En un laboratorio del Tecnológico de Monterrey, la ciencia y la gastronomía han convergido para crear algo que hasta hace unos años parecía sacado de la ciencia ficción: carne impresa en 3D. Tal y como lo leen.

No se trata de carne convencional, sino de un filete vegetal con la apariencia, textura y sabor sorprendentemente similares a los de la carne real. Un avance que no solo desafía la percepción de la comida, sino que también representa un gran paso hacia un futuro más sostenible.

Todo comenzó con una idea que parecía imposible. Lilu Lam Aguilar, una joven apasionada por la ciencia y la gastronomía, soñaba desde niña con un árbol que pudiera dar carne. Ese pensamiento infantil se convirtió en una realidad cuando la investigación en regeneración muscular humana se combinó con el potencial de la impresión 3D. El resultado fue un filete vegetal que imita la estructura del tejido animal, elaborado con ingredientes como proteína de chícharo, aceite de coco y una raíz oriental que emula el tejido conectivo.

La impresora 3D desarrollada por los científicos puede producir hasta cinco kilogramos de este filete vegetal al día. Lo más impresionante es que no solo luce como carne, sino que también tiene la misma jugosidad y resistencia al corte que un filete de res. El producto ha sido sometido a rigurosas pruebas culinarias y ha demostrado ser lo suficientemente versátil como para replicar platillos tradicionales mexicanos, desde fajitas hasta tacos al pastor.

Más allá de su impacto en la gastronomía, este desarrollo es una solución real al desafío del cambio climático. La producción de carne vegetal requiere menos agua, tierra y energía que la ganadería tradicional, reduciendo significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, es una alternativa ideal para quienes buscan reducir su consumo de carne sin renunciar a la experiencia sensorial de un buen filete.

Este avance no se detiene aquí. El equipo del Tecnológico de Monterrey ya trabaja en un proyecto aún más ambicioso: la carne cultivada en laboratorio. Aunque aún falta camino por recorrer, esta innovación promete cambiar para siempre la forma en que consumimos proteínas y marca el inicio de una nueva era en la industria alimentaria.

Imagina que una fábrica entera, con su maquinaria, sus rutinas y su historia, de un día para otro cambia por completo su producción.

No es ciencia ficción, ni un sueño ecológico imposible, sino una realidad que Danone hizo tangible en Francia. En Villecomtal-sur-Arros, una pequeña localidad del suroeste del país, la multinacional decidió transformar por completo una de sus plantas para convertirla en un centro de producción exclusivamente vegetal. ¿El motivo? La creciente demanda de alimentos de origen vegetal en Europa.

El cambio no fue casualidad. En Francia, una de cada cuatro personas se identifica como flexitariana, es decir, alguien que elige consumir mayormente alimentos de origen vegetal, pero sin renunciar por completo a la carne. Es una tendencia que crece cada año, no solo en Francia, sino en muchos países del mundo. Las cifras hablan por sí solas: en 2022, el mercado de productos alternativos a los de origen animal movió 2.210 millones de euros en Europa, un 7% más que en 2021. Con estos datos en la mano, Danone vio la oportunidad perfecta para reinventar su modelo y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.

La planta de Villecomtal-sur-Arros ahora se dedica a la producción de bebidas a base de avena bajo la marca Alpro. Y aunque pueda parecer un cambio más en el mundo de la alimentación, su impacto va mucho más allá. La transformación de la fábrica no solo responde a la demanda del mercado, sino que también tiene un fuerte impacto ambiental. Al reducir la producción de productos lácteos, la empresa disminuye considerablemente sus emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los objetivos de sostenibilidad que muchas compañías buscan alcanzar en la actualidad.

Lo interesante de esta historia no es solo el cambio de producción, sino lo que representa: una muestra clara de que el consumo está evolucionando y que las grandes empresas están prestando atención y es una realidad

¿Será este el primer paso de muchas otras compañías hacia un futuro más sostenible?

 Islandia ha encendido una esperanza tecnológica en la lucha contra el cambio climático. Se trata de Mammoth, la aspiradora de dióxido de carbono (CO2) más grande del mundo, diseñada para absorber miles de toneladas de carbono directamente del aire y transformarlas en piedra. Esta gigantesca innovación, creada por la empresa suiza Climeworks, es un paso audaz hacia un futuro más limpio y sostenible.

Mammoth utiliza una tecnología conocida como captura directa de aire (DAC, por sus siglas en inglés). Imagina un sistema que literalmente aspira aire, lo filtra mediante procesos químicos para eliminar el carbono, y luego lo transporta bajo tierra. Allí, el CO2 queda atrapado permanentemente al solidificarse en roca. Todo esto ocurre gracias a la energía geotérmica de Islandia, completamente limpia y renovable.

Con su capacidad total, Mammoth podrá capturar 36,000 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a retirar 7,800 automóviles de circulación. Su diseño modular permite expandirla fácilmente, y actualmente ya opera con 12 contenedores recolectores, aunque se espera que sean muchos más en los próximos meses.

Este proyecto no está exento de desafíos. Aunque Mammoth es un logro impresionante, apenas representa una pequeña fracción de lo que el mundo necesita para combatir el cambio climático. Según la Agencia Internacional de Energía, se deberían eliminar 70 millones de toneladas de carbono al año para 2030, y los equipos actuales solo eliminan 0.01 millones de toneladas.

Además, el costo por tonelada de carbono aún es elevado, rondando los $1,000. Climeworks espera reducirlo a $300 para 2030 y a $100 para 2050, haciendo la tecnología más accesible.

“Mammoth es solo el principio”, afirma Jan Wurzbacher, codirector de Climeworks. La compañía planea eliminar 1 millón de toneladas de carbono al año para 2030 y expandirse a 1,000 millones para 2050. Sin embargo, este tipo de soluciones no reemplaza la urgencia de reducir el uso de combustibles fósiles, un recordatorio de que el cambio climático requiere esfuerzos conjuntos en múltiples frentes.

¿Será Mammoth el primer gran paso hacia un aire más limpio?

¿Sabías que cada vez que compras un auto Ford, estás ayudando a construir un futuro más justo y sostenible

La Responsabilidad Social Corporativa (CSR) de Ford de México va más allá de fabricar autos; se trata de generar un impacto real en las comunidades y el medio ambiente.

Desde 1962, Ford de México ha impulsado iniciativas que benefician tanto a la sociedad como al planeta. Bajo su programa “Shared Purpose”, la empresa crea oportunidades para que sus empleados participen activamente en voluntariados, ayudando a transformar comunidades. Este programa abarca tres pilares clave: medio ambiente, ciudadanía corporativa y diversidad e inclusión. Además, Ford Philanthropy, el brazo filantrópico global de la marca, apoya acciones que impactan positivamente a la sociedad.

Una de las grandes apuestas de Ford de México es el Comité Cívico de Ford, Lincoln y sus Distribuidores, una organización que desde 1966 ha construido 212 escuelas en todo México. Estas escuelas han brindado la oportunidad de estudiar a más de 80,000 niños, acercando la educación a zonas vulnerables. Lo mejor es que cada compra de un vehículo Ford contribuye al financiamiento de estas iniciativas, lo que convierte a cada cliente en un colaborador activo en el cambio social.

El compromiso de Ford con la educación no se detiene ahí. A través de programas como el Torneo Nacional de Deportes y la donación de computadoras y becas, la compañía continúa apoyando a los estudiantes para que tengan todas las herramientas necesarias para su desarrollo.

Lucien Pinto, presidente de Ford de México, expresa: “Creemos que la Responsabilidad Social Corporativa no es solo una obligación, sino una oportunidad para transformar nuestro entorno.” Y es que, al integrar estos valores con sus operaciones diarias, Ford demuestra que las empresas pueden ser un motor de cambio, no solo de automóviles. 

¡Y tú, al elegir un Ford, también eres parte de esta historia!

¿Sabías que puedes armar tu arbolito de Navidad sin gastar mucho y cuidando el medio ambiente

Sí, es posible. Olvídate de los árboles plásticos que contaminan y lánzate a crear un arbolito 100% reciclable. Te aseguramos que, además de ser único, dejará a todos impresionados. 

El fin de año es una locura pero para darle inicio a la Navidad necesitas un árbol y ¿por qué no hacerlo de manera eco-friendly? Aquí te damos ideas prácticas para crear un árbol sostenible y original;

  1. Cartón y papel 
    Con unas cajas de cartón que tengas por ahí, puedes construir la estructura de tu árbol. Corta triángulos y apílalos en forma de pino. Decóralo con estrellas hechas de revistas viejas o papel periódico. “Es barato, creativo y totalmente reciclable”, comenta una estudiante que hizo el suyo.
  2. Botellas de plástico 
    Junta botellas vacías, píntalas de verde y apílalas formando un pino. Es un proyecto que puedes hacer con amigos o familia. “Convertir lo que otros tiran en algo hermoso es lo mejor de todo”, dice Carlos, un joven que decoró su sala con este árbol único.
  3. Neumáticos usados 
    ¡Sí, hasta una llanta vieja puede ser un árbol! Límpiala, dale una capa de pintura verde y agrega luces LED. Además, estarás evitando que se convierta en un criadero de mosquitos.
  4. Cintas y luces LED 
    ¿Espacio limitado? Pega ganchos adhesivos en la pared, cuelga cintas verdes y dale forma triangular. Decóralo con luces LED, que consumen menos energía. Resultado: un árbol minimalista y súper chic.

Tip extra: Usa pegamento natural, hilo de algodón o cordeles de yute para unir todo. Así, cuando desarmes tu árbol, ¡todo será reciclable!

Al final de la temporada, separa los materiales y llévalos a un punto de reciclaje. Recuerda, cuidar el planeta también es un regalo

¡Anímate a crear tu árbol reciclable y dale un toque verde a esta Navidad!

¿Qué pasaría si les dijera que una pelota de tenis puede vivir 400 años en un vertedero antes de degradarse?

Esto suena increíble, pero es un hecho alarmante. Sin embargo, una diseñadora belga, Mathilde Wittock, ha encontrado la manera de darles una segunda vida y transformar estos objetos en muebles de lujo: ¡Salvando al Planeta!

Cada año, 300 millones de pelotas de tenis se desechan, lo que representa un reto ambiental enorme debido a su composición. Wittock, consciente de este problema, decidió actuar. “No solo quiero reducir residuos, quiero transformar basura en algo bello y útil,” comentó. ¡Y lo ha logrado!

El proceso que utiliza Wittock es tan creativo como sostenible. Primero, recolecta pelotas de tenis desechadas de diversas fuentes, retira el gas interno que les da su rebote y luego las ensambla meticulosamente. El resultado: sofás, taburetes, bancos y paneles acústicos que combinan funcionalidad y estética de manera impecable.

Sus piezas son mucho más que muebles; son una declaración visual sobre la sostenibilidad. Cada metro cuadrado de sus paneles acústicos, por ejemplo, incorpora 283 pelotas de tenis, lo que equivale a evitar la emisión de 8.5 kg de CO2.

Este enfoque ha llamado la atención de varias federaciones de tenis que ahora colaboran con Wittock al donar sus pelotas usadas. “Es inspirador ver cómo el arte y el deporte pueden unirse para abordar un problema común,” señala una de las federaciones que ha apoyado su iniciativa. Wittock ha demostrado que el diseño sostenible no tiene que ser aburrido o sacrificar la elegancia; sus creaciones son robustas, estéticamente atractivas y, sobre todo, amigables con el planeta.

Pero este no es un esfuerzo aislado. Iniciativas como la de HearO speakers, que recicla pelotas de tenis de Wimbledon para fabricar altavoces Bluetooth, muestran cómo la tecnología y la creatividad pueden abrir nuevas posibilidades para reducir residuos.

Mathilde Wittock no solo fabrica muebles, sino que también invita a repensar nuestros hábitos de consumo. “El reciclaje creativo es una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos ambientales,” afirma la diseñadora.

En tiempos donde el cambio climático es uno de los retos más urgentes, iniciativas como las de Wittock nos recuerdan que hay esperanza. Con creatividad e innovación, es posible transformar lo ordinario en extraordinario y, al mismo tiempo, ayudar al planeta.

Para los fanáticos de la crema de avellanas más famosa del mundo, llega una noticia que está dando mucho de qué hablar: ¡Nutella lanza su versión vegana! Ferrero, la empresa detrás de esta icónica marca, ha decidido dar un gran paso hacia el futuro con la nueva Nutella Plant-Based, y los jóvenes amantes del estilo de vida saludable y libre de productos animales no podrían estar más emocionados.

El pasado 1 de diciembre, Ferrero presentó oficialmente su nueva Nutella vegana ante la Oficina Italiana de Patentes. ¿Lo más emocionante? Mantiene su clásica imagen con la “N” negra y el característico “utella” en rojo, pero ahora con un toque moderno: el hashtag #PlantBased, garantizando que esta delicia es 100% libre de ingredientes de origen animal. Aunque todavía no se ha revelado exactamente en qué países estará disponible, Ferrero ha confirmado que este año llegará a algunos mercados europeos.

Vanessa Brown, responsable de marcas de The Vegetarian Society, no pudo contener su entusiasmo al conocer la noticia: «Acogemos con satisfacción los esfuerzos de Ferrero por satisfacer las necesidades y expectativas de los millones de consumidores que siguen dietas basadas en plantas y veganas. Nos complace anunciar que la nueva Nutella Plant-Based cumple los estrictos criterios de la Vegetarian Society para la acreditación vegana. Una de las marcas más queridas del mundo ofrece ahora una opción basada en plantas».

Además de ser vegana, Nutella Plant-Based promete mantener el sabor y la textura que todos conocemos, pero con un enfoque más sostenible. Aunque aún no se ha confirmado si se eliminará el aceite de palma, muchos esperan que Ferrero tome esta oportunidad para minimizar su impacto ambiental.

Thomas Chatenier, Presidente Global de Nutella en Ferrero, explicó: «Durante 60 años, millones de personas en todo el mundo han comenzado su día disfrutando del desayuno con Nutella. Estamos encantados de dar la bienvenida a la marca a aún más personas ofreciendo Nutella Plant-Based, la última incorporación a la creciente familia Nutella. Hemos desarrollado esta innovación para proporcionar una nueva y deliciosa opción que ofrece la inconfundible experiencia de Nutella en una versión a base de plantas».

Así que prepárate para cambiar tu desayuno, snack o cualquier antojo, porque Nutella Plant-Based está lista para conquistar los corazones de los amantes del chocolate y las avellanas que buscan opciones más conscientes y sostenibles. ¿Te atreverías a probarla?

¿Te imaginas que pedaleando puedas generar energía para algo más que solo tu entrenamiento? 

Esto es justo lo que ocurrió en Lituania, donde una obra de teatro sobre el cambio climático se alimentó completamente con energía generada por bicicletas. ¡Sí, leíste bien!

Durante la presentación de “Una obra para los vivos en tiempos de extinción”, en el Teatro Dramático Nacional de Lituania, dos bicicletas estáticas fabricadas por Tukas EV produjeron la electricidad necesaria para iluminar y poner en marcha toda la función de 90 minutos. En solo tres horas de pedaleo, lograron lo impensable: hacer que el teatro y el arte sean más sostenibles.

Jonas Navickas, director general de Tukas EV, explicó la sorpresa que les trajo este innovador uso de sus bicicletas: “Cuando creamos la bicicleta, nunca imaginamos que se utilizaría en el escenario durante una representación de este tipo. Pueden alimentar un portátil, un smartphone o incluso una casa entera”. Esta declaración demuestra la versatilidad de estas bicicletas que no solo generan energía para funciones teatrales, sino que también pueden ser una solución en situaciones de emergencia.

La obra, escrita por la estadounidense Miranda Rose Hall, aborda la extinción masiva de especies y el papel del ser humano en la crisis climática. Con la dirección de la británica Katie Mitchell, forma parte de una iniciativa llamada STAGES, que promueve un teatro más ecológico y sostenible, utilizando recursos locales y energía renovable.

El concepto detrás de esta obra va más allá del entretenimiento. Se trata de un proyecto que busca cambiar la manera en la que el sector cultural interactúa con la sostenibilidad. Con el apoyo de la Unión Europea, 14 teatros europeos ya se han sumado al movimiento, incluyendo escenarios tan importantes como el Piccolo Teatro di Milano en Italia y el Théâtre de Liège en Bélgica.

Estas bicicletas especiales, conocidas como HR Bank, son capaces de generar entre 50 y 300 vatios por hora y pueden almacenar energía suficiente para mantener una luz encendida durante una semana. La idea nació de una necesidad urgente: tras los bombardeos en Ucrania, Navickas vio cómo la gente luchaba por cargar sus dispositivos y decidió crear una solución fuera de la red.

Con un costo de alrededor de 3,000 euros, estas bicicletas están hechas con aluminio reciclado y madera de abedul certificada, apostando siempre por materiales sostenibles. Aunque todavía no son accesibles para todos, representan un paso hacia un futuro donde pedalear no solo sirva para ejercitarte, sino también para iluminar el mundo del arte y la vida cotidiana.

Los avances en la tecnología solar están abriendo nuevos horizontes en la búsqueda de energía limpia y sostenible. Los paneles solares transparentes, también conocidos como células solares sensibilizadas por colorante (DSC), están surgiendo como una innovación revolucionaria que podría transformar la forma en que generamos energía.

Estos paneles, desarrollados en la École Polytechnique Fédérale de Lausana (Suiza), han alcanzado una eficiencia impresionante del 30% con luz ambiente y del 15% con luz solar directa. Su ventaja principal radica en su transparencia, flexibilidad y rentabilidad, lo que los convierte en una opción atractiva para convertir edificios y vehículos en fuentes de energía renovable.

La posibilidad de convertir ventanas en paneles solares abre un sinfín de oportunidades para la generación de energía en entornos urbanos y rurales. Las ciudades podrían transformarse de grandes consumidores de energía a proveedores, dando paso a una nueva era de revolución energética limpia.

Sin embargo, ¿qué tan viables son realmente estas tecnologías solares transparentes? ¿Podremos realmente generar electricidad desde nuestras ventanas, techos solares de automóviles e incluso dispositivos móviles?

Los investigadores han desarrollado diversas tecnologías de paneles solares transparentes, desde concentradores solares hasta vidrio fotovoltaico. Estas innovaciones han abierto la puerta a un futuro donde la energía solar es accesible en todas partes, aprovechando la amplia presencia del vidrio en nuestra sociedad moderna.

A pesar de los obstáculos, como el equilibrio entre eficiencia y transparencia, la tecnología solar transparente ya está siendo implementada en proyectos innovadores en todo el mundo. La Copenhagen International School, por ejemplo, utiliza paneles solares de colores transparentes que generan la mitad de la energía que consume el edificio. Mientras tanto, la Facultad de Ciencias Biomédicas y Físicas de la Michigan State University ha instalado paneles solares de vidrio transparente sobre su entrada, alimentando la iluminación del vestíbulo.

Si bien los paneles solares transparentes no se espera que reemplacen por completo a los paneles solares estándar, podrían ser un complemento importante en nuestra transición hacia un futuro más sostenible y ecológico. Con más investigación y desarrollo, podríamos acercarnos más a alcanzar nuestras metas climáticas y crear un mundo impulsado por una energía limpia y renovable.

Los paneles solares transparentes no solo representan una innovación tecnológica, sino también una oportunidad para repensar la forma en que interactuamos con nuestro entorno construido. Con su potencial para convertir nuestras ventanas en fuentes de energía, estamos dando un paso más hacia un futuro transparente, donde la energía solar es accesible y omnipresente.

En un ambicioso proyecto que busca cambiar la perspectiva de las ciudades del futuro, el multimillonario estadounidense Marc Lore presenta Telosa, una propuesta de ciudad inteligente y sostenible que aspira a convertirse en un modelo global para la vida urbana. Con una inversión estimada de US$ 400 mil millones, Telosa planea albergar a 5 millones de personas para el año 2050, con la primera fase de construcción prevista para recibir a 50,000 residentes.

Diseñada en colaboración con el prestigioso arquitecto danés Bjarke Ingels, Telosa tiene como lema ser “futurista, innovadora, ecológica, sostenible y solidaria”. Marc Lore, ex directivo de Walmart y propietario actual del equipo de la NBA Minnesota Timberwolves, ha trazado una visión para esta ciudad utópica en medio del desierto estadounidense.

La propuesta destaca por su enfoque en la sostenibilidad y la movilidad. Telosa se concibe como una ciudad de 15 minutos, donde los lugares de trabajo, las escuelas y los servicios esenciales estarán a un viaje de 15 minutos desde los hogares de los residentes. Un punto clave es la prohibición de vehículos propulsados por combustibles fósiles dentro de la ciudad, fomentando la caminabilidad y el uso de scooters, bicicletas y vehículos eléctricos autónomos.

El proyecto contempla un desarrollo de aproximadamente 600 kilómetros cuadrados en territorio estadounidense, ubicado en el oeste del país, aunque aún no se ha confirmado la ubicación exacta. Telosa se presenta como un enclave futurista rodeado de vegetación, con espacios verdes y una planificación que busca integrar la ciudad con el entorno natural del desierto.

El componente sostenible de Telosa se refleja en su enfoque hacia la energía renovable y la gestión del agua. El plan incluye un sistema inteligente de agua que permitirá almacenar, filtrar y reutilizar el recurso en la propia ciudad, abordando la sequía del desierto. Además, se establece la exclusividad de calles para bicicletas y peatones, promoviendo un entorno libre de emisiones contaminantes.

Marc Lore, en un video promocional, enfatizó la visión de Telosa como “la ciudad más abierta, más justa e inclusiva del mundo”. La propuesta incluye un modelo de gobierno innovador, donde las decisiones se tomarán en reuniones abiertas, priorizando siempre el cuidado ambiental. La idea es crear una ciudad desde cero, basada en un nuevo modelo social solidario y justo.

Se estima que los primeros habitantes llegarán en 2030, con una población inicial de alrededor de 50,000 personas. La proyección a 2050 busca alcanzar los 5 millones de habitantes, consolidando a Telosa como un centro urbano vibrante y sostenible.

El proyecto Telosa representa un paso audaz hacia el futuro de las ciudades, desafiando las convenciones urbanísticas actuales y proponiendo un modelo integral que abarca desde la movilidad sostenible hasta la participación ciudadana en la toma de decisiones. Marc Lore se propone inaugurar una ciudad que no solo sea pionera en términos tecnológicos, sino que también establezca un estándar global para la vida urbana y sirva como inspiración para las generaciones futuras.