Algo grande —de verdad grande— está por pasar en el fútbol femenino. Y no, no es solo un nuevo torneo: es un nuevo escenario, un nuevo sueño, y una nueva forma de hacer historia. La FIFA recientemente acaba de confirmar dos noticias que prometen transformar para siempre el lugar que ocupa el fútbol femenino en el mundo: la Copa de Campeones femenina y el tan esperado Mundial de Clubes Femenino.

La primera parada será en 2026. Ese año arranca la Copa de Campeones Femenina, una batalla directa entre los seis clubes campeones de cada confederación. Cada partido contará con lo mejor de lo mejor: equipos que ya han probado ser reinas en su continente, buscando ahora serlo del planeta.

¡Pero eso es solo el comienzo!

Dos años después, en 2028, el fútbol femenino vivirá algo nunca antes visto: el primer Mundial de Clubes Femenino de la historia. Un torneo con 19 equipos que no solo buscarán levantar un trofeo, sino marcar una era.

Habrá fase de eliminación, grupos, cuartos de final, y por supuesto, drama, goles y mucha emoción. Equipos de Europa, Asia, África, América del Norte, del Sur y Oceanía se enfrentarán por algo más que la victoria: el orgullo de representar a su club, a su gente, a su liga… y a su historia.

¿Por qué es tan importante esto? 

Porque por primera vez, los clubes femeninos tendrán una vitrina global como la que siempre han tenido los hombres. Porque se reconoce que hay talento, pasión, táctica y espectáculo en los pies de mujeres que han entrenado, luchado y soñado sin los mismos reflectores.

Y porque esto va más allá del fútbol: es una señal de que el juego está cambiando, de que la cancha empieza a nivelarse, y de que ser fan del fútbol femenino ya no es una moda, es ser parte del futuro.

Así que sí, prepárate: los próximos años vienen cargados de goles que no solo irán al marcador, sino directito a la historia.

¡El juego ya cambió!

La aclamada actriz Kate Winslet, conocida por su inolvidable papel como Rose en Titanic, ha revelado un secreto peculiar sobre su hogar: guarda su preciado Oscar en el baño. Pero esta decisión va más allá de la simple exhibición; para Kate, su Oscar es más que un trofeo, es una oportunidad para crear momentos divertidos y emotivos con sus invitados.

En una entrevista para WJS Magazine, Kate explicó su peculiar elección: “El baño es el lugar perfecto para que todos mis invitados puedan conocer y tocar mi Oscar. Pero lo más divertido es lo que sucede después: los invito a simular discursos de aceptación frente al espejo”.

Con su característico sentido del humor, Kate describe cómo los invitados se ven tentados a tomar el Oscar y pronunciar sus propios agradecimientos, lo que resulta en risas y sonrojos. “Puedes notar cuando alguien lo ha hecho, salen un poco más sonrojados. Es realmente hilarante”, compartió la actriz.

Esta idea poco convencional refleja el espíritu juguetón y acogedor de Kate, quien busca crear un ambiente donde todos se sientan cómodos y puedan compartir momentos de alegría y celebración. Su Oscar se convierte así en un catalizador para la diversión y la conexión humana en su hogar.

Además de su ingeniosa anécdota sobre el Oscar en el baño, Kate también compartió detalles íntimos sobre su vida personal, incluyendo sus dos matrimonios fallidos y su actual relación con el empresario Ned Rocknroll. Con sinceridad, Kate reflexionó sobre las dificultades que ha enfrentado en el amor, pero también expresó su gratitud por haber encontrado en Ned un compañero que la apoya y la hace reír.

“Yo no decidí que fuera así, no ha sido fácil”, confesó Kate sobre sus experiencias matrimoniales. “Pero agradezco mucho por esos silencios. Y agradezco a Dios por Ned, es increíble y divertido, sobre todo es un gran apoyo. Él es todo para mí”.

La historia de Kate Winslet y su Oscar en el baño nos recuerda la importancia de encontrar alegría y conexión en los pequeños detalles de la vida. Su hogar se convierte en un reflejo de su personalidad cálida y auténtica, donde la risa y el amor son siempre bienvenidos.