida personal, ya que ha decidido criar a sus hijos, Lautaro y Lorenzo, bajo una estricta dieta vegetariana. Martitegui, de 57 años, asegura que ni él ni sus hijos “comen animales muertos”.

En una reciente entrevista, Germán compartió que la pandemia fue un momento de reflexión profunda que lo llevó a reconsiderar su alimentación. “Durante el encierro, comencé a analizar la posibilidad de hacerme vegetariano. Justo habían nacido mis hijos. Empecé a pensar, ¿qué les doy de comer? ¿Cuál es la comida del futuro? Todos en ese momento, me parece, tuvimos una visión de decir, ¿qué va a pasar con este planeta?”, relató el chef.

La transición hacia una dieta vegetariana no fue solo una decisión personal, sino una filosofía que quiso transmitir a sus hijos desde muy temprana edad. “A ellos les explico por qué no comemos carne, no comemos animales muertos. No puedo hablar de calentamiento global aún, claramente. Pero ellos ya internalizaron que no podés matar un animal para comer. Entienden con cinco años este concepto y están super alineados”, explicó Martitegui.

La alimentación en su hogar se ha convertido en un laboratorio culinario donde Germán experimenta con diversos ingredientes y preparaciones para sus hijos. “Casa se volvió quizás un laboratorio de experimentos en la cocina. Y yo cuando cocino para ellos trato de hacerlo lo más rico posible. ¡Comen de todo! Les gustan mucho las arepas, cualquier vegetal les encanta. Todo tipo de porotos, negros, blancos, en puré, en hamburguesas. Todo tipo de especias y cítricos. Comen mucha fruta y verdura. Morfan como locos”, detalló con entusiasmo.

Sin embargo, Martitegui reconoce que no es fácil mantener esta filosofía alimentaria en todos los contextos. En particular, menciona las dificultades que enfrentan durante las fiestas de cumpleaños. “Nada puede ser muy extremo porque ellos se mueven en un mundo donde esa comida existe y tienen un compañero que va ir seguramente al colegio con unas galletitas y papas fritas en la mochila. Ellos saben que hace mal. Los primeros cumpleaños fueron muy difíciles. Ahora ya están en otro lugar. Carne no comen. Están en la mesa con los sanguchitos y los ves sacándole el jamón”, comentó.

Germán tuvo a sus hijos Lautaro y Lorenzo hace cinco años mediante subrogación de vientre, y se ha convertido en un padre dedicado y comprometido. “Mi paternidad es como la de cualquiera”, afirmó. “Si venís a las 06:30 de la mañana un día de semana ¡mi casa es un quilombo! Estamos jugando, saltando. Ellos saben que es nuestro momento. También ponemos música, armamos carpas en el living, corremos, un montón de cosas. Nos divertimos mucho. Después desayunamos bien, comemos mucha fruta. Los ayudo a vestirse para ir al colegio”, añadió.

En una innovadora apuesta por la sostenibilidad, la ciudad francesa de Saint-Joachim ha transformado su cementerio en una fuente de energía solar, proporcionando electricidad a 4,000 habitantes. Esta iniciativa ejemplar no solo aprovecha un espacio infrautilizado, sino que también responde a desafíos ambientales locales de manera creativa y efectiva.

Saint-Joachim, situada en medio de la marisma de Brière, al norte del estuario del Loira, enfrentaba un problema persistente con su cementerio, que a menudo se inundaba durante el invierno. El alcalde propuso una solución innovadora: instalar una marquesina de paneles solares sobre el cementerio. Este enfoque no solo protege el lugar de las inundaciones, sino que también reutiliza el agua recolectada para mantener el césped del club deportivo local y otras zonas verdes.

El proyecto, lanzado en 2021, ha convertido el cementerio en una planta solar de 1,3 megavatios (MW), generando electricidad suficiente para abastecer a una parte significativa de la comunidad. Esta marquesina solar no solo es un hito arquitectónico, sino también un ejemplo de cómo las energías renovables pueden integrarse armoniosamente en entornos urbanos y rurales.

El proyecto cuenta con un fuerte respaldo comunitario. Según Éric Broquaire, presidente de la asociación Brier’energie, el 97% de los habitantes de Saint-Joachim apoyaron la iniciativa tras ser consultados mediante una carta. Hasta la fecha, 420 residentes han mostrado interés en participar, pagando una cuota de inscripción de solo 5 euros para formar parte del proyecto.

El funcionamiento del sistema de distribución de electricidad se basa en un algoritmo que toma lecturas cada 30 minutos tanto de los consumidores como de la marquesina solar. Al final de cada mes, estos datos permiten a Enedis, el operador de la red francesa, calcular las deducciones correspondientes para cada participante. Se estima que los hogares podrían ahorrar entre 150 y 250 euros anuales en sus facturas de electricidad gracias a esta iniciativa.

Financiado íntegramente por el municipio con una inversión de 3,35 millones de euros, el proyecto se sostiene gracias a los beneficios fiscales derivados de un aumento del impuesto sobre bienes inmuebles del 7% el año pasado. Se espera que el cementerio solar de Saint-Joachim comience a suministrar electricidad limpia y económica en el verano de 2025.

Este proyecto no solo representa un avance en términos de sostenibilidad y eficiencia energética, sino que también destaca la capacidad de una comunidad para unirse en torno a una causa común, demostrando que es posible innovar y adaptarse para enfrentar los desafíos ambientales del presente y del futuro.

La conmovedora historia de Bunny, una perra que logró superar la adversidad y encontrar una nueva oportunidad de vida, es un recordatorio del poder de la solidaridad y el impacto positivo que las empresas pueden tener en la sociedad. Este relato no solo muestra el increíble rescate de un ser indefenso, sino también cómo la colaboración entre organizaciones y empresas puede transformar vidas.

Bunny, una perrita atropellada en México, fue abandonada por su presunta familia y dejada a su suerte en la calle con las patas destrozadas, siendo atacada por otros perros. La situación era desesperante hasta que voluntarios de The Animal Pad, una protectora de animales en Estados Unidos, fueron informados de su situación. Al llegar, se dieron cuenta de que salvar sus patas traseras era imposible, por lo que debieron ser amputadas. Bunny también tuvo complicaciones veterinarias posteriores a su esterilización, pero logró salir adelante gracias al incondicional apoyo de Henry Friedman, hermano de The Dogist y humano de Finn, un conocido viajero solidario y rescatista animal.

Friedman, movido por la pasión y el amor hacia los animales, movilizó a sus seguidores para recaudar 30,000 dólares destinados a la recuperación de Bunny. Sin embargo, lo que realmente cambiaría su vida era una silla de ruedas que le permitiera volver a correr y disfrutar como solo los perros saben hacerlo. Aquí es donde entraron en juego Eddie’s Wheels, especialistas en armazones de sillas para animales, y Mercedes Benz, uno de los patrocinadores de Friedman.

La colaboración entre estas entidades permitió crear una silla de ruedas personalizada y de lujo para Bunny, dándole no solo movilidad, sino también una segunda oportunidad de ser feliz. En un video difundido por The Animal Pad, se puede ver a Bunny adaptándose rápidamente a su nueva silla, disfrutando de su nueva movilidad en cuestión de minutos. Esta imagen no solo es un testimonio de la resiliencia de los animales, sino también del impacto que puede tener la intervención humana cuando está motivada por la compasión y la solidaridad.

Las empresas tienen la enorme capacidad de apoyar causas sociales y con ello generar un impacto positivo en la vida de otros. La historia de Bunny nos recuerda que, más allá de las ganancias económicas, lo que realmente importa es cómo utilizamos nuestros recursos para mejorar el mundo.

Cada día, la vida de Bunny mejora y ella lo disfruta plenamente, dejando atrás el calvario que vivió. Esta historia nos enseña que los esfuerzos colectivos y la bondad pueden cambiar vidas, y que detrás de cada historia de éxito, hay personas y organizaciones dispuestas a hacer la diferencia. Pronto, Bunny encontrará una familia que la ame y podrá vivir la vida a tope, demostrando que, incluso en las circunstancias más oscuras, siempre hay esperanza.

En Japón, la naturaleza ha creado un escenario que parece sacado de un sueño: una playa donde la nieve, la arena y el mar se encuentran en perfecta armonía. Este lugar es la playa Tottori, conocida como la “Playa de los Diamantes”, ubicada en la isla de Hokkaido. La magia de esta playa radica en la apariencia brillante de sus granos de arena mezclados con la nieve, creando un efecto visual que recuerda a diamantes esparcidos por toda la costa.

La isla de Hokkaido, la más septentrional de las islas principales de Japón, es famosa por sus volcanes, termas naturales y zonas de esquí. Sin embargo, uno de sus atractivos más sorprendentes es la playa de Toyokoro, también conocida como Toyokoro Ice Beach. Esta playa se encuentra al sureste de Hokkaido y, hasta hace poco, era una zona tranquila y poco frecuentada. Hoy en día, se ha convertido en un destino turístico muy popular, especialmente entre fotógrafos y exploradores que buscan capturar el fenómeno natural conocido como ‘hielo joya’.

El fenómeno del hielo joya es un espectáculo visual que se produce cuando los bloques de hielo del río Tokachi se congelan lentamente, permitiendo que se formen sin burbujas de aire en su interior. Este proceso de congelación lenta y cuidadosa da lugar a piezas de hielo transparentes y pulidas, que al combinarse con la luz del amanecer o el atardecer, adquieren una apariencia que recuerda a joyas preciosas.

Durante los meses de enero y febrero, las aguas del río Tokachi se congelan debido a las bajas temperaturas. Estos bloques de hielo imponentes se fracturan y son arrastrados hacia el océano, donde son pulidos naturalmente por las mareas antes de llegar a la playa. Una vez allí, se asientan sobre la arena, creando una vista impresionante cuando se combinan con la nieve y el mar. La transparencia de las piezas de hielo, junto con la luz dorada del sol, hace que el paisaje sea aún más espectacular y sobrecogedor.

El proceso de formación del hielo joya es meticuloso. La congelación rápida del agua usualmente resulta en la formación de burbujas, pero en Toyokoro, el lento proceso de congelación permite que las impurezas y el aire salgan a la superficie, resultando en bloques de hielo perfectamente pulidos y uniformes. Este fenómeno natural requiere condiciones específicas para su creación, lo que lo hace aún más especial y raro.

La fina franja de arena que queda entre la nieve y el mar en Toyokoro es de una belleza majestuosa, añadiendo un elemento adicional al ya impresionante espectáculo del hielo joya. Para quienes no pueden viajar a Japón, las redes sociales ofrecen una ventana a este fenómeno, permitiendo que personas de todo el mundo aprecien su belleza única.

La playa Tottori y el fenómeno del hielo joya en Toyokoro son ejemplos asombrosos de cómo la naturaleza puede sorprendernos y dejarnos sin palabras. Estos lugares no solo son un testimonio de la belleza del mundo natural, sino también un recordatorio de la importancia de preservar y apreciar estos espectáculos únicos.

Isabel Allende, la aclamada escritora chilena, ha sorprendido a sus seguidores con una nueva faceta: la literatura infantil. En su reciente lanzamiento, “Perla, la súper perrita”, Allende nos sumerge en una tierna y valiente historia inspirada en su perrita rescatada, Perla. En una conferencia de prensa desde su hogar en Sausalito, San Francisco, Allende compartió su experiencia y reflexiones sobre el rescate de animales y el enfrentamiento al bullying, dos temas profundamente entrelazados en su nuevo libro.

“¡Por favor, no compren perros ni gatos, rescátenlos!” Así comenzó Allende su apasionado llamado, subrayando la importancia de salvar vidas a través del rescate de animales. “Yo nunca he comprado un animal. Los tengo siempre conmigo rescatados; esos son los que hay salvar y los que nos salvan”. Esta fuerte declaración refleja su compromiso con los animales abandonados y su convicción de que cada vida rescatada tiene el poder de transformar no solo al animal, sino también al rescatador.

El personaje central del cuento, Perla, es una perrita con una mezcla de pelos negros, grises y mechones blancos, que fue rescatada por el exmarido de Allende, William C. Gordon. “Perla es imposible más ordinaria, pero se cree una princesa”, comentó Allende con una sonrisa, describiendo a su perrita como arrogante y valiente. En el libro, Perla usa sus “súper poderes” para ayudar a Nico, su hermanito humano, a enfrentar a los acosadores escolares. “Perla, la súper perrita” es un relato que no solo entretiene, sino que también transmite un poderoso mensaje sobre el valor y la superación del bullying.

Isabel Allende propuso una idea innovadora y conmovedora: la inclusión de mascotas en lugares donde hay más violencia, dolor y abuso. “Debería haber mascotas en las prisiones, en los hospitales, en las escuelas; en todas partes donde hay más violencia y dolor”. Allende sostiene que los animales tienen una capacidad única para abrir nuestros corazones y proporcionar consuelo en momentos de dificultad, una perspectiva que se refleja en la relación entre Perla y Nico en su cuento.

La autora chilena se refirió a su propia experiencia de sentirse excluida durante su infancia, lo cual influyó en su escritura. “Siempre me sentí excluida y me refugiaba en los libros”, confesó. Esta sensación de exclusión es central en “Perla, la súper perrita“, donde Nico, el protagonista humano, aprende a hacer oír su voz y a defenderse contra los abusadores con la ayuda de Perla. “Los abusadores son cobardes; cuando uno los enfrenta, escapan”, afirmó Allende, subrayando la importancia de enfrentar a los abusadores para desmantelar su poder.

“Perla, la súper perrita” no solo es una historia de una mascota heroica, sino también una herramienta para hablar sobre temas difíciles como el bullying. Rosa Samper, directora literaria de Penguin Kids en España, destacó que el libro ofrece un mensaje crucial para los niños que sufren acoso: hacer oír su voz y no tener miedo de defenderse. Este mensaje de esperanza y resiliencia es un reflejo del espíritu de Isabel Allende, quien ha utilizado su plataforma para abogar por los derechos de los animales y la lucha contra el bullying.

En su nuevo libro, Isabel Allende nos recuerda que los héroes pueden venir en todas las formas y tamaños, y que a veces, el valor más grande puede encontrarse en los seres más pequeños y aparentemente insignificantes. “Perla, la súper perrita” es una celebración del amor, la valentía y el poder transformador del rescate, tanto para los animales como para los humanos.

El sarcástico escritor inglés Oscar Wilde solía afirmar que “su ironía se perdía entre los estúpidos”. Aunque en su tiempo estas palabras pudieran parecer un mero desplante de arrogancia, la ciencia moderna ha venido a darle la razón. Un estudio reciente de Insead, una prestigiosa escuela de negocios en Francia, ha revelado que el sarcasmo no solo es una muestra de ingenio, sino también un signo de una mente creativa y saludable.

La investigación, publicada en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes, señala que las personas que utilizan y comprenden el sarcasmo son hasta tres veces más creativas y inteligentes que aquellas que prefieren la comunicación directa y sincera. Este fenómeno se debe a que el sarcasmo obliga al cerebro a procesar pensamientos abstractos y subjetivos, una actividad que estimula la creatividad.

“Puede ser bastante desafiante”, dice Penny Pexman, psicolingüista de la Universidad de Calgary en Canadá. Ella y otros expertos han descubierto que el sarcasmo requiere que el cerebro supere numerosas dificultades para llegar a una interpretación correcta, lo que implica un nivel de capacidad intelectual superior al que se necesita para comprender declaraciones literales.

Los niños pequeños no entienden el sarcasmo, pero al llegar a la adolescencia, esta forma de comunicación se convierte en una herramienta habitual. Pexman ha demostrado que el entorno familiar juega un papel crucial en la adquisición de esta habilidad. Si los padres usan el sarcasmo, es más probable que sus hijos desarrollen la capacidad de captar y emplear la ironía de manera efectiva.

En estudios con niños, Pexman ha utilizado marionetas para ilustrar cómo los jóvenes aprenden a detectar el sarcasmo. Por ejemplo, un niño puede ver a una marioneta llamada Jane que intenta pintar una rosa pero acaba haciendo un desastre. Su amiga Anne le dice: “Eres una pintora increíble”. Los niños menores de cinco años suelen tomar esta declaración literalmente, mientras que los mayores empiezan a captar el tono irónico.

El sarcasmo no solo es una forma sofisticada de comunicación, sino también una herramienta para aumentar la creatividad. Un experimento realizado por Li Huang de Insead, junto con colegas de las universidades de Harvard y Columbia, mostró que recordar o participar en intercambios sarcásticos puede catalizar el pensamiento creativo. En un test de creatividad conocido como el “problema de la vela”, aquellos que recordaban interacciones sarcásticas tuvieron el doble de éxito en encontrar una solución innovadora.

Más allá de sus beneficios cognitivos, el sarcasmo puede servir como un mecanismo para lidiar con situaciones difíciles o sentimientos negativos. Kathrin Rothermich de la Universidad de Carolina del Este encontró que el uso del sarcasmo aumentó entre las personas deprimidas y ansiosas durante la pandemia de COVID-19, reflejando su papel en la gestión del estrés y la frustración.

“El sarcasmo puede ser una forma de desahogarse”, dice Rothermich. Además, puede añadir un matiz necesario a nuestras interacciones, suavizando críticas o añadiendo un toque juguetón a los cumplidos.

Lejos de ser una simple forma de ingenio o un comportamiento juvenil, el sarcasmo es una herramienta lingüística compleja que refleja una mente flexible e inventiva. A medida que los adolescentes dominan esta habilidad, no solo están demostrando su capacidad intelectual, sino también preparando sus cerebros para enfrentar desafíos creativos y emocionales. 

En un esfuerzo innovador y ambientalmente consciente, Hong Kong está utilizando las conchas desechadas de ostras provenientes de restaurantes y hoteles para restaurar sus dañados arrecifes de ostras. Esta iniciativa no solo apunta a la regeneración de los arrecifes, sino que también subraya la importancia de las ostras en la limpieza de las aguas y la sustentabilidad del ecosistema marino.

La Magallana hongkongensis, conocida comúnmente como la ostra de Hong Kong, posee una capacidad única para filtrar impurezas del agua. Cada ostra puede limpiar hasta 200 litros de agua al día, una hazaña impresionante que destaca su importancia ecológica. Durante décadas, los arrecifes de ostras han sufrido degradación debido a la contaminación y la explotación excesiva. Sin embargo, un esfuerzo conjunto de restaurantes, servicios municipales y organizaciones conservacionistas está cambiando esta realidad.

El proceso de restauración comienza en los restaurantes y hoteles de Hong Kong, donde se recogen las conchas desechadas de ostras. The Nature Conservancy, una de las ONG conservacionistas más grandes de Estados Unidos, lidera este esfuerzo en la ciudad. Cada jueves, sus vehículos recorren la ciudad recolectando sacos de conchas usadas, que son llevadas a un vertedero especial para secar al sol, eliminando cualquier residuo de carne y bacterias.

Después de un año de secado, las conchas son transportadas a las aguas donde se identificaron arrecifes con potencial de regeneración. Este proceso asegura que las conchas estén libres de contaminantes y listas para contribuir a la reconstrucción de los arrecifes.

Desde el inicio del proyecto en 2020, se han recolectado y reciclado aproximadamente 80 toneladas de conchas, provenientes de 12 hoteles, supermercados y diversos restaurantes más pequeños. Las conchas recicladas no solo aumentan la masa de material en los arrecifes, permitiendo que las larvas de ostras se adhieran y crezcan, sino que también proporcionan hábitat para esponjas marinas y otras formas de vida marina esenciales.

Estos organismos marinos no solo encuentran refugio en las conchas, sino que también establecen relaciones de codependencia con otras criaturas marinas, apoyando a niveles superiores de la red alimentaria marina. El aumento de la biodiversidad en estos arrecifes es un indicador positivo de la salud del ecosistema marino.

La Universidad de la Ciudad de Hong Kong y el Instituto Swire de Ciencias Marinas están llevando a cabo estudios para cuantificar el impacto de estos esfuerzos de restauración. Trabajando en conjunto con The Nature Conservancy y productores locales de ostras, estas instituciones buscan determinar hasta qué punto es posible restablecer las poblaciones de ostras mediante el reciclaje de conchas.

Los primeros resultados son prometedores, mostrando una regeneración gradual de los arrecifes y una mejora en la calidad del agua. Sin embargo, la restauración completa es un proceso a largo plazo que requiere un esfuerzo continuo y colaborativo.

El proyecto de reciclaje de conchas de ostras en Hong Kong es un ejemplo brillante de cómo la cooperación entre diferentes sectores puede generar un impacto positivo en el medio ambiente; dicha iniciativa no solo mejora la salud de los arrecifes de ostras, sino que también promueve la sustentabilidad y la conciencia ecológica en la comunidad.

En un mundo donde la tendencia “pet friendly” se ha convertido en una norma, el Aeropuerto de Estambul ha dado un paso significativo hacia la comodidad y el bienestar de los viajeros y sus mascotas. Un reciente video en Instagram ha revelado la existencia de baños diseñados específicamente para perros y gatos en esta terminal aérea, sorprendiendo y encantando a internautas de todo el mundo.

Los baños para mascotas en el Aeropuerto de Estambul son un ejemplo claro de cómo las marcas y los espacios públicos están adaptándose a las nuevas demandas de los consumidores, quienes cada vez más buscan opciones que permitan integrar a sus mascotas en sus actividades cotidianas. Esta tendencia, conocida como “pet marketing”, se enfoca en crear estrategias y espacios que fortalezcan la relación entre las marcas y los dueños de mascotas, mejorando la reputación y el propósito de las empresas involucradas.

Maria Celeste Arrarás, periodista y conductora, compartió en X un video que rápidamente se volvió viral, mostrando un recorrido por estos innovadores baños. En el video se pueden ver detalles como cajas de arena para gatos y una pequeña jardinera para que los perros puedan hacer sus necesidades de manera cómoda y segura. Este espacio también incluye áreas donde los dueños pueden dar agua y croquetas a sus mascotas, eliminando la necesidad de salir del aeropuerto para atender a sus peludos compañeros.

La reacción del público ha sido abrumadoramente positiva, con muchos usuarios de redes sociales felicitando al aeropuerto por esta iniciativa. “Y qué limpieza! Ojalá se generalizara esa forma de ver a nuestros mejores amigos”, comentó un internauta, mientras otro agregó: “Ellos cuentan, son parte de la familia y mis respetos a quien fomentó que esta idea se hiciera realidad. En Estambul aman y cuidan a sus peluditos como un integrante de su familia”.

La implementación de estos baños para mascotas no solo refleja una creciente sensibilidad hacia las necesidades de los viajeros con animales, sino que también es un testimonio del impacto del pet marketing en la toma de decisiones de los consumidores. Según un estudio de Booking.com, un significativo 51% de los brasileños elige destinos turísticos que sean “pet friendly”, mientras que en México el porcentaje es del 46%, en Colombia del 45% y en Argentina del 39%.

El Aeropuerto de Estambul no está solo en esta iniciativa. Otros aeropuertos internacionales, como el John F. Kennedy en Nueva York, Dulles en Washington D.C., O’Hare en Chicago y Seattle-Tacoma, también han introducido baños para mascotas, sumándose a una tendencia global que reconoce y valora la importancia de los animales de compañía en la vida de las personas.

El desarrollo de estos espacios pet friendly en aeropuertos facilita significativamente la experiencia de viajar con mascotas, que hasta hace poco tiempo era un proceso lleno de complicaciones y restricciones. Ahora, muchas aerolíneas permiten que los pasajeros viajen con sus mascotas, y la existencia de estos baños dedicados es un paso más hacia la integración completa de las mascotas en la experiencia de viaje.

Además de mejorar la comodidad de los dueños de mascotas, estos baños contribuyen a mantener el orden y la limpieza en las terminales aéreas, evitando que los animales hagan sus necesidades en lugares inapropiados. Esto no solo beneficia a los dueños de mascotas, sino a todos los viajeros que pueden disfrutar de un entorno más limpio y organizado.

Cada primavera, una legión de dedicados voluntarios se embarca en una misión nocturna que salva la vida de miles de anfibios en Inglaterra. Armados con linternas y vistiendo chaquetas de alta visibilidad, estos héroes anónimos recorren las carreteras oscuras para recoger y transportar de manera segura a sapos, ranas y tritones que, de otro modo, estarían destinados a ser aplastados bajo los neumáticos de los coches.

En toda Inglaterra, esta red de voluntarios ha logrado reducir en un 60% las muertes de anfibios en las carreteras. El impacto de su labor es innegable, y su esfuerzo ha transformado no solo la vida de estos pequeños animales, sino también la percepción sobre la importancia de proteger a estas especies.

Asó lo explica James Thornton, coordinador de uno de los grupos de rescate. “Es una tarea ardua, pero la recompensa de ver a estos animales cruzar la carretera de manera segura lo vale todo”. El trabajo no es fácil. Las noches son frías y oscuras, y los anfibios, pequeños y camuflados, son difíciles de ver en el asfalto. “Es como buscar una aguja en un pajar”, comenta Lisa Harper, una voluntaria con más de cinco años de experiencia. “Pero cuando logras salvar a uno, sientes que has hecho una diferencia real”.

Un ejemplo notable de este esfuerzo se encuentra en Bath, donde el grupo Charlcombe Toad Rescue ha operado desde 2003. Gracias a su dedicación, han logrado reducir las muertes de anfibios en cruces de carreteras del 60% al 3%. La labor del grupo Charlcombe no solo ha salvado más de 40,000 anfibios, sino que también ha sensibilizado a la comunidad local sobre la importancia de estos pequeños pero vitales seres.

La operación en Bath es tan organizada que cuenta con una lista de espera para unirse a los aproximadamente 50 voluntarios activos. Además, el grupo financia colectivamente 1,500 libras anuales para pagar el cierre temporal de la carretera principal durante la temporada de reproducción. “Es un pequeño precio a pagar para asegurar la supervivencia de nuestros sapos y ranas”, señala Williams.

Los sapos y ranas desempeñan un papel crucial en el ecosistema, controlando las poblaciones de insectos y manteniendo el equilibrio ecológico. “Estos animales son esenciales para nuestro medio ambiente”, explica Thornton. “Salvarlos no solo beneficia a los anfibios, sino a todo el ecosistema local”.