La innovadora iniciativa Wild Mile, impulsada por la organización sin fines de lucro Urban Rivers, está revolucionando la fisonomía del río Chicago a través de un ambicioso proyecto de recuperación de un tramo de 1,5 kilómetros. Esta iniciativa no solo busca embellecer el área, sino también crear un ecosistema sostenible que beneficie tanto a la vida silvestre como a la comunidad local.

Desde la apertura de su primera sección en julio de 2023, Wild Mile ha demostrado ser un éxito rotundo, atrayendo a más de 30,000 visitantes. Este proyecto ha captado la atención de residentes locales, programas educativos y una variedad de eventos especiales. El Wild Mile incorpora jardines flotantes, paseos públicos, muelles para kayaks y diversos hábitats para la vida silvestre, transformando un tramo anteriormente descuidado del río en un vibrante espacio público.

Dave Burk, fotógrafo del proyecto, ha capturado la esencia de este nuevo espacio, mostrando cómo un entorno urbano puede ser revitalizado mediante la integración de la naturaleza y la infraestructura sostenible.

“Este proyecto no solo mejora la calidad del agua y proporciona hábitats para la vida silvestre, sino que también ofrece un espacio recreativo y educativo para la comunidad”, comenta uno de los líderes de Urban Rivers.

La base científica del Wild Mile es uno de sus pilares fundamentales. Urban Rivers colabora con universidades e instituciones científicas, como el Shedd Aquarium, para realizar investigaciones continuas que respaldan las decisiones del proyecto. Estas asociaciones permiten a Wild Mile actuar como un entorno de aprendizaje único, ofreciendo oportunidades educativas a la comunidad y contribuyendo al conocimiento global sobre la restauración ecológica urbana.

El Wild Mile no es solo un jardín flotante; es un parque público, un museo al aire libre, un jardín botánico y un aula comunitaria. Este enfoque multifuncional permite que el espacio sea utilizado de diversas maneras por diferentes grupos de personas, desde entusiastas de la naturaleza hasta estudiantes y familias. El proyecto está diseñado para extenderse a lo largo de varios kilómetros del Canal North Branch del río Chicago, convirtiéndose en un destino emblemático de la ciudad.

En una iniciativa histórica, los Everglades de Florida están siendo testigos de lo que se ha denominado “el proyecto de restauración ambiental más grande en la historia de la humanidad”. Este monumental esfuerzo busca revertir décadas de daño ambiental causado por la desconexión del lago Okeechobee del ecosistema de los Everglades, una intervención que afectó gravemente la calidad y cantidad del agua en la región.

El plan, con un presupuesto colosal de 20 mil millones de dólares, comprende más de 60 proyectos de infraestructura diseñados para restaurar el flujo natural del agua. Este ambicioso programa es comparable a una serie de “cirugías de bypass cardíaco” aplicadas a la vasta red de humedales, y solo el presupuesto del año fiscal 2024 de Florida incluyó una asignación de 740 millones de dólares para estos esfuerzos vitales.

Históricamente, el lago Okeechobee alimentaba gradualmente el extenso “río de pasto” de 300 millas de ancho que constituyen los Everglades. Sin embargo, el proyecto Drain the Everglades desconectó esta crucial fuente de agua, provocando una cascada de problemas ambientales. La pérdida de esta conexión ha llevado a la extinción de pastos marinos, el agravamiento de la marea roja, incendios forestales y la proliferación de algas verdiazules.

Reconectar el “corazón que late” del ecosistema, o el lago, con las millones de hectáreas que su agua refresca es el objetivo central de este esfuerzo de restauración moderno. El primer gran paso ha sido la construcción de un enorme embalse al sur del lago, que ya está parcialmente completado. El siguiente paso crucial será levantar la carretera Tamiami, un desvío de este a oeste que actualmente obstruye un importante flujo de agua hacia el sur de los Everglades.

Las plantaciones de azúcar de Florida representan un desafío significativo para los trabajos de restauración. El escurrimiento de los campos agrícolas contamina los Everglades, pero el estado ha respondido con la construcción del humedal artificial más grande del mundo, de 63.000 hectáreas, diseñado para capturar este escurrimiento. Este ingenioso proyecto ha sido financiado en parte por un impuesto a la contaminación que grava especialmente a las grandes plantaciones de azúcar.

Se estima que el embalse estará completado en 2036, y los expertos creen que no será hasta dentro de 15 años cuando el paisaje y la gente del sur de Florida comiencen a experimentar los beneficios tangibles de estos proyectos. Sin embargo, estos son pasos incrementales necesarios en un proyecto que, aunque no busca mover el cielo, ciertamente está moviendo la tierra para devolver la vida a este ecosistema único en el mundo.

Este esfuerzo de restauración no solo es una hazaña de ingeniería y planificación ambiental sin precedentes, sino también una promesa de esperanza para el futuro de los Everglades y las comunidades que dependen de ellos. Al devolver el flujo natural del agua, se espera que los humedales vuelvan a prosperar, proporcionando hábitats esenciales para la vida silvestre y beneficios ecológicos incalculables para la región.

Los Everglades, conocidos como el “río de pasto”, son un ecosistema incomparable en tamaño y complejidad. Esta restauración es un testimonio del compromiso humano para corregir los errores del pasado y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras. 

Dos ingenieros de software están liderando una revolución en la forma en que India aborda la caza furtiva y la conservación de la vida silvestre al introducir tecnología de última generación en este campo crucial.

Allen Shaji y Sobin Matthew, originarios de Kerala, han decidido utilizar su experiencia en software y programación para modernizar los esfuerzos de conservación de la India. Su empresa, Leopard Tech Labs, ha desarrollado un conjunto de aplicaciones y herramientas sofisticadas que están transformando la forma en que se manejan los delitos contra la vida silvestre en el país.

“Nos dimos cuenta de que había una brecha en el mercado. Casi no existe tecnología para rastrear ningún tipo de delito contra la vida silvestre en India”, afirma Allen Shaji, cofundador de Leopard Tech Labs.

Una de las principales innovaciones de Leopard Tech Labs es HAWK (Hostile Activity Watch Kernel), un sistema integral de gestión de delitos que permite a los tribunales procesar casos de manera más eficiente y a los guardabosques rastrear y analizar patrones de actividad criminal en los bosques.

Antes de HAWK, los registros en papel y los datos memorizados eran la norma para los equipos de conservación de la vida silvestre en India. Esta falta de tecnología dificultaba el seguimiento y la persecución efectiva de los delincuentes.

“HAWK es un sistema de gestión de delitos que incluye la gestión de casos, el seguimiento de casos judiciales, la gestión de comunicaciones y el seguimiento de las muertes de vida silvestre”, explica Allen. Esta herramienta permite resumir grandes cantidades de datos en varios formatos digitales en cuestión de segundos, agilizando el proceso de toma de decisiones.

Además de HAWK, Leopard Tech Labs ha desarrollado otras aplicaciones únicas, como Jumbo Radar, que permite el rastreo en tiempo real de elefantes fuera de las reservas naturales, y WildWatch, que utiliza el aprendizaje automático para predecir conflictos entre humanos y vida silvestre antes de que ocurran.

WildWatch utiliza datos sobre movimientos estacionales de animales, registros de violencia contra la vida silvestre y datos agrícolas para identificar áreas propensas a conflictos y tomar medidas preventivas.

El impacto de estas innovaciones ha sido significativo, permitiendo a los departamentos forestales de la India adoptar enfoques más proactivos y basados en datos para la conservación de la vida silvestre y la prevención de delitos.

Gracias al trabajo pionero de Allen Shaji, Sobin Matthew y Leopard Tech Labs, la India está dando un salto adelante en la protección de su rica biodiversidad y en la lucha contra la caza furtiva y otros delitos contra la vida silvestre.

En las remotas tierras de Hokkaido, Japón, reside un tesoro natural único: la ardilla voladora siberiana, conocida localmente como Ezo momonga. Esta encantadora especie, antigua habitante de la región, se ha ganado el corazón de los japoneses y del fotógrafo Keishiro Shin, quien ha dedicado su lente a capturar la gracia y la belleza de estas criaturas en sus hábitats invernales.

Hokkaido, la isla más septentrional de Japón, alberga a esta ardilla cuya presencia se remonta a millones de años, cuando las tierras japonesas aún estaban unidas a Siberia. Aislada en Hokkaido a medida que los continentes se separaban, esta especie ha evolucionado y adaptado sus costumbres, convirtiéndola en una parte integral del ecosistema de la región.

Aunque principalmente nocturnas, las hembras y sus crías, de vez en cuando, emergen durante el día en busca de sustento. Su peculiaridad reside en el uso de los agujeros dejados por los pájaros carpinteros como refugio, y su agilidad para desplazarse de árbol en árbol en búsqueda de nueces, bayas y semillas. Estas pequeñas criaturas, del tamaño de la ardilla voladora enana japonesa, han conquistado los corazones de la población local.

Keishiro Shin, un fotógrafo de 53 años, se ha convertido en un testigo privilegiado de la vida de estas ardillas. Aunque Shin fotografiaba una variedad de animales, las ardillas voladoras enanas japonesas se volvieron sus favoritas. “Son adorables, pero no sólo adorables, son animales salvajes y duros”, comenta con admiración.

Residente de la zona de Shiretoko en Hokkaido desde 2010, Shin ha integrado su amor por la fotografía con su fascinación por la naturaleza que lo rodea. Su enfoque va más allá de la simple captura visual; busca conocer de cerca a estos animales, comprendiendo sus comportamientos y hábitats.

En el invierno, cuando las ardillas voladoras enanas japonesas se aventuran durante el día, Shin aprovecha la oportunidad para observar sus hábitos. Equipado con raquetas de nieve, explora el bosque cercano a su hogar en busca de nuevos nidos. La búsqueda implica rastrear huellas y excrementos para ubicar sus guaridas y luego esperar pacientemente o usar cámaras de seguimiento para confirmar su presencia.

“Buscar nidos lleva mucho tiempo, pero la recompensa de ver salir a las criaturitas del nido que él mismo descubrió hace que merezca la pena con creces”, explica Shin. Su dedicación y paciencia son evidentes, ya que logra no solo capturar imágenes, sino también presenciar la vida de estas ardillas en su entorno natural.

Estas imágenes revelan no sólo la singular belleza de las ardillas voladoras enanas japonesas sino también la resistencia que demuestran en las duras condiciones invernales. A diferencia de algunas especies que hibernan, estas ardillas se refugian en agujeros naturales o en aquellos dejados por pájaros carpinteros, enfrentando el frío en grupo para mantenerse calientes.

Shin, al compartir sus fotografías, no solo busca resaltar la adorable apariencia de estas ardillas, sino también transmitir un profundo respeto por la naturaleza y su capacidad para sobrevivir en entornos desafiantes. Su trabajo destaca la independencia y fascinación de los animales salvajes, quienes, según él, “cazan o son cazados” y viven en una constante lucha por la supervivencia.

Para Shin, las ardillas voladoras siberianas son más que un sujeto fotográfico; son símbolos de la vida salvaje independiente y fascinante que lo rodea en Hokkaido. Sus imágenes capturan la esencia de un ecosistema vibrante y diverso, recordándonos la importancia de preservar y apreciar la vida silvestre que comparte nuestro planeta.