Un nuevo algoritmo desarrollado por la comunidad científica está trayendo nuevas esperanzas y está un paso más cerca de ofrecer alternativas que mejoren la calidad de vida a personas afectadas por la enfermedad de la esquizofrenia.

La detección temprana de enfermedades como la esquizofrenia es esencial para un tratamiento adecuado para cada paciente. Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red CIBERSAM y del FIDMAG Hermanas Hospitalarias desarrollan un sistema de algoritmo que pretende ayudar a mejorar el diagnóstico en personas con predisposición genética o que presenten síntomas. 

¿En que consiste el algoritmo?

El sistema de algoritmo ayuda a detectar la esquizofrenia mediante las huellas dactilares. En el estudio participaron 700 pacientes que padecían la enfermedad y 850 personas sanas de España. Al escanear las huellas dactilares de los dedos corazón, índice y pulgar izquierdo, se iniciaron un procesamiento de imágenes en busca de patrones.

Estos tres dedos son los que mostraron un índice más elevado de fiabilidad en el estudio y los resultados ofrecieron una tasa de acierto del 70%. El sistema estuvo pendiente de patente y los últimos estudios de validación para que los centros hospitalarios puedieran aplicarlo despues.

Según Raymond Salvador, investigador principal del estudio, explicó que en el período de gestación, el tejido de la piel se forman particularidades que exponen enfermedades como la esquizofrenia, lo que hace posible encontrar información relevante en la huella dactilar desde pequeños.

Es importante mencionar que ya se habían hecho estudios previos en los años 70 que relacionaban enfermedades como la esquizofrenia, bipolaridad o el autismo con ciertos patrones dactilares, pero este nuevo avance aporta la novedad de la inteligencia artificial del algoritmo que es capaz de ir más allá y “ver patrones más complejos”.

Los investigadores reconocen que el margen de error aún es de un 30%. Sin embargo, este descubrimiento es considerado como una magnífica herramienta de apoyo a la hora de afinar el diagnóstico que también puede aplicarse a personas con familiares con esquizofrenia y predisposición genética. 

Este hallazgo trae esperanza a la comunidad científica y podría ayudar a detectar otro tipo de enfermedades, por lo que es una muy buena noticia que nos recuerda la importancia de invertir más recursos económicos en el campo de la investigación.