Podrías imaginar un mundo donde puedas usar tus productos favoritos de belleza sin preocuparte por el impacto ambientalL’Oréal, líder global en la industria cosmética, ha decidido que es momento de cambiar las reglas del juego y llevar la sostenibilidad a otro nivel. No es una moda, es una revolución verde con una meta clara: convertir la belleza en un aliado del planeta.

Su plan “L’Oréal por el futuro” no es solo un discurso bonito; ya está dando resultados. Hoy en día, todas sus plantas funcionan con energía 100% verde, demostrando que es posible reducir el impacto ambientalsin sacrificar la calidad. Pero no se quedan ahí. La clave de su estrategia es involucrar a todos: proveedores, empleados y, sobre todo, a tí, el consumidor que tiene el poder de decidir.

“No basta con pequeños esfuerzos, necesitamos un cambio estructural” es la forma de pensar de Araceli Becerril, directora de Responsabilidad Corporativa.Y ese cambio está en marcha con objetivos ambiciosos para el 2030:

•          Reciclar y reutilizar el 100% del agua en sus procesos industriales.

•          Reducir en un 25% el agua que usas al aplicar sus productos.

•          Usar ingredientes y materiales 100% rastreables y de fuentes sostenibles.

•          Que todos los empaques sean de plástico reciclado o de origen biológico.

•          Asegurar que sus proveedores clave paguen un salario digno a sus empleados.

Este compromiso no es solo una lista de deseos “de navidad” o algo así, ya que con una inversión de 195 millones de euros, la empresa de belleza está poniendo dinero donde está su palabra y su futuro.

Así que la próxima vez que elijas un producto de belleza, piensa: ¿estoy cuidando de mí y del planeta al mismo tiempo?

Cada primavera, una legión de dedicados voluntarios se embarca en una misión nocturna que salva la vida de miles de anfibios en Inglaterra. Armados con linternas y vistiendo chaquetas de alta visibilidad, estos héroes anónimos recorren las carreteras oscuras para recoger y transportar de manera segura a sapos, ranas y tritones que, de otro modo, estarían destinados a ser aplastados bajo los neumáticos de los coches.

En toda Inglaterra, esta red de voluntarios ha logrado reducir en un 60% las muertes de anfibios en las carreteras. El impacto de su labor es innegable, y su esfuerzo ha transformado no solo la vida de estos pequeños animales, sino también la percepción sobre la importancia de proteger a estas especies.

Asó lo explica James Thornton, coordinador de uno de los grupos de rescate. “Es una tarea ardua, pero la recompensa de ver a estos animales cruzar la carretera de manera segura lo vale todo”. El trabajo no es fácil. Las noches son frías y oscuras, y los anfibios, pequeños y camuflados, son difíciles de ver en el asfalto. “Es como buscar una aguja en un pajar”, comenta Lisa Harper, una voluntaria con más de cinco años de experiencia. “Pero cuando logras salvar a uno, sientes que has hecho una diferencia real”.

Un ejemplo notable de este esfuerzo se encuentra en Bath, donde el grupo Charlcombe Toad Rescue ha operado desde 2003. Gracias a su dedicación, han logrado reducir las muertes de anfibios en cruces de carreteras del 60% al 3%. La labor del grupo Charlcombe no solo ha salvado más de 40,000 anfibios, sino que también ha sensibilizado a la comunidad local sobre la importancia de estos pequeños pero vitales seres.

La operación en Bath es tan organizada que cuenta con una lista de espera para unirse a los aproximadamente 50 voluntarios activos. Además, el grupo financia colectivamente 1,500 libras anuales para pagar el cierre temporal de la carretera principal durante la temporada de reproducción. “Es un pequeño precio a pagar para asegurar la supervivencia de nuestros sapos y ranas”, señala Williams.

Los sapos y ranas desempeñan un papel crucial en el ecosistema, controlando las poblaciones de insectos y manteniendo el equilibrio ecológico. “Estos animales son esenciales para nuestro medio ambiente”, explica Thornton. “Salvarlos no solo beneficia a los anfibios, sino a todo el ecosistema local”.